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Política

Ábalos salva de momento a Sánchez y quiere ofrecer «la cabeza de Zapatero» a la Fiscalía

Fuentes socialistas desvelan la voluntad del exministro de vengarse del expresidente y airear información «sensible»

Ábalos salva de momento a Sánchez y quiere ofrecer «la cabeza de Zapatero» a la Fiscalía

José Blanco, José Luis Ábalos y Santos Cerdán.

José Luis Ábalos quiere colaborar con la Fiscalía… a medias. El exministro de Transportes compareció este lunes ante la Justicia sin reconocer su implicación en la «organización criminal» por la que está siendo investigado por el Tribunal Supremo. Negó cualquier irregularidad en adjudicaciones de obra pública, afirmó que no se reconoce en los audios y deslizó que podrían estar manipulados. Y, sin embargo, no se decretó prisión preventiva. Fue una declaración «rara», según las fuentes jurídicas consultadas por THE OBJECTIVE, en la que manifestó su voluntad de colaborar con la Fiscalía Anticorrupción, pero en la que negó todos los hechos que le vinculan personalmente, los que salpican a Santos Cerdán y Koldo García. Sólo señaló a dos personas del entorno del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero: el exministro José Blanco y a su ex secretario de Estado Pedro Saura.

Fuentes conocedoras de su estrategia procesal explican que Ábalos no tiene ninguna voluntad de tirar de la manta en aspectos que pudieran perjudicar al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sin embargo, sí pretende ofrecer «la cabeza de Zapatero» a la Fiscalía, con información «sensible» del expresidente del Gobierno. Un asunto de interés para los investigadores en la medida en que se trata de una pieza de «caza mayor» que, hasta la fecha, no ha aflorado en ningún informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pese a que las informaciones de este periódico y las revelaciones de Víctor de Aldama le vinculan en la operativa de compra de petróleo venezolano a PDVSA, en colaboración con la número dos del régimen de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez. Como desveló este diario, los dos sobres que obran en poder de Aldama recogen pruebas irrefutables de los pagos de la petrolera estatal venezolana a Zapatero, así como pruebas de los fondos venezolanos que permitieron decantar la victoria de Pedro Sánchez en la presidencia de la Internacional Socialista en 2022.

Fuentes socialistas aseguran que en el trasfondo de todo existe una «guerra por recuperar la Organización del partido», que viene librándose desde los tiempos en que Ábalos pilotaba los mandos de Ferraz, desde julio de 2017 o julio de 2021. Ábalos conoce a Zapatero desde el 36 Congreso Federal, cuando apoyó al expresidente y a su movimiento Nueva Vía, aunque posteriormente lo dejara «fuera de todo». Cuando Ábalos se hizo con el puesto de mando en Ferraz, «la gente de Pepe Blanco le hizo la vida imposible», con la intención de aprovechar sus debilidades para forzar su caída. Algo que sucedió en 2021, cuando Pedro Sánchez destituyó a su entonces mano derecha por su vida turbia relacionada con el entorno de la prostitución.

«Pedro Sánchez conoce la jugada desde hace mucho tiempo», recuerdan desde el PSOE. Y fue en ese momento, coincidiendo con un rescatado papel protagonista de Zapatero en el Gobierno, cuando Sánchez recuperó a Óscar López y Antonio Hernando en Moncloa, los dos pupilos más aventajados de Blanco. El nombramiento de López como ministro de Transición Digital fue percibido como «un ministerio con esencia de Secretaría de Organización». Y su elección como líder del PSOE en Madrid, como asidero para el futuro.

Sánchez corta el paso

La próxima elección de la diputada del PSC Montse Mínguez como sustituta de Santos Cerdán ha sido interpretada como una forma de «cortarle el paso al entorno de Zapatero y Blanco para recuperar el partido» aprovechando la debilidad del presidente tras la bomba del último informe de la UCO y con sus dos secretarios de Organización imputados. Por ello, entre otros motivos, Pedro Sánchez ha cerrado un pacto con el PSC de Salvador Illa para controlar el partido, al tiempo que mantiene al margen a quienes aspiraban a pilotar la nave. Este lunes, Zapatero y Sánchez coincidieron en el 20 aniversario de la aprobación del matrimonio homosexual; Zapatero alabó la «valentía y determinación» de Sánchez contra la corrupción mientras el actual jefe del Ejecutivo se refería a las «conquistas sociales» de su predecesor con menos énfasis y referencias directas.

