Hazte Oír se querella contra Armengol por mentir en el Senado sobre Aldama
La presidenta del Congreso admite ahora que recibió al comisionista en su despacho cuando dirigía el Gobierno balear

Francina Armengol el pasado mayo en el Congreso. | A. Pérez Meca (Europa Press)
Donde dije digo, digo Diego. Hazte Oír ha anunciado este sábado una querella contra la presidenta del Congreso, Francina Armengol, por mentir ante la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. La dirigente socialista aseguró en la bronca sesión del 7 de junio del año pasado que no conocía a Víctor de Aldama. Sin embargo, este viernes admitió que cuando dirigía el Gobierno balear mantuvo un encuentro con el comisionista y un grupo de directivos de Globalia, matriz de Air Europa, la empresa rescatada por el Gobierno durante la pandemia con 475 millones de euros.
Hazte Oír, una de las acusaciones personadas en el caso Koldo, presenta la querella contra Armengol por la supuesta comisión de un delito de falso testimonio ante una comisión parlamentaria. El delito, recogido en el artículo 502.3 del Código Penal, prevé condenas que oscilan entre los seis meses y un año de prisión o una multa económica de 12 a 24 meses.
La asociación denuncia que Armengol negó conocer a Aldama durante su comparecencia en el Senado, a pesar de que al inicio de la sesión el presidente, el popular Eloy Suárez, le advirtió de su deber de no faltar a la verdad. El texto al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE recuerda que el portavoz de Vox, Ángel Pelayo Gordillo, le preguntó si conocía al comisionista. La actual presidenta del Congreso respondió escuetamente que no.
La reunión con Armengol
El senador extremeño insistió en su demanda: «No ha hablado nunca con él ni nada. O sea, no lo conoce. Nunca se lo han presentado ni lo conoce usted». «No», volvió a contestar la dirigente socialista. El Diario de Mallorca reveló este viernes que Armengol admite ahora una reunión con Aldama como miembro de una comitiva de Globalia, matriz de Air Europa. La compañía abonó al comisionista 10.000 euros mensuales entre noviembre de 2019 y abril de 2020 por su asesoría.
El entorno de Armengol, que no ha precisado la fecha del encuentro, reconoce que «Aldama fue un acompañante de Pepe Hidalgo (propietario de Globalia) en una de las reuniones sobre los planes de viabilidad» que mantuvo el Gobierno balear con la empresa turística. No obstante, las mismas fuentes descartan que se vieran a solas ni que existiera otra reunión programada con el comisionista investigado por dos tramas de corrupción.
El Gobierno balear de Armengol compró un lote de 1,4 millones de mascarillas a Soluciones de Gestión, la empresa investigada por el presunto reparto de comisiones a la sombra del Ministerio de Fomento. Sin embargo, esos cubrebocas se depositaron en un almacén y nunca se utilizaron. La compra se produjo tras la llamada sin identificar que recibió el entonces director del Servicio de Salud, Manuel Palomino, desde el departamento que dirigía José Luis Ábalos, para preguntarle si estaba interesado en «un pedido masivo».
Tras esa conversación, la expresidenta balear habría dado directrices para acelerar los procesos. En ese contexto se enmarcaría el email que envió uno de los empresarios de Soluciones de Gestión a Palomino. El mensaje intervenido por la Guardia Civil fue enviado el 25 de abril de 2020 a las 16.25 horas bajo el asunto «Contenido Avión 26042020 (KN95)». El contrato, que supera los 3,7 millones de euros, certifica que fueron compradas para «uso hospitalario», aunque Armengol siempre insistió que era para uso civil y que fueron almacenadas por si era necesario hacer uso de ellas.
En la querella, Hazte Oír recuerda que el pasado diciembre salieron a la luz diferentes mensajes de WhatsApp entre Armengol y Aldama. La expresidenta balear le preguntaba si conocía a alguien que vendiese mascarillas infantiles. «Resulta además relevante que cabe apreciar entre las partes un tono de familiaridad. De esta manera, se tutean, hablan de forma cercana, e incluso la querellada remite un emoticono con un beso y un corazón. Es decir, resulta evidente que ambos se conocían y que existía cierta cercanía y confianza», insiste la asociación.