Sánchez ya fue alertado en 2018 por su jefe de gabinete sobre los «excesos» de Salazar

Pedro Sánchez lo sabía. Y, pese a ello, nombró a Paco Salazar para tres cargos públicos del Gobierno tras ser alertado por su equipo de sus «excesos» con las mujeres. Según adelantan fuentes socialistas a THE OBJECTIVE, el jefe de gabinete de Pedro Sánchez en 2018, Juanma Serrano, le alertó de su «comportamiento inadecuado con varias periodistas» antes de su llegada a Moncloa tras la moción de censura contra Mariano Rajoy. Sánchez era entonces secretario general del PSOE y Paco Salazar, secretario ejecutivo de Acción Electoral de la Ejecutiva surgida de las primarias de mayo de 2017.

Paco Salazar, dirigente afín al entonces alcalde de Dos Hermanas, Kiko Toscano, se había trasladado a vivir a Madrid en esa campaña de las primarias, tras el derrocamiento de Pedro Sánchez en el célebre Comité Federal del 1 de octubre de 2016. Cerdán y Salazar compartieron piso durante un tiempo, en un pequeño apartamento del centro de Madrid. Fuentes socialistas revelan que en ese momento, José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Francisco Salazar eran «tres gallos en un mismo corral» que competían por el favor del jefe y la Secretaría de Organización del partido. Tras la victoria de Sánchez en las primarias, ganó Ábalos, Cerdán se convirtió en su número dos en el partido y Salazar fue nombrado secretario de Acción Electoral de la Ejecutiva.

«Desde el principio, desde que empezó a colaborar con nosotros en 2017, advertimos de ese peligro. De un comportamiento reiterado que se reproducía desde su etapa en Dos Hermanas», explican fuentes socialistas a este diario. Un riesgo que se convirtió en peligro tras «la queja de varias periodistas». Algunas de las informadoras que seguían al partido elevaron la queja a la dirección federal del PSOE de un comportamiento improcedente: «Les ofrecía una cena si querían un off the record» y decían que «no se atrevían a quedarse a solas con él». Y esto provocó una reunión entre Sánchez y su equipo en Ferraz, en la que su entonces jefe de gabinete, Juanma Serrano, le contó lo sucedido alertando de «un problema generalizado». Este periódico se ha puesto en contacto con Serrano, que no ha querido hacer comentarios al respecto.

Sánchez: «Esto habrá que demostrarlo»

La respuesta inicial de Pedro Sánchez evidenció recelos: «Esto habrá que demostrarlo, ¿no?», aseguran que dijo las fuentes socialistas consultadas. El líder socialista preguntó si constaban denuncias o pruebas, más allá de «comentarios de mujeres». «No quería hacerse eco de dimes y diretes, pero aseguró que lo hablaría con él». Según otras fuentes socialistas consultadas, «Sánchez le dio un toque», comunicó a su equipo que «habló con él», aunque «no cambió nada».

Meses después, tras la conformación de su Gobierno por el éxito de la moción de censura en junio de 2018, Sánchez prescindió de Juanma Serrano como jefe de gabinete y nombró a Iván Redondo, a quien había fichado meses atrás en Ferraz. Como número dos del gabinete, nombró a Paco Salazar, que permaneció como director adjunto del gabinete hasta la caída de Redondo -junto a la de Ábalos y Carmen Calvo-, en julio de 2021. Durante ese periodo en Moncloa (2018-2021), Salazar tuvo otros ‘incidentes’ con empleadas de la casa.

Las fuentes gubernamentales consultadas relatan a este periódico que «la primera alerta que se recibió fue de periodistas», pero «posteriormente vinieron trabajadoras que tuvieron que ser recolocadas en otros puestos». Los trabajadores y dirigentes socialistas consultados revelan que esto «era un secreto a voces. Muchos dijeron que habían hablado con Pedro para advertirle, pero solo tenemos constancia de una reunión» con Serrano y otras personas de su equipo. Una de ellas fue una empleada de Moncloa, afín a Iván Redondo, que vivió «un régimen de terror» con «episodios de acoso».

Sánchez, a las «compañeras»: «Las vamos a proteger»

Un «comportamiento generalizado con todas las mujeres, no sólo con las del PSOE» que no tuvo ningún reproche por parte del presidente del Gobierno. En julio de 2021 le nombró presidente del Hipódromo de la Zarzuela, con una remuneración anual de 108.000 euros. Un periodo alejado aparentemente de la política tras el que «Salazar y Sánchez no perdieron la comunicación permanente sobre las encuestas y estrategias políticas a seguir». Por ello, en agosto de 2022, Pedro Sánchez le rescató nuevamente para una dirección a su medida en su gabinete, la secretaría general de Planificación Estratégica, una oficina pensada para engrasar la maquinaria gubernamental, con la que Hernando le devolvía el favor que Salazar le hizo a finales de 2021, intermediando ante Pedro Sánchez para su rehabilitación política en Moncloa.

En paralelo, en enero de 2024, el secretario general del PSOE también le recuperó para el partido. En la convención política celebrada en La Coruña, Salazar volvió a la Ejecutiva socialista ocupando la secretaria de Análisis y Acción Electoral, con la intención de ‘sincronizar’ la acción coordinada entre Moncloa y Ferraz. Era el cuarto puesto con el que Pedro Sánchez le premiaba cinco años después de haber recibido la alerta de su equipo de su comportamiento «inadecuado» con mujeres. Este sábado Salazar tuvo que renunciar como adjunto a la Secretaría de Organización del PSOE horas antes de ser nombrado, tras conocerse diversas informaciones de eldiario.es y por el motín de las feministas del PSOE. En su discurso ante el Comité Federal Sánchez sacó pecho del endurecimiento del código ético para prevenir casos de acoso a mujeres y prometió «a las compañeras» que usen los canales internos para prevenir estos casos: «Las vamos a proteger».