El acto tenía lugar al tiempo que Ábalos declaraba en el Tribunal Supremo señalando a dos personas del zapaterismo. El primero de ellos, el exministro de Fomento José Blanco, su predecesor en la Organización del PSOE y actual socio fundador de Acento. Ábalos deslizó que fue Blanco quien avaló el nombramiento de Isabel Pardo de Vera como presidenta de ADIF, tras recibir múltiples propuestas, una de ellas de propio lobista de Acento, para quien trabajó el actual secretario de Estado de telecomunicaciones, Antonio Hernando, antes de ser rehabilitado en Moncloa. Ábalos confesó incluso que quiso conservar a personas vinculadas al PP en el Ministerio, pero que algunos cuya identidad no desveló «le dijeron que no». Ábalos se desvinculó de la implicación de la imputada Pardo de Vera en la contratación de su expareja Jésica Rodríguez o los amaños de adjudicaciones públicas realizadas en el seno de ADIF, y rechazó haber participado en irregularidades en las adjudicaciones de obras públicas porque «el ministro no tiene capacidad de intervenir». También insistió en que no se reconoce en los audios que incluye el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que, deslizó, podrían estar manipulados.

El equipo de Blanco en Transportes

La otra mención relevante de Ábalos se dirigió hacia quien fuera su secretario de Estado de Transportes, Pedro Saura, a quien ha responsabilizado de la nota de prensa publicada el 8 de agosto de 2020 por la que, según la UCO, Ábalos recibió la «contraprestación» de una villa de lujo en la milla de oro marbellí, en la urbanización de Villa Parra. «La decisión de redactar la nota fue del secretario de Estado y la pidió él», sentenció claramente señalando al actual presidente de Correos. Según su testimonio, «esa gestión la tenía encargada al secretario de Estado», que él ni intervino ni encargó la nota, y que no tenía interlocución directa con Aldama. El señalamiento a Saura tampoco es casual. Según las fuentes consultadas, Saura es «muy próximo» a Pepe Blanco, a quien le debe su inclusión en las listas al Congreso por Murcia en 2004 y 2011, y al Senado en 2007. Es un nombre más de la larga lista de altos cargos de Transportes que fueron nombrados a propuesta del fundador de la consultora Acento. Uno de los más reconocidos es el del actual presidente de Ineco, Sergio Vázquez Torrón, «ahijado político de Pepe Blanco», quien ocupó inicialmente la dirección del gabinete de Ábalos en 2018 y, desde 2020, la secretaria general de infraestructuras. Fue entonces cuando le sustituyó Ricardo Mar como jefe de gabinete del ministro, quien también había trabajado como director adjunto en el gabinete de Blanco en Fomento, entre 2009 y 2011, y jefe de Relaciones Institucionales en ADIF.

El pasado 19 de febrero, José Luis Ábalos concedió su última entrevista al diario El Mundo, en la que sólo evitó contestar a una pregunta: «el papel de Zapatero y Blanco en esta historia». Ábalos zanjó con un: «No voy a hablar de eso. Yo no voy a hablar de eso». Sólo deslizó, preguntado por el presidente de la consultora Acento, que «mucha gente me venía a pedir cosas» al ministerio; «y yo procuré, como siempre, no hacer caso a eso». Pero dejó claro que, en la adjudicación de licitación de obra pública, la responsabilidad no era suya: «Nadie de equipo que yo tenía en el ministerio era de confianza personal y para a atreverse a eso tienes que tener confianza personal. Se da la circunstancia de que buena parte venía del equipo de Pepe Blanco. El subsecretario (Jesús Gómez, investigado por el caso Koldo) había estado con Pepe Blanco, la presidenta de ADIF (Isabel Pardo de Vera) me la recomendó Pepe Blanco, el presidente de Renfe había sido secretario de Estado (Isaías Táboas), y mi propio jefe de gabinete venía del equipo de Pepe». La única diferencia entre lo dicho hace cuatro meses con el momento presente es que ahora Ábalos sí quiere hablar de eso.

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