«Pacto de no agresión» en Ferraz: Leire Díez se da de baja tras llevar los USB de sus pesquisas
Fuentes socialistas confirman que la militante se reunió con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán

Leire Díez en Ferraz.
No hizo falta siquiera llegar a la expulsión. El PSOE logró este martes un «pacto de no agresión» con la militante socialista Leire Díez tras una reunión breve con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Tras una reunión de una hora y cuarenta minutos en Ferraz, donde también se reunió con el instructor de su procedimiento interno, el partido socialista comunicó que «la afiliada Leire Díez Castro ha solicitado la baja voluntaria como afiliada del Partido Socialista Obrero Español». Como ocurrió con el expediente ‘trampa’ que no adoptó medidas cautelares para la excolaboradora del secretario de Organización, Santos Cerdán, esta nueva fórmula intermedia permite a la afectada paralizar el expediente sancionador que estaba en marcha. Con un clamor interno creciente en favor de la expulsión, su baja permite que «en cuanto sea efectiva, cualquier medida de carácter orgánico quedará suspendida», rezó el comunicado del PSOE.
La fórmula intermedia es clave porque así Leire Díez evita la sanción de la expulsión, tras la cual no podría reingresar en el futuro en el Partido Socialista. Porque, según admite la propia afectada a THE OBJECTIVE, su intención es ser readmitida como militante del PSOE pasados unos meses «en cuanto todo se resuelva» y se conozca el contenido de su investigación. Para ello, lo que hizo este martes Díez es entregar todas las memorias USB con su investigación de los últimos años sobre las ‘cloacas policiales’ y las irregularidades que, a su juicio, se han producido en las principales investigaciones que afectan a dirigentes vinculados con el PSOE. Una investigación de años, según admiten tanto Díez como su colaborador Javier Pérez Dolset. Ambos hablan de un periodo de investigación de entre seis y siete años, durante la cual la militante afectada ha ocupado puestos de responsabilidad en dos empresas públicas, Enusa y Correos. Desde entonces, Díez es autónoma, aunque no desvela quiénes son sus proveedores o pagadores.
Díez está convencida de que el material entregado le permitirá justificar su trabajo investigador. Como ella misma anunció a sus compañeros militantes de Cantabria en un chat interno, «la verdad es sólo una y saldrá… De hecho, ya está saliendo». Estas palabras se produjeron el viernes a las 12.00 horas, el mismo día en que algunos medios de comunicación como el diario El Plural publicaron el bulo de la supuesta «bomba lapa» contra el presidente del Gobierno, desmontado por THE OBJECTIVE. Díez señaló ese día: «Como ya ha empezado a salir, seguirá saliendo información, las cloacas mediáticas son mucho más profundas de lo que parecen». Explicó que le había llamado la mano derecha de Santos Cerdán, Juanfran Serrano, a quien le solicitó que le llamaran «lo antes posible para explicar y mostrar la investigación que está llevando a cabo para que se disipen las dudas y se compruebe la complejidad y la importancia de la investigación». Y se declaró «aliviada de poder compartirla».
Rueda de prensa a las 10 horas
Como adelantó THE OBJECTIVE, este martes se produjo la reunión de la militante con el instructor de su procedimiento interno, aunque Ferraz decidió ocultar la fecha y hora de la cita para evitar el inevitable revuelo mediático. La protagonista también hizo llegar en la tarde de este martes un comunicado a los periodistas congregados en Ferraz, anunciando que no iba a hacer declaraciones a su salida, tras reunirse con el instructor y director de los servicios jurídicos del PSOE, Alberto Cachinero. Díez ha convocado una rueda de prensa a las 10 horas de este miércoles en el Hotel Novotel de Madrid. Comparecencia pública que hará ya en condición de exmilitante del PSOE. Un hecho no menor que explicaría su evasiva a hacer declaraciones este martes para poder hacerlo ya «a título personal» y no como militante del PSOE.
Díez corta así los vínculos con el PSOE «a la fuerza», según fuentes socialistas, porque los planes previstos por la dirección era iniciar un expediente sancionador que derivaría la expulsión de Díez del partido. Según las fuentes consultadas, era la única salida posible para despejar las dudas en torno al actual secretario de Organización del PSOE, en cuyo nombre actuaba Leire Díez: «La tienen que expulsar. Santos tiene que cortar el vínculo, tiene que protegerse». El bochorno ha ido creciendo en el partido a lo largo del fin de semana por la «mala gestión de crisis» de Moncloa y Ferraz por el bulo de la bomba lapa del capitán de la UCO, Juan Vicente Bonilla, sobre quien pidió información la propia Díez en los audios de su conversación con el dueño de Hafesa, Alejandro Hamlyn.
La presión interna
Según diversos dirigentes del PSOE, se trata de una actuación «muy grave» que implica «una atribución de funciones que no le corresponde» y hablando «en nombre del partido» al ofrecer acuerdos con la Abogacía y la Fiscalía General del Estado a cambio de información sobre altos mandos de la UCO, como el teniente coronel Antonio Balas, el capitán Bonilla, y fiscales anticorrupción como José Grinda. Inicialmente, Cerdán se resistió a adoptar medidas y enmarcó las informaciones sobre los audios de Díez en una nueva ofensiva de la «máquina del fango contra el PSOE». Pero la reacción en cadena de dirigentes, capitaneados por el portavoz parlamentario, Patxi López o la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, forzó el comunicado de Ferraz anunciando la apertura de un expediente trampa que supo a poco en menos de 24 horas.
La presión interna ha seguido in crescendo y en el PSOE era un clamor en favor de la expulsión de Díez. A día de hoy, el bochorno se entremezcla con la convicción de que la tibieza de Ferraz, al no haber expulsado fulminantemente a la militante socialista, evidencia que «Leire no actuaba sola, nadie se cree que actuara a título personal». El temor a esta hora es que su salida del PSOE deje una herida en la propia Díez provocando la indeseable filtración de más material que pudiera perjudicar al Gobierno y al partido: «Ella no puede echarle un pulso al PSOE», confían las fuentes consultadas, porque «su futuro depende del PSOE». Los más oficialistas confían en su aspiración de retornar a las bases del partido, gracias al cual ha ocupado puestos relevantes en dos empresas públicas. Primero, en la Empresa Nacional de Uranio (Enusa) hasta 2021, y después en Correos hasta febrero de 2024. Fue cesada entonces, un mes antes de que estallara el caso Koldo.