Sánchez baraja una crisis de Gobierno para echar a Torres antes de su informe de la UCO
Fuentes gubernamentales dan por segura también la salida de Elma Saiz, amiga de Cerdán y exconsejera en Navarra

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al ministro Ángel Víctor Torres.
El vacío en la agenda gubernamental es sinónimo de movimiento. Tras la dura jornada parlamentaria del miércoles, el presidente del Gobierno vació su agenda el jueves y el viernes. A media mañana del viernes, trascendía la visita del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pese a que el encuentro se producía mientras la UCO registraba la sede del PSOE, este movimiento no apunta a ninguna iniciativa que pudiera conllevar la salida del presidente, como un adelanto electoral o una cuestión de confianza. Sánchez no tira la toalla, por ahora. Según anticipan fuentes gubernamentales y socialistas a THE OBJECTIVE, lo que está en su mente es una remodelación profunda de su Consejo de Ministros para precipitar la salida del ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, antes de que se haga público el informe pendiente sobre el también líder de los socialistas canarios.
Sánchez quiere evitar que le ocurra como con el informe de Santos Cerdán, que, tras negar su existencia durante semanas y engordar el discurso de los bulos y las fake news de los pseudomedios, le reventó en la cara. Por ello, diversas fuentes socialistas explican que el presidente empezó el fin de semana pasado en la finca toledana de Quintos de Mora a hablar con sus socios parlamentarios y dirigentes socialistas. Se trataba de ponerle el termómetro a la dimensión del problema para cuantificar los daños y actuar en consecuencia. Y en este contexto, la pieza de Salvador Illa, figura ampliamente respetada por los diferentes sectores y familias del partido, es indispensable en la operación de control de daños.
La idea inicial del presidente del Gobierno era dejar la remodelación de Gobierno para septiembre, para dar salida a la candidata del PSOE a la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, ante un eventual adelanto electoral en Andalucía. Sin embargo, la trama de corrupción que implica a dirigentes del PSOE en el cobro de comisiones por el amaño de contratos de obra pública ha precipitado sus planes, que ahora mismo se esperan para el mes de julio. No obstante, algunas fuentes apuntan a una actuación «inminente» y que Sánchez podría estar pensando incluso en actuar en los «próximos días».

Anticiparse a la implicación de Torres
Lo que motiva la crisis de Gobierno es precipitar la caída de su ministro canario, Ángel Víctor Torres, secretario general del PSOE canario, ratificado en el cargo el pasado mes de enero. El magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente solicitó hace tres meses a la UCO las conversaciones entre los tres investigados, Víctor de Aldama, José Luis Ábalos, y Koldo García, con los dos aforados, Cerdán y Torres.
La primera parte de las pesquisas se hizo pública el pasado jueves; queda la segunda. Las fuentes consultadas apuntan a que ese nuevo informe no se conocerá hasta después del verano, dada la ingente cantidad que debe ahora analizar la policía judicial procedente del material incautado en los registros de las constructoras y domicilios de los investigados. También está pendiente de conocerse la declaración patrimonial del ex número tres del PSOE, que solicitó el juez del Supremo este viernes.
Lo que se espera en ese informe de la UCO es la revelación de la relación de Ángel Víctor Torres con la trama de los hidrocarburos, que se investiga en la Audiencia Nacional desde el pasado mes de octubre de 2024. Como desveló THE OBJECTIVE, el ministro Torres participó en al menos cuatro reuniones -dos en Canarias y dos en Madrid- con Víctor de Aldama y su socio Claudio Rivas para montar una refinería en Canarias. El objetivo era poder sustituir Canarias por República Dominicana como escala para el refino del petróleo venezolano que importaban «por la puerta de atrás». Una «trama milmillonaria» del petróleo que presumió de haber logrado traer a España hasta 11 buques petroleros cargados con 40.000 toneladas de petróleo cada uno provenientes de Venezuela a través de la empresa Villafuel SL, la empresa que habría recibido una licencia de operadora de hidrocarburos gracias a las gestiones del exministro José Luis Ábalos.
Unos hechos que relató la exsocia de Aldama Carmen Pano a THE OBJECTIVE, primero de incógnito y después a cara descubierta. Uno de los pagos a la concesión de la licencia de hidrocarburos habrían sido los 90.000 euros entregados a la sede socialista de Ferraz, que constituían una parte de los 600.000 que tanto Aldama como Koldo habían exigido a Rivas y Pano en las reuniones mantenidas. El otro pago fue el chalet de La Alcaidesa en Cádiz, un «regalo encubierto» para el ministro Ábalos a cambio de sus gestiones para la concesión de la licencia.
Elma Saiz, la amiga de Cerdán
Otra salida descontada en el Ejecutivo es la de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. Tras la dimisión del secretario de Organización del PSOE navarro, Ramón Azórriz, porque su pareja trabajaba en la empresa beneficiada por las adjudicaciones de obra pública Servinabar 2000, la implicación de Elma Saiz en el retraso de la jubilación del responsable de la Mesa de contratación de los túneles de Belate por valor de 76 millones de euros, de la que fue concesionaria Servinabar, hace que se dé por descontada su salida del Consejo de Ministros. Su amistad personal con Santos Cerdán, que la promocionó desde la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de Pamplona justo antes de negociar su entrega a EH Bildu le ha puesto en el punto de mira desde hace días.
Las fuentes socialistas y gubernamentales consultadas aseguran que estas dos bajas en Moncloa son indispensables para poder resistir al frente del Gobierno. «Hay que adoptar medidas drásticas y extirpar el cáncer», señalan. No valen paños calientes. A esos dos nombres suman otras bajas descontadas: la de la ministra de Igualdad, Ana Redondo; la de Vivienda, Isabel Rodríguez; el de Agricultura, Luis Planas; y la de la vicepresidenta económica, María Jesús Montero. Entre los candidatos que entrarían en Moncloa, son muchos los que señalan a Pilar Bernabé, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, como uno de los perfiles «comunicativos» con los que Pedro Sánchez quiere reforzar el Ejecutivo.
En Moncloa también apuestan por el ascenso a vicepresidente del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el «blindaje» tanto del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como de la directora de la Guardia Civil, Mercedes González, porque «han hecho bien su trabajo», afirman, frente a las críticas de un sector del Gobierno porque «no habían controlado a la UCO».