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Política

Sumar reduce el choque con Compromís a una simple búsqueda de visibilidad

Compromís quiere reformular los equilibrios en la coalición, tener libertad de voto e interlocución directa con Sánchez

Sumar reduce el choque con Compromís a una simple búsqueda de visibilidad

El diputado de Compromís, Alberto Ibàñez, la líder de Sumar y vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y la portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó.

Peligro evitado, o casi. Compromís ha llegado a una solución salomónica entre sus dos corrientes, una favorable a abandonar el grupo parlamentario de Sumar, y la otra partidaria de seguir en él. La dirección del partido valencianista ha decidido esperar unos días para tomar la decisión definitiva sobre su permanencia en el grupo parlamentario de Sumar, que ahora supedita a unas cuantas exigencias a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz: tener «autonomía» en el grupo del Congreso y gozar de una interlocución directa con el Gobierno. En Sumar, no obstante, creen que Compromís busca visibilidad y descartan escenarios de ruptura.

Después de amagar con otra fuga tras la salida de los cinco (ahora cuatro) miembros de Podemos, Compromís amenaza con convertirse en otro dolor de muelas para Yolanda Díaz. La idea de Compromís es lograr la «plena autonomía» de sus dos diputados en el grupo parlamentario de Sumar. A lo largo de los últimos días, según mantienen fuentes de Sumar, se han intercambiado mensajes y llamadas de manera frenéticas entre Madrid y Valencia. El objetivo de Díaz es evitar una ruptura que inevitablemente hundiría las acciones de Sumar en el ecuador de la legislatura.

La primera exigencia que ha presentado Compromís para no salirse del grupo de Sumar tiene que ver con obtener plena libertad de voto en el Congreso de los Diputados. Es decir, poder desmarcarse de Sumar en las votaciones parlamentarias cuando el partido valencianista lo considere oportuno. Es un salto cualitativo respecto a la «horizontalidad» que se pidió a Díaz después del fracaso europeo. Ahora se trata de gozar de un auténtico estatus especial. La segunda se refiere, tal y como adelantó en exclusiva este diario, a la interlocución directa con el Gobierno, algo que el equipo de Díaz ya contemplaba.

Búsqueda de «focos»

Pero en Sumar muestran optimismo. Las fuentes consultadas insisten en la tesis de que la sangre no llegará al río. Y que el verdadero objetivo del partido valenciano es ganar «focos», es decir, visibilidad pública. Compromís, explican estas fuentes, está aprovechando electoralmente la tragedia de la dana, y no quiere que la connivencia de Sumar con Pedro Sánchez les pase factura. Pero el equipo de Díaz excluye rupturas «hasta las próximas elecciones generales». Aunque sea más por interés que por convicción, creen que no hay alternativas al pacto.

Compromís lleva tiempo exigiendo a Sumar una posición más dura con respecto al Ejecutivo de Sánchez. Primero con el rearme y después con la dana, la formación valenciana quiere que el Gobierno dé la cara. Compromís, a diferencia de otros partidos de la coalición, no tiene un ministro propio, y quiere hacer valer esa «autonomía». Así, insisten en que Sánchez comparezca en la comisión parlamentaria sobre la dana, algo que el equipo de Díaz dice que se rechazó en la mesa confederal de partidos. Pero Compromís quiere que en todo lo que tenga que ver con la política valenciana su voz valga más, o que por lo menos tenga libertad de voto.

Es difícil saber si Sumar aceptará esta condición de autonomía parlamentaria de Compromís. Es más probable que les permita a tener acceso directo a los miembros del Gobierno. Sumar ya se abrió a que Compromís se convirtiera en el interlocutor directo del PSOE en los asuntos de su comunidad autónoma, tal y como adelantó este diario el miércoles de la semana pasada. El equipo negociador de Sumar interpretó que esa podía ser su exigencia y se adelantó.

Dilatar la comparecencia de Sánchez

Ese contacto directo puede servir a Compromís para rebajar sus exigencias sobre la comparecencia de Sánchez en la comisión parlamentaria de la dana. Es decir, para buscar una contrapartida directamente en el PSOE sin pasar por los intermediarios de Sumar. «Si finalmente Sánchez no acude al Congreso, será porque Compromís ha alcanzado un acuerdo con el PSOE, y lo habrá hecho sin la intermediación de Yolanda», afirmaban las fuentes consultadas cuando estalló el choque.

Fuentes parlamentarias sostienen que Compromís podría acceder a dilatar la comparecencia de Sánchez en la comisión de la dana. Los socialistas intentarán mezclar esa declaración con la comparecencia en el Congreso de julio, cuya fecha está todavía por definir y en la que el presidente también dará cuenta de los acuerdos alcanzados en el Consejo Europeo. Esta podría ser una salida aceptable para los valencianistas, sostienen estas fuentes. La segunda opción podría ser dejar que a la comisión del Congreso acudan primero el presidente Carlos Mazón y otros técnicos de la Generalitat, dejando el turno de Sánchez para más adelante. Se evitaría así equiparar la gestión del gobierno de Mazón con la de la Moncloa.

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