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Política

El Cervantes defiende a la alto cargo que se presenta a una plaza fija creada por ella

El comité de empresa pide a Luis García Montero la nulidad de la convocatoria al estar «viciada de origen»

El Cervantes defiende a la alto cargo que se presenta a una plaza fija creada por ella

Tíscar Lara, actual directora de Transformación Digital en el Instituto Cervantes. | Foto: RRSS T.Lara

El Instituto Cervantes ha salido en defensa de la actual directora de Transformación y Comunicación Digital, Tíscar Lara, quien se ha presentado a una plaza fija creada por ella, según desveló THE OBJECTIVE a finales de mayo. El organismo cultural dirigido por Luis García Montero ha enviado al comité de empresa un escrito en el que reitera la «legalidad del proceso de selección» y defiende que compañeros de la alto cargo la vayan a examinar en la única prueba de este proceso, que consiste en una entrevista oral con una única rival: «El concepto de amistad íntima no corresponde con ser compañeros de trabajo o en el comité de dirección», justifica al respecto.

El comité de empresa del Instituto Cervantes pidió explicaciones a la Dirección de Recursos Humanos tras saltar la polémica con la noticia de este periódico, después de que tres candidatas quedasen excluidas al no acreditar cinco años de experiencia mínima, y otra persona entregase la documentación requerida fuera de plazo. En una comunicación interna a la que ha tenido acceso este periódico, dicho comité manifiesta su «indignación» con el proceso selectivo para la Subdirección de Transformación y Comunicación Digital, ya que una de las candidatas es la «propia directora» del departamento. A ello se añade que en el historial de documento del proceso, la propia Lara aparece inicialmente como miembro de la comisión de selección.

Por ello, se exigió a Recursos Humanos «la nulidad de todo el proceso» a pesar de que Lara fue sustituida en ese puesto de examinadora por el actual director de Relaciones Internacionales del Cervantes, el diplomático Luis Marina. «Por supuesto, no podemos aceptar semejante argumento. Ese puesto se solicitó, se fundamentó y se definió desde la dirección de área y el proceso se inició con esa dirección directamente implicada en la preparación de la convocatoria y formando parte de la comisión selectiva, lo que hace que sea una convocatoria viciada de origen», subrayan los sindicatos.

«Otro argumento que se nos da es que la directora de Transformación y Comunicación Digital es perfectamente libre de tomar la decisión de pasar a una categoría inferior dentro de un área para la que tiene suficientemente acreditada su competencia. Todos sabemos que no se trata meramente de una plaza de inferior categoría (no es el caso un jefe de departamento que decide dejar la jefatura para quedar como técnico). Se trata de que personal directivo con contrato de alta dirección, con una clara situación ventajista, pasa a ocupar un puesto indefinido de plantilla (aunque sea fuera de catálogo)», explican refiriéndose a Lara. Por todo ello, hacen hincapié en que «parece cuando menos éticamente inadmisible» el proceso selectivo de esta plaza y adelantan que consultarán «sobre la legalidad» del mismo «con semejante conflicto de intereses».

Recursos Humanos replicó de inmediato ante «las inquietudes surgidas» en relación con este caso. En un mensaje electrónico, se indicó que la plaza en cuestión «es la continuación de un proceso» que comienza con la creación de la Dirección de Transformación y Comunicación Digital por parte de García Montero en 2018 cuando «antes solo había un departamento de informática» y con el fin de trabajar «en la tan necesaria renovación digital del Instituto», en la que se han invertido «más de 40 millones de euros» junto con el reforzamiento de dicha área gracias «a la creación de 11 plazas de técnico así como una de responsable de Unidad, cubiertas en su gran mayoría por promoción interna».

Sobre la legalidad del proceso de selección, el Cervantes puntualizó que se hace «en convocatoria pública abierta a todas las personas» porque no existe un proceso «de promoción o restringido para puestos fuera de convenio», al tiempo que quiso aclarar «de forma rotunda» que Lara «no participó en la elaboración ni en la aprobación de las bases de la convocatoria».

«Ante la posibilidad de que se pudiera plantear presentarse, optó desde el primer momento por inhibirse de la elaboración de tal perfil según consta en correo electrónico de fecha 4 de febrero de 2025. La definición del perfil, los requisitos y el procedimiento fueron gestionados por el equipo técnico de Recursos Humanos, en coordinación con la Secretaria General, siguiendo los principios de objetividad y transparencia», indica el organismo cultural en su intento por descargar responsabilidades en su alto cargo, quien aparecía entre los cinco vocales del comité de selección al inicio de la convocatoria para evaluar los méritos de cada aspirante (ver abajo).

«La convocatoria se saca con la comisión de selección habitual en estos casos», se esgrimió desde el Cervantes, «pero una vez manifestada la intención de la directora de presentarse como candidata, la misma solicitó su abstención de participar como miembro de la comisión de selección, según correo electrónico de fecha 7 de mayo de 2025». Es decir, el mismo día que concluyó el plazo de presentación de solicitudes a las 23:59 horas. Dicha medida «se adoptó para preservar la imparcialidad del proceso y evitar cualquier posible conflicto de intereses», insistió la institución cultural.

El Cervantes niega «amistad íntima»

Esta aparente irregularidad generó enorme controversia dentro del Cervantes cuando saltó la noticia porque el director de Recursos Humanos, Manuel Segovia, esperó hasta el domingo 25 de mayo para anunciar por escrito que Marina sustituía a Lara en el comité de selección.

Además, en las condiciones de la convocatoria se indica que las aspirantes podrán «recusar» a los miembros de la comisión de selección cuando concurran una serie de circunstancias, entre las que se menciona el tener «amistad íntima o enemistad manifiesta con alguna persona candidata». Lo primero encaja en el perfil de los cinco miembros del tribunal… pues todos ellos conocen a Lara desde hace años.

Sin embargo, el organismo que dirige García Montero defiende ahora que «el concepto de amistad íntima no corresponde con ser compañeros de trabajo o en el comité de dirección, de hecho se mantiene el mismo criterio en los demás procesos de promoción internos». Y sobre «las manifestaciones vertidas» contra la alto cargo, el Cervantes hace hincapié en su «apoyo a la profesionalidad y el buen hacer de Tíscar Lara, que ha asumido una gran responsabilidad en un proyecto tan complicado y exigente como es el plan de transformación digital».

Los sindicatos replicaron el pasado lunes con otro mensaje en el que subrayan que esta polémica plaza «no va sobre personas sino sobre modos de funcionamiento», ya que prevalece una cuestión «en la que la plantilla» del Cervantes coincide: «No es estético ni ético que una persona que dirige un área solicite y propicie la convocatoria de una plaza bajo su mando, la cual pretende ocupar, pasando de un contrato de alta dirección, desde una posición claramente ventajista, a un contrato indefinido. Y abre precedentes indeseables».

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