‘The Times’ se mofa de Sánchez en un duro editorial: «Don Teflón»
El diario británico señala los escándalos que afectan al PSOE y al entorno del presidente del Gobierno

Pedro Sánchez. | Atilano Garcia / Zuma Press / ContactoPhoto
El diario británico The Times ha publicado un duro editorial contra Pedro Sánchez en su sección institucional The Times View, en la que refleja la postura oficial de su consejo editorial. Bajo el título Time for Pedro Sánchez to rule, or say adios, el periódico critica la gestión del presidente del Gobierno, destacando los escándalos que rodean a su entorno, la fragilidad de su coalición parlamentaria y su respuesta ante la investigación judicial a su esposa. A juicio de The Times, Sánchez ha perdido credibilidad y debe elegir entre gobernar con eficacia o apartarse. Los editoriales de esta sección no son artículos de opinión firmados por columnistas individuales, sino textos que expresan la línea editorial del medio ante temas de relevancia internacional.
Además, The Times denuncia la falta de transparencia y autocrítica del líder socialista. A pesar de que en un reciente discurso Sánchez reconoció tener «muchas virtudes y también muchos defectos» y se definió como «demasiado confiado en las personas de su entorno», el periódico considera que esta admisión no implica ningún propósito de enmienda: «La conclusión no fue que vaya a “hacerlo mejor”, sino que el público sólo podrá pronunciarse en las próximas elecciones […] en 2027. Eso es demasiado tiempo para esperar».
El editorial señala que el entorno del presidente está salpicado por varios casos judiciales, incluyendo las investigaciones a su mujer, Begoña Gómez, su hermano y miembros de su círculo de confianza. Sobre su esposa, recuerda que «el año pasado se abrió una investigación por corrupción» y que Sánchez la defendió como víctima de «una conspiración de la derecha». Mientras tanto, David Sánchez, músico de profesión, «niega haber obtenido un trabajo hecho a medida gracias a sus vínculos familiares». Para el periódico, Sánchez «ve conspiraciones por todas partes», pero lo que se observa es que «los investigadores policiales y los jueces parecen estar actuando con escrupulosidad».
Finalmente, The Times advierte del desgaste institucional de su mandato y de las consecuencias sociales de su gestión, en particular la escasez de vivienda: «Se forman 250.000 nuevos hogares al año, pero se construyen menos de 90.000 viviendas». Esta situación, unida a la debilidad de su «tambaleante coalición de centristas, izquierdistas y separatistas catalanes y vascos», estaría alimentando el crecimiento del partido Vox. «Demasiadas veces, Sánchez se retira de la escena pública y del escrutinio», concluye el editorial, que remata con una frase lapidaria: «Un gobierno con principios no se ve así».
Artículo completo y traducido de The Times sobre Sánchez
Don Teflón
La fiesta ha terminado para el primer ministro español. Es hora de gobernar, o de decir adiós
A la creciente legión de críticos de Pedro Sánchez, los españoles podrían perdonárseles por pensar que su primer ministro es como un galgo, por la rapidez con la que huye de las crisis. Otros lo llaman Don Teflón, en reconocimiento a la dificultad de que los múltiples escándalos se le adhieran. Pero el pueblo español merece algo mejor. Mejor gobernanza, más rendición de cuentas y el tipo de transparencia esencial para mantener el centro político.
Sánchez intentó poner fin a la incertidumbre sobre su estilo de gobierno con una actuación combativa y feroz, culpando a la oposición por las acusaciones de corrupción que han manchado a su maltrecha administración en minoría, liderada por el PSOE. Unos días antes, tras conocer los fallos de su mano derecha, Santos Cerdán, el primer ministro pidió perdón con una confesión notable: «Como cualquier otra persona», dijo en un discurso a los votantes, «tengo muchas virtudes y también muchos defectos». Su mayor defecto, según él mismo, fue confiar demasiado en las personas de su entorno. Pero la conclusión no fue que vaya a “hacerlo mejor”, sino que el público sólo podrá pronunciarse en las próximas elecciones, previstas —por ahora— para 2027. Eso es demasiado tiempo para esperar.
El número tres del PSOE, Cerdán, dimitió tras filtrarse una investigación policial en la que se alegaba que había recibido sobornos por amañar contratos públicos. Cerdán asegura que la grabación de su voz fue falsificada. Su salida siguió a la de un exministro y otro miembro del círculo cercano de Sánchez, ambos también bajo investigación judicial. El año pasado se abrió una investigación por corrupción contra la esposa del primer ministro, Begoña Gómez. Ella niega haber utilizado su influencia para obtener patrocinio para un curso universitario que dirigía. Su marido defendió que era víctima de una conspiración de la derecha. Mientras tanto, el hermano del primer ministro, músico de profesión, niega haber obtenido un trabajo hecho a medida gracias a sus vínculos familiares. Sánchez ve conspiraciones por todas partes, pero la realidad es que los investigadores policiales y los jueces parecen estar actuando con escrupulosidad.
Desde 2018, el Gobierno de Sánchez ha sido en realidad un catálogo de errores no forzados. La gestión catastrófica de inundaciones y desprendimientos en Valencia acabó en acusaciones cruzadas entre su gobierno central y la administración regional, controlada por el conservador Partido Popular. Recientemente, cortes eléctricos paralizaron trenes y obligaron a cancelar vuelos. Sánchez se enrocó en el asunto, imponiendo lo que sus críticos consideraron un apagón informativo. Luego fue acusado de priorizar los objetivos de descarbonización por encima de la seguridad energética.
Al mismo tiempo, lidia con el mayor problema social del país: la escasez de viviendas. Las políticas proinmigración han llevado a que se formen 250.000 nuevos hogares al año, pero se construyen menos de 90.000 viviendas anualmente. Una de las consecuencias es que el partido populista Vox está empezando a recobrar impulso, a pesar del buen crecimiento económico del país (3,2 % el año pasado, se espera 2,6 % este año). El brillo de Sánchez cumple dos funciones: desviar la atención de su tambaleante coalición de centristas, izquierdistas y separatistas catalanes y vascos, y presentar a la alternativa conservadora junto a Vox como los verdaderos villanos.
Demasiadas veces, Sánchez se retira de la escena pública y del escrutinio. Un gobierno con principios no se ve así.