Sánchez ocultó en las cuentas del PSOE las donaciones que recibió para sus primarias
El Tribunal de Cuentas avisó de que las donaciones debían incluirse en la memoria del partido de ese año

Pedro Sánchez en Andalucía durante las primarias de 2017 | Europa Press
Pedro Sánchez evitó detallar en la memoria del PSOE en 2017 el crowdfunding que le permitió recuperar la secretaría general. El presidente del Gobierno recaudó 100.000 euros gracias a donaciones anónimas a través de una asociación sin ánimo de lucro, Bancal de rosas, que sirvió para vehicular este método de financiación para la campaña que le enfrentó a Susana Díaz y Patxi López. Fuentes conocedoras del proceso sostienen que el dinero que consiguió la candidatura a través de todos los sistemas de recaudación podría ser incluso mayor, pero Sánchez ocultó ese dato en los informes oficiales trasladados al Tribunal de Cuentas. Una información que podría ser relevante en el marco de la investigación tras la sospecha de financiación irregular que sobrevuela el partido.
Sánchez intentó recuperar el control del PSOE a comienzos de 2017 tras verse defenestrado meses atrás. Logró que el presidente de la gestora, Javier Fernández, organizara unas primarias para decidir quién ocupaba el cargo de secretario general. Se lanzó a las carreteras para obtener, pueblo a pueblo, los avales de los militantes. En ese proceso, Sánchez pidió a sus valedores ayudas económicas en forma de donaciones anónimas para su campaña, empleando un mecenazgo parecido al que usaba Podemos.
El presidente del Gobierno decidió vehicular los donativos recibidos a través de una asociación sin ánimo de lucro, Bancal de rosas, que comenzó a registrar los pagos para financiar la campaña del aspirante. La entidad estaba presidida por el actual delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín. La gestora del partido, al percatarse del mecanismo escogido por Sánchez, preguntó a los auditores del Tribunal de Cuentas cómo se debía abordar el asunto de las donaciones en primarias.
Carta del Tribunal de Cuentas
Fuentes conocedoras de aquel intercambio de comunicación afirman que Fernández preguntó al organismo encargado de fiscalizar las cuentas de los partidos políticos. El Tribunal de Cuentas, entonces presidido por Ramón Álvarez de Miranda, trasladó a la gestora del PSOE que todo tipo de recaudación de fondos, incluso en las campañas de los aspirantes a las primarias, debían contabilizarse en las cuentas de la formación.
El Tribunal de Cuentas avisó el 28 de marzo de 2017 al presidente de la gestora del PSOE a través de una carta a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE que, «en relación con la financiación de los procesos de elección a los órganos de dirección de los partidos políticos, se trata de una materia que forma parte de la actividad ordinaria de las formaciones políticas, y que, por lo tanto, debe regirse por las normas sobre financiación de los partidos políticos y está sujeta a la fiscalización del Tribunal de Cuentas».

Álvarez de Miranda advirtió a los dirigentes socialistas de que la exposición de motivos de la ley de financiación de partidos políticos indica que la libertad de estos quedaría perjudicada «si se permite como fórmula de financiación un modelo de liberalización total, ya que, de ser así, siempre resultaría cuestionable la influencia que en una determinada decisión política hubiesen podido ejercer las aportaciones procedentes de una determinada fuente de financiación y romper la función de los partidos políticos como instituciones que vehiculan la formación de la voluntad popular».
El propio Sánchez admite lo sucedido en su libro, Manual de Resistencia: «Nos escribió diciéndonos que suspendiéramos el crowdfunding. Lo hizo sin reunirse el tribunal, ni respetar las competencias, ni los cauces, simplemente a título personal». Las quejas de Sánchez, sin embargo, no surtieron efecto. Entre otras cosas, porque una comunicación de este tipo no debía pasar por el pleno del Tribunal de Cuentas, sino que era potestad del presidente fijar esa directriz, según explican miembros del organismo.
Después del aviso de Álvarez de Miranda, el líder de la gestora del PSOE exigió al candidato Sánchez interrumpir esa recaudación de fondos. En ese momento, según ha publicado este diario, el futuro líder socialista había recaudado algo más de 100.000 euros en tres semanas, con más de 200 entregas por cuantías de dinero, en general, reducidas. La mayoría de las ayudas oscilaron entre los 10 y los 20 euros (el 57,5%). Se recibieron 657 donaciones de entre 21 y 50 euros (27,5%); 260 de 51 a 100 euros (10,9%); 84 de 101 a 300 euros (3,5%); ocho de 301 a 610 (0,3%) y solo cuatro de entre 611 y 910 euros (0,2%).
Tras la misiva del Tribunal de Cuentas, Sánchez interrumpió la recaudación de fondos con la asociación Bancal de rosas el 31 de marzo de 2017. Fuentes conocedoras de aquel proceso y del intercambio de informaciones entre el partido y el órgano fiscalizador sostienen que la candidatura del actual presidente del Gobierno pudo haber recaudado en realidad más dinero, tal vez a través de otros instrumentos para canalizar las donaciones.

100.000 euros, ¿o más?
Las fuentes consultadas hablan de un importe que alcanzaría los 280.000 euros, si bien nunca se pudo averiguar ese extremo, ya que después de ganar las primarias, Sánchez no transmitió al Tribunal de Cuentas toda la información inherente a su crowdfunding, tal y como se había comprometido el PSOE.
Los socialistas habían quedado en incluir en los anexos de su memoria de ese año todos los datos sobre las donaciones (incluyendo los nombres de los donantes) de las primarias. Pero finalmente no lo hizo. La memoria que el PSOE envió al Tribunal de Cuentas, en efecto, no menciona ni la actividad de Bancal de rosas ni el dinero recaudado y gastado por Sánchez en la campaña. Obviamente, tampoco figura el listado de aquellos (personas físicas o jurídicas) que sufragaron los gastos en esas primarias decisivas.
Cambios en el Tribunal de Cuentas
Tan solo se remitieron las donaciones que el partido recibió, desglosadas por Comunidades Autónomas, según los mecanismos habituales de recaudación de fondos. Sánchez se hizo con el Gobierno en junio de 2018 y Álvarez de Miranda perdió el control del Tribunal de Cuentas. La nueva presidenta, Enriqueta Chicano, elegida tras un pacto entre el socialista y el entonces líder del PP, Pablo Casado, evitó que el organismo fiscalizara el asunto de las donaciones.
La cuestión de cómo se financió la campaña electoral de las primarias del PSOE de 2017 cobra ahora particular relevancia porque tres miembros del equipo que acompañó a Sánchez en la reconquista del PSOE están siendo investigados por una presunta trama de corrupción, con mordidas y empresas adjudicatarias implicadas. José Luis Ábalos se encargó de la secretaria de Organización del PSOE después de aquella victoria en las primarias. En julio de 2021 le sustituyó en el cargo Santos Cerdán, recientemente dimitido.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil les vincula a una presunta trama de corrupción con adjudicaciones millonarias y posibles ramificaciones que llegan hasta el petróleo venezolano. Mientras tanto, el PSOE y sus socios temen que el escándalo no se limite a las mordidas de obras públicas, sino que acabe en un caso de financiación irregular. El pasado viernes, agentes de la UCO entraron en la sede socialista de Ferraz y otros organismos públicos, como el ministerio de Transportes, para investigar el caso. Sánchez sostiene no haber tenido información de la presunta corrupción de sus lugartenientes y rechaza dimitir o convocar elecciones.