Junts evita la crítica al Gobierno y solo se abre a un pacto con el PP «si tuviera 160 escaños»
Los de Puigdemont no elevan el tono pese a los escándalos recientes porque creen que no han calado en Cataluña

El diputado de Junts, Josep Maria Cruset, y la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras. | Europa Press
Junts per Catalunya no se encuentra en su momento más fuerte. Las elecciones catalanas del 12 de mayo de 2024 arrojaron una verdad incómoda que empieza a expresarse de puertas hacia dentro, como es que Carles Puigdemont «ha llegado a su techo electoral». Pese a la difícil coyuntura que atraviesan -en la que el PSC se impone entre los votantes de centro y catalanistas y Aliança Catalana le roba votos por la derecha- no piensan romper amarras con el PSOE ni el Gobierno de Sánchez. «Si el PP tuviera 160 escaños y pudiéramos formar gobierno con PNV, UPN y CC, sin Vox, sería más fácil», explican desde el partido a THE OBJECTIVE.
En Junts per Catalunya se aferran a sus siete escaños claves para la gobernabilidad, y sus críticas más duras contra el Ejecutivo son por «sus incumplimientos con Cataluña». En cambio, relegan a un plano secundario los escándalos de corrupción y las filtraciones que se han conocido en los últimos días puesto que «tampoco en los medios catalanes se le ha dado mucha importancia». «Nos importa más que el PP maniobre contra el catalán en Europa» apostillan.
Más duros contra el PP
El secretario de organización de Junts, Jordi Turull, inició en abril una gira por los municipios de Cataluña para medir el pulso de la calle en un momento agitado en la política local, cuando Aliança Catalana está creciendo a su costa y algunos de sus alcaldes tienen que gestionar los problemas derivados de la tensión migratoria.
En el partido son conscientes de que están en un momento muy delicado y de que su apoyo al PSOE -tras años de criticarlo cuando era ERC el socio de los socialistas- les ha pasado factura en una parte de su electorado, que no entiende ese giro y que tampoco ve avances respecto a los acuerdos entre el Gobierno central y Junts.
Con todo, y pese a conocer esta realidad, no tienen previsto romper con el PSOE. Y tampoco han elevado el tono contra el Gobierno por las informaciones que se han conocido recientemente, como los audios de Leire Díez en los que buscaba información contra los fiscales y agentes de la Guardia Civil que investigan posibles casos de corrupción que afectan al núcleo duro de Pedro Sánchez.
«Con Vox es imposible»
Personas del entorno de Puigdemont, como el abogado Gonzalo Boye, han pedido tener la misma vara de medir para «las cloacas del Estado» cuando es el PSOE el que está en el Gobierno, no solo cuando gobierna el PP. Pero Junts considera que este mensaje no cala en Cataluña, dado que «los medios catalanes no le han dado demasiado espacio». A su juicio, su apoyo al PSOE, pese a la presunta corrupción, y al Ejecutivo no es lo que les penaliza electoralmente.
Fieles a esta hipótesis, se centran en fiscalizar al Gobierno por sus incumplimientos con lo pactado respecto al catalán en Europa o las competencias en inmigración. Y aseguran que «mientras Vox esté en la ecuación es totalmente imposible» apoyar una mayoría parlamentaria que llevara al PP a la Moncloa.
En la actualidad, el PP tiene 137 escaños. Los de Alberto Núñez Feijóo se impusieron en las urnas en las últimas elecciones generales del 23-J, pero el PSOE, con 121 escaños, montó una mayoría parlamentaria. Los siete escaños de Junts eran imprescindibles para que Sánchez fuera investido, y se unieron al «bloque progresista», que en la anterior legislatura había dado su apoyo al líder socialista. Aunque tras el 23-J, PP, Vox y Junts también superaban el umbral de la mayoría absoluta, ni Vox ni Junts están dispuestos a llegar a acuerdos.