El PSOE se prepara para la imputación de Cerdán y busca sustituto: «Santos debe dimitir»
Fuentes socialistas dan por descontada la renuncia y apuestan por Óscar Puente como sucesor en Ferraz

Pedro Sánchez junto a Santos Cerdán en el Congreso de los Diputados. | Fernando Sánchez / Europa Press
El PSOE está en shock. Frente a la propaganda gubernamental que ha negado durante un mes la existencia del informe de la UCO sobre Santos Cerdán, el partido ha entrado en colapso al conocer que no sólo el informe es inminente, sino que recoge grabaciones de mordidas y amaños de obra pública, en los que estarían implicados los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, así como Koldo García, enlace entre el primero y el segundo. No en vano los registros efectuados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se efectuaron principalmente en varias empresas de Navarra y Valencia, territorios de los dos números tres del PSOE, según el listado de constructoras que facilitó Víctor de Aldama a la Justicia tras su pacto con la Fiscalía. El sentir del PSOE, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, es que «Santos debe dimitir» porque «va detrás de Ábalos» y seguirá un camino parecido, no en el grupo Mixto, pero sí fuera del núcleo de poder de Ferraz, 70.
El informe, fruto del requerimiento judicial realizado hace tres meses a la UCO por el magistrado del Supremo, Leopoldo Puente, recoge las conversaciones de los dispositivos móviles de los investigados Ábalos, Aldama y Koldo con dos nuevos aforados del Gobierno y el PSOE, Ángel Víctor Torres, y Santos Cerdán. Pero, según la información que manejan los pocos dirigentes socialistas que tienen pistas sobre su contenido, es un informe lo suficientemente explícito como para motivar la imputación del actual secretario de Organización del PSOE y la solicitud de su suplicatorio a las Cortes.
Parte de ese material fue hallado en los dos discos duros que encontró la UCO en el registro domiciliario de Koldo García en octubre del año pasado, que recogía «información sensible del número 1», en referencia al presidente del Gobierno. La información publicada por THE OBJECTIVE motivó la petición de explicaciones del director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil al jefe de la UCO.
El contenido de esos dos discos duros, junto con un teléfono móvil de Koldo, es lo que se incluye en el informe de la UCO que el juez recibió el pasado 5 de junio, y que motivó el auto de requerimiento de los registros de este martes. Tras semanas de cuestionamiento de la Guardia Civil por parte del Gobierno, intentando vincular al cuerpo de élite del Instituto Armado con una operación de la UCO patriótica para derrocar a Pedro Sánchez, simulando incluso un intento de magnicidio, los agentes de la Benemérita concluyeron este miércoles una operación sigilosa que vienen desarrollando desde el pasado mes de marzo.
En las últimas semanas, el intento por desacreditar a la UCO se cruzó con la salida a la luz de la llamada cloaca del PSOE. La irrupción de Leire Díez, y sus vínculos con Santos Cerdán tras los cinco días de reflexión de Pedro Sánchez hace un año, han dado una estocada más en el actual secretario de Organización del PSOE. «Primero trajo a Koldo y después a Leire. Como director de Recursos Humanos, no tiene precio», deslizan en el partido.
Cerdán: «No tengo miedo»
Cerdán salió este miércoles a la carrera del Congreso de los Diputados. «No tengo miedo», aseguró tras negar su implicación en la adjudicación de obra pública y manifestando desconocer qué es lo que incluirá el informe del Instituto Armado. Pero sus palabras no eclipsaron el silencio verdaderamente elocuente de Pedro Sánchez, al ser preguntado nuevamente si «avala a Santos Cerdán». El presidente del Gobierno no contestó e hizo las delicias de las cámaras de televisión, ignorando a su número tres cuando pasó por detrás de él -y Cerdán tampoco se atrevió a saludarle- y luego, cuando estaba sentado, incómodo, dos filas más atrás en la bancada socialista. «Estaba pálido», explican fuentes socialistas a THE OBJECTIVE. Y, lo que es más importante, «solo». A diferencia de su comparecencia hace semanas, cuando negó su participación en los amaños de obra pública flanqueado por su número dos en la Organización del PSOE, Juanfran Serrano, y el diputado por Ávila Manuel Arribas, esta vez ningún diputado le sirvió de sostén frente al paseíllo ante los periodistas del Congreso.
Son señales inequívocas de una soledad creciente desde hace semanas. Donde antes había dudas, ahora hay certezas. Los altos cargos próximos al núcleo duro del presidente hablan ya de una dimisión forzada y sostienen que «no terminará su mandato» como secretario de Organización. Un puesto para el que fue ratificado por Sánchez el pasado mes de diciembre, pese a que un mes antes había sido señalado por Aldama en el cobro de comisiones por amaños en contratos de obra pública. Donde antes Sánchez hablaba de «menuda inventada», ahora se muestra partidario de dejarlo caer.
Ferraz confirmó este miércoles la convocatoria del Comité Federal del PSOE para el próximo 5 de julio, el mismo fin de semana del Congreso nacional del PP. Son muchos los que sostienen que Santos podría no llegar como responsable de Organización a esa fecha y apuestan por una salida revestida de «decisión personal», como en el caso del número dos de Interior, Rafael Pérez.
«Santos tiene que dimitir»
Las fuentes socialistas consultadas auguran que «Pedro le pedirá que se vaya», y con él, a su núcleo duro: Juan Francisco Serrano, Enma López y Manuel Arribas. Caso distinto es el de Javier Alfonso Cendón, inicialmente afín a Santos Cerdán, pero muy cercano al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
La dimisión de Cerdán es una opción compartida por un sector importante del PSOE que asiste con preocupación al panorama en la cúpula del partido: «Están muy nerviosos, y Santos, desaparecido». La inquietud no radica en Cerdán, a quien dan por «amortizado», sino en qué medida el cortafuegos no surta efecto y las llamas escalen hasta el secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Es difícil pensar que caen dos secretarios de Organización y no afecte al secretario general. Es difícil que esto aguante», si se confirma la responsabilidad de Cerdán, admiten los más realistas.
Por ello, algunos piensan ya en hacer de la necesidad virtud. Configurar un «equipo de enroque» que sirva «para la guerra» que se avecina. Se refiere el Gobierno a una «guerra judicial» que tiene por objeto hacer caer al Gobierno, independientemente de que las pruebas que justifiquen las imputaciones a los miembros del PSOE y el Gobierno afectados.
Y desde ese prisma, comienzan a sonar dos nombres como sustitutos naturales de Santos Cerdán: Óscar Puente y Francisco Salazar. El primero, como ariete y escudo del presidente Sánchez; el segundo, como escudero del primero y fontanero responsable de la interlocución con los territorios. Empiezan los nombres y las quinielas para una remodelación en el partido y en el Gobierno para armar la resistencia, aunque la épica de la maniobra se da de bruces con el estado de ánimo que se respira en Moncloa: «Pedro está fuera de sí. Nadie se atreve a llevarle la contraria; y el que menos, Óscar Puente». Quizás por ello lidere las quinielas para la sucesión… del secretario de Organización.