The Objective
Política

El Gobierno justifica echar a Vox de las instituciones: «Es habitual en Europa»

El Ejecutivo, en una respuesta parlamentaria, defiende excluir al partido hasta del Congreso de los Diputados

El Gobierno justifica echar a Vox de las instituciones: «Es habitual en Europa»

Los diputados de Vox, liderados por Santiago Abascal, abandonan el Congreso en un debate sobre las lenguas cooficiales. | Archivo

El pasado 27 de febrero, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en un acto del PSOE para celebrar la aprobación del nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género, pidió establecer un cordón sanitario en torno a Vox para sacar al partido que preside Santiago Abascal de las instituciones. «Podemos ponernos de acuerdo para que la extrema derecha desaparezca», aseveró Redondo, en referencia a «sacar a Vox de las instituciones del Parlamento y del Congreso de los Diputados», en «todos los niveles», aunque no especificó cómo.

Esta intervención indignó al partido de Santiago Abascal, que presentó una batería de preguntas parlamentarias dirigidas al Gobierno: «¿De qué manera tiene previsto el Gobierno expulsar a Vox de las instituciones? ¿Con quién pretende ponerse de acuerdo este Gobierno para sacar a Vox de las instituciones? ¿Se está impulsando algún tipo de medida para conseguir el objetivo mencionado? ¿Cómo se compatibilizaría la vigencia de un sistema democrático basado en el pluralismo político con la erradicación de las instituciones de una fuerza política votada por más de tres millones de personas?».

La respuesta del Ejecutivo, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, ha sido escueta e incompleta. «La relevancia institucional de una fuerza política en una democracia parlamentaria viene determinada tanto por su resultado electoral como por los acuerdos que puedan alcanzar otras fuerzas políticas con representación parlamentaria», reza la réplica firmada por la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, que dirige el socialista Rafael Simancas.

«Es habitual en las democracias europeas consolidadas la exclusión de fuerzas parlamentarias de los pactos de gobierno o de órganos de dirección parlamentaria que, a juicio de la mayoría, tienen una agenda que cuestiona principios constitucionales y democráticos básicos», señala la respuesta del Gobierno a Vox.

La réplica ha indignado a Vox tanto como la alocución que motivó la pregunta. «Es un escándalo el modo en el que el Gobierno aborda las respuestas a las preguntas parlamentarias. Tres líneas, con suerte, con un argumentario de niño de párvulos. Es el desprecio constante a las formas, a la Constitución, y a nosotros como partido», denuncias fuentes parlamentarias de Vox a este medio.

¿Sucede en Europa?

Da la sensación de que Ana Redondo se refería a un pacto entre partidos para relegar a Vox a la irrelevancia. De todos modos, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se apoya sobre formaciones separatistas, una de las cuales es la heredera política de una banda terrorista, lo cual sí que supone una anomalía en toda Europa. La gran coalición fue desechada por el propio Sánchez, que inauguró esta legislatura prometiendo construir un «muro contra la derecha» y desechando la abstención del Partido Popular a cambio de un gran pacto de Estado. El PSOE nunca ofreció su abstención al PP para evitar que Vox entrara en algunos gobiernos autonómicos tras las elecciones de 2023.

Algunos de los homólogos europeos de Vox ya gobiernan, como sucede en Hungría e Italia, pero hay países como Alemania en los que sí se ha establecido un cordón sanitario sobre la llamada «extrema derecha». Las dos grandes formaciones, conservadores y socialdemócratas, formaron un gobierno de coalición (Grosse Koalition) para excluir a la AfD, que obtuvo un resultado histórico en los comicios del pasado mes de febrero con el 20,8% de los votos. El gobierno de coalición también ha sido la fórmula escogida por los dos grandes partidos en Reino Unido y Francia.

En Vox creen que el día de mañana ese escenario podría darse en España tras las próximas elecciones generales. «Lo pactan todo en Bruselas, excluyendo a Patriotas, y lo pactan todo en España. No hay discrepancias en las grandes líneas». Una posibilidad que no sería del todo mala para Santiago Abascal, que tendría fácil seguir criticando al «bipartidismo» y crecer de cara a unos próximos comicios.

Publicidad