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Política

Ábalos admite un pago de 4.500 euros de la empresa de Cerdán a su fundación

El exministro atribuye a Koldo García la búsqueda de esta aportación porque Fiadelso estaba en fase de extinción

Ábalos admite un pago de 4.500 euros de la empresa de Cerdán a su fundación

José Luis Ábalos y Santos Cerdán, los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, salpicados por la corrupción. | Ilustración: Alejandra Svriz

José Luis Ábalos admitió este lunes en el Tribunal Supremo que su Fundación Internacional para el Desarrollo Local y Social (Fiadelso) recibió en 2018 un pago de 4.500 euros de Servinabar 2000, la empresa navarra vinculada a Santos Cerdán, aunque para él fue «una aportación como donativo que es».

El magistrado instructor de la causa, Leopoldo Puente, le preguntó al exministro si conocía dicha empresa, a lo que Ábalos ha respondido que «no sabía ni el nombre» hasta que empezó a salir en los medios de comunicación. Eso sí, ha reconocido que en junio de 2018, solo unas semanas después de acceder al cargo de ministro, Servinabar realizó una transferencia de 4.500 euros a Fiadelso. «Solo una vez», ha precisado.

La UCO señaló en su informe de 490 páginas que el pago «pudiera ser recurrente» y atribuyó el papel de ‘recaudadora’ a Tatiana Ábalos, una de las hijas del exministro de Transportes. «El 26 de junio de 2018, Tatiana Ábalos Aguado le reclamó un pago a Koldo (García) por importe de 4.472,33 euros indicando el IBAN de la cuenta a la que realizar la transferencia y el nombre de la sociedad Fundación Internacional para el Desarrollo Local y Social-Fiadelso», se indicó en el atestado.

Seis días después, el 2 de julio, Cerdán «le preguntó a Koldo en qué concepto le debían mandar la factura», prosiguió la UCO. De ello se infería que el asesor de Ábalos le había pedido la víspera al entonces secretario de Coordinación Territorial del PSOE que se hiciese cargo de dicha transferencia. García indicó al dirigente navarro que tenía que dejar claro que se trataba de «un donativo a una fundación» y Cerdán terminó por solicitarle el CIF. La mano derecha de Ábalos le entregó el número de Fiadelso: G96072194.

«Dos días más tarde, Tatiana Ábalos volvió a escribir a Koldo para indicarle que aún no había recibido el pago. Sin embargo, el 6 de julio, Santos (Cerdán) le remitió a Koldo una captura de pantalla de un correo electrónico recibido por Antxon (Alonso)», amigo del dirigente navarro y dueño de la empresa Servinabar. En dicho correo aparecía la prueba de que esta empresa navarra «había efectuado una transferencia de 4.500 euros a una cuenta del banco BBVA». Justo la de Fiadelso.

Esa misma captura de pantalla fue reenviada por Koldo García a la hija de Ábalos (ver abajo), «disculpándose por la tardanza y alegando que este retraso no se volvería a repetir» de ahí en adelante, lo que demuestra la ascendencia que tenía Tatiana sobre el asesor del titular de Transportes, quien llevaba solo unas semanas a sus órdenes en el ministerio.

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Pantallazo que Santos envió a Koldo García con el ingreso de Servinabar a favor de la ONG de Ábalos.

«De estos extremos se deduce que Santos (Cerdán) dispondría de cierta capacidad de decisión sobre los fondos de Servinabar, que en este caso fueron transferidos a Fiadelso, fundación en la que figura como fundador Ábalos. Igualmente, se colige que este pago pudiera ser recurrente, ya que Koldo indicó que el retraso en el abono no se volvería a repetir», precisó la UCO al juez instructor.

Ábalos ha señalado este lunes en el Supremo que desconocía qué empresa fue la que hizo el donativo. «¿Cuál era el motivo?», le inquirió Puente tras ello, a lo que el exministro ha subrayado que Fiadelso «estaba en fase de liquidación y cumpliendo con requerimientos que tenía». Un argumento que no se creyó el juez. «Estaba en liquidación y recibe una donación de 4.500 euros de una empresa que no sabe nada…», planteó en voz alta.

El diputado ha salido del atolladero con la explicación de que Servinabar no tenía relación con su departamento y que Fiadelso tenía que cumplir «requerimientos oficiales» con una serie de «reintegros parciales», por lo que necesitaban donaciones. De ahí que le preguntase a Koldo si conocía alguna empresa que pudiera contribuir y no tuviera «nada que ver con el Ministerio». En ese punto, el magistrado le ha preguntado si fue su asesor quien buscó esa aportación. «», ha sido la respuesta del entonces ministro.

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