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Política

El jefe de ONU Turismo que apadrinó a Begoña Gómez maniobra para seguir en la agencia

Pololikashvili busca un país que le permita alargar su mandato mientras la candidata emiratí gana peso en las quinielas

El jefe de ONU Turismo que apadrinó a Begoña Gómez maniobra para seguir en la agencia

Zurab Pololikashvili, secretario general de ONU Turismo, en una imagen de archivo. | ONU

Zurab Pololikashvili continúa maniobrando con el objetivo de seguir al frente de ONU Turismo. Las elecciones para renovar el liderazgo de la agencia internacional tendrán lugar el viernes 30 de mayo, y a las puertas de la votación donde se elegirá al secretario general del organismo de las Naciones Unidas se han detectado varios movimientos de última hora por parte de algunos de los aspirantes.

El diplomático presentado por tercera vez por Georgia, Pololikashvili, ya se daba por excluido del tablero internacional de apoyos, al haber retirado Tbilisi su candidatura en un sorprendente paso coordinado con Moscú y Abu Dabi. La contendiente emiratí, Shaikha al Nowais, pasó de ser una hotelera desconocida a tener serias posibilidades frente a Gloria Guevara (México) y Harry Theoharis (Grecia), con Habib Ammar (Túnez) y Muhammad Adam (Ghana) en un segundo plano.

Sin embargo, el actual secretario general no se da por vencido y ha tratado de persuadir a Uruguay para que reclame un aplazamiento de la votación en la que 35 países, en representación de los 160 estados miembro, elijan al nuevo mandatario. Según ha avanzado el medio internacional eTN y han confirmado fuentes no oficiales a THE OBJECTIVE, el motivo tras esta estrategia sería ganar tiempo para conseguir una candidatura avalada por un país al margen de Georgia.

La presión diplomática ha llevado a Montevideo a comunicar que dará marcha atrás a esta petición. Además, 20 países miembros del Consejo Ejecutivo de ONU Turismo (España, Grecia, República Checa, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Japón, Corea del Sur, India, Indonesia, Cabo Verde, Mozambique, Jamaica, Lituania, Bulgaria, Croacia, Italia, Armenia, Georgia y Azerbaiyán) han solicitado un mandato interino de junio a diciembre para garantizar el traspaso de poderes ante la “violación inaceptable de la imparcialidad y la ética profesional que se espera de un funcionario del sistema de Naciones Unidas”.

Aun así, en esta corriente crítica permanece el temor de que Pololikashvili pueda convencer a República Dominicana o algún otro país miembro para que le permita proponer un aplazamiento electoral con él en las papeletas. “Está tratando de afectar el proceso a toda costa”, alerta un representante de uno de estos países escépticos con la gestión del secretario general. Asegura que “está tratando por todos los medios” de desestabilizar la votación y le pide que la respete.

Una fuente del sector turístico añade que esta operación “era una trampa”, e indica que Pololikashvili “no tiene espacio legal” para preparar una ofensiva con “sentido”. A Sánchez le reprocha que “no reacciona y no tiene poder y respeto” por parte del resto de miembros, cuando se esperaría más autoridad y liderazgo por parte de la nación anfitriona de la agencia, radicada en Madrid.

Tanto Guevara como Theoharis daban por asegurados un puñado de votos en África, y el último afirmó que con la retirada del contrincante georgiano, él había logrado algunos apoyos adicionales. Pero otras versiones apuntan a que una parte muy significativa de los votos en dos regiones tan relevantes como África y Oriente Medio apoya ya a Abu Dabi, con la sospecha de que España podría seguir apoyando a México por lealtad pero decantarse por Al Nowais en segunda vuelta.

En estas elecciones, las alianzas internacionales están jugando un papel clave. Pololikashvili cerró acuerdos de colaboración, por ejemplo, a través de subsedes regionales, con varios países con derecho a voto, pero Georgia retiró su candidatura tras recibir protestas diplomáticas por las polémicas y escándalos que han rodeado al secretario general. Desde ese momento, Al Nowais ha ganado protagonismo en las quinielas, con apoyos sólidos para Guevara en la oposición reformista y Theoharis defendiendo su terreno.

A través de su acuerdo con otros dos países, Rusia ha destronado al secretario general en el que vio su aliado, pero que le arrebató su pertenencia a ONU Turismo tras iniciarse la invasión de Ucrania. Posteriormente, fue el régimen de Pekín el que apadrinó a Pololikashvili, también respaldado por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. El alto representante georgiano fue quien invitó a Begoña Gómez a la cumbre de San Petersburgo de 2019 en la que la esposa de Pedro Sánchez conocería a Javier Hidalgo, CEO de Globalia (Air Europa), y a Víctor de Aldama. Wakalua, impulsada por Globalia y ONU Turismo, es según los investigadores del caso Koldo el nexo entre Begoña Gómez, Air Europa (rescatada por el Gobierno durante la pandemia con 475 millones de euros) y Barrabés, profesor del máster que dirigía la esposa del presidente del Gobierno en la Universidad Complutense de Madrid.

Países como Arabia Saudí o España habían visto inicialmente a Pololikashvili como un colaborador confiable, pero terminaron retirándole su apoyo público. Riad intentó llevarse la sede del organismo, aunque tuvo que conformarse con una oficina regional fantasma tras el incendio diplomático que se levantó con Madrid. Pero algunos piensan que Emiratos “no va a invertir y poner sus intereses en otros países”, sino que tratarán de “tener su país como centro del mundo”: “Arabia Saudí no pudo hacerlo por culpa de Pololikashvili, pero Emiratos, sin Pololikashvili, puede intentarlo”.

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