Sánchez desafía a Yolanda Díaz en La Moncloa: «En tus manos está romper el Gobierno»
Los socios piden contundencia, pero ella no se atreve a romper porque no quiere ser la «culpable» del adelanto electoral

Yolanda Díaz durante la reunión en la Moncloa con Pedro Sánchez. | Europa Press
Sumar se encuentra entre la espada y la pared. Esta es la sensación que se palpa entre los miembros de la coalición que dirige Yolanda Díaz, sobre todo entre los que forman parte del círculo más cercano a la vicepresidenta segunda. El pasado lunes, Díaz se reunió en la Moncloa con el presidente Pedro Sánchez. Y según ha sabido este periódico de fuentes de Sumar, uno de los mensajes que el socialista ha trasladado a la vicepresidenta fue: «En tus manos está romper el Gobierno». Sánchez desafía así a Díaz, además de avisarla de que no tiene intención de ceder ante las exigencias de «agenda social» que le ha presentado Díaz. Después del encuentro, la dirigente gallega afirmó con rostro compungido que las explicaciones de Sánchez son «insuficientes».
Sube la tensión en el sector de Sumar. La semana pasada, los socios de Gobierno reprochaban al presidente y a la Moncloa guardar silencio tras conocerse el contenido del informe de la UCO sobre el ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Pero ahora los de Sumar se ven bloqueados ante una disyuntiva peligrosa. Por un lado, la decisión de Sánchez de seguir adelante sin dimitir ni convocar elecciones, y por el otro, la artillería de Podemos, que sube de intensidad cada día.
Podemos tacha a Sánchez de «ilegítimo» y culpa a Sumar de estar colaborando con el PSOE en poner «la alfombra roja» a que gobierne la derecha. Así que en Sumar empieza el debate sobre hasta cuándo podrán seguir apoyando al socialista. Hay algunos incentivos para la ruptura: volver a marcar la agenda; desactivar a Podemos reivindicando el papel de «izquierda limpia» y hasta relanzar el liderazgo y la imagen de Díaz como dirigente intachable, dando un bocado al votante socialista desencantado. Pero también hay costes, y esos elementos están condicionando, al menos «de momento», la posición de Sumar.
Adelanto electoral
Según el razonamiento que esgrimen en este frente del Gobierno, quien rompa la coalición será considerado como el «culpable» del adelanto electoral. Y esto es exactamente lo que Sumar quiere evitar. Aun así, Díaz debe lidiar con el descontento interno. Las formaciones asociadas a Sumar exigen al Gobierno más contundencia, mover ficha, dar un «giro». Es decir, avanzar en políticas públicas que permitan dar la sensación de que el Ejecutivo no se limita a cavar una trinchera para su supervivencia.

Los ministros de Sumar lo han dicho por activa y por pasiva. Y el martes fue el turno de los portavoces de los Comunes, Compromís, Más Madrid y la Chunta Aragonesista en el Congreso. Los Comunes han abierto a «cualquier escenario», sin descartar una salida del Ejecutivo si emergen más casos de corrupción, mientras que Compromís pide a Sánchez convocar una cuestión de confianza, que en Podemos ven «imposible».
Sumar teme que con el paso del tiempo y con un Sánchez enrocado, la pelota acabe por estar en su tejado. Hasta ahora, Díaz ha ofrecido a los suyos un relato optimista que dibujaba una ventaja demoscópica para Sumar tras el desgaste del PSOE, tal y como desveló THE OBJECTIVE. Sostiene tener encuestas que así lo certificaban. Pero el temor a que salgan más casos de corrupción en el PSOE y que se vinculen al Gobierno asusta. Y las dos ruedas de prensa de Sánchez, con su no es no a convocar elecciones, convierten a Sumar en el coprotagonista de una polémica que quiere sortear.
Más escándalos
Sumar se convierte en uno de los factores que pueden desembocar en el fin de la legislatura. Así que su objetivo es intentar devolver la pelota a los nacionalistas: si PNV o ERC anuncian que rompen con Sánchez, se tendrán que convocar elecciones generales, y Sumar no será culpable del fracaso. Pero de momento los nacionalistas también ganan tiempo. Y lo mismo ha decidido hacer Sumar, si bien temen que los escándalos irán a más, y que a partir de ese momento se tendrán que evaluar los daños.
En Sumar sospechan que la próxima dirigente involucrada en la trama sea la vicepresidenta María Jesús Montero. Esta posibilidad preocupa en las filas de Díaz. Si sale su nombre será más difícil seguir respaldando al Ejecutivo y no exigir la dimisión del presidente. De ocurrir esto, los dirigentes de Sumar esperan que sea Sánchez quien mueva ficha. La posibilidad de un adelanto electoral, por ejemplo en otoño, circula dentro del partido. En definitiva, Sumar decide esperar a ver si sale otro escándalo, pero con la mirada puesta en una contienda electoral que consideran cada vez más probable. Según las fuentes consultadas, Díaz salió del encuentro con Sánchez el lunes más afectada que nunca.