Sánchez reconoce que ha pensado dimitir en las últimas semanas por la corrupción del PSOE
El presidente del Gobierno asegura que abandonar su cargo le pareció, al principio, «la solución más sencilla»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido este miércoles en el Congreso de los Diputados que en las últimas semanas se ha planteado la posibilidad de dimitir y convocar elecciones para zanjar los casos de presunta corrupción del PSOE, pero que desechó ambas posibilidades, porque, según ha indicado, «tirar la toalla no es nunca una opción».
Así lo ha afirmado al inicio de su comparecencia ante el Pleno de la Cámara Baja para rendir cuentas por los casos de corrupción de los últimos dos secretarios de Organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán. En la misma, ha señalado que todas las informaciones publicadas en las últimas semanas han sido «un duro golpe» para él y que se equivocó al «confiar» en ellos.
Sánchez ha expresado su «decepción» consigo mismo y reconoció que tiene parte de «la responsabilidad», pero ha defendido que lidera un «partido ejemplar» y que se ha negado a dimitir y se ha lanzado a convencer a los socios para que mantengan su apoyo al Gobierno porque «la traición de unos pocos no puede manchar al resto» aunque provoque «dudas legítimas que deben ser contestadas».
La dimisión o las elecciones, «la solución más sencilla»
«Quienes llevan siete años pidiendo elecciones y mi dimisión desde la moción de censura del año 2018 se han apresurado a exigir de nuevo elecciones anticipadas y mi dimisión. Y he de decirle, señorías, que francamente yo mismo he considerado esas opciones. En los primeros momentos de esta crisis me pareció incluso la solución más sencilla, para mí y para y para mi familia. Pero después de reflexionar y de escuchar a mucha gente, comprendí que tirar la toalla no es nunca una opción», ha relatado.
Además, Sánchez se ha definido como «un político limpio» que «desconocía las corruptelas en las que Ábalos y Cerdán podrían estar inmersos», y ha prometido a los grupos parlamentarios de que va a «satisfacer sus expectativas de regeneración» tras unos días que «no están siendo fáciles».
Asegura que cumplirá con los compromisos
Su segundo motivo para continuar es la aspiración de “recuperar la confianza” de los grupos que de una u otra manera han venido apoyando la acción del Gobierno. Ha dicho que sabe que no son “días fáciles” para estas formaciones que están “bajo mucha presión”, pero ha prometido a todas y cada una de ellas que va a “estar a la altura” y a “satisfacer sus expectativas de regeneración” y a “cumplir los compromisos” que alcanzó con todas ellas.
“La tercera razón es que el proyecto político que tengo el honor de representar va mucho más allá de mi persona y aún no está culminado”, ha abundado.
Así, ha recalcado que la coalición ultraderechista del Partido Popular con Vox lleva años construyendo la idea de que es un “presidente megalómano que se aferra al cargo para montar en el Falcon y vivir en el Palacio de la Moncloa”.
Responsabilidad por la confianza depositada
“Hacen esa caricatura para deshumanizar al adversario político y porque creen, además, que este cargo es un privilegio a disfrutar y no un alto honor y una gran responsabilidad que ejercer”, ha apuntado Sánchez, incidiendo en que no es así como concibe él la Presidencia del Gobierno, pues, además de un alto honor es “una inmensa responsabilidad y es una gran oportunidad de transformar para bien la vida de la gente”.
“Es una responsabilidad por la confianza que depositaron en nosotros millones y millones de personas que quieren que sus derechos crezcan y no haya una involución, que se respeten en definitiva. Y también es una gran oportunidad para mejorar la vida de la gente, para seguir convirtiendo a España en un referente mundial de crecimiento económico, de transición verde, de bienestar social y también de avances sociales en derechos y en libertad”, ha dicho, como argumento para seguir adelante.