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Política

Sumar pacta con Sánchez aplazar sus inquietudes sobre la financiación del PSOE

En el partido hablan de un acuerdo con el presidente para intercambiar medidas y silenciar sus críticas más destacadas

Sumar pacta con Sánchez aplazar sus inquietudes sobre la financiación del PSOE

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el Congreso. | Europa Press

Habían amenazado con un «duelo» entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Habían trasladado la idea de que Sumar exigiría a Sánchez pedir perdón en el Congreso de los Diputados y prometer con solemnidad que su partido no se ha visto afectado por una financiación ilegal a raíz de la presunta trama corrupta de José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Pero, finalmente, la líder de Sumar ha apostado por una crítica light, después de que el presidente prometiera abordar medidas gubernamentales exigidas por sus socios. En las filas de Díaz celebran el discurso de la vicepresidenta, puesto que creen que ha salido airosa del Congreso, mientras que posponen sus requerimientos sobre la financiación ilegal a una comisión de investigación que todavía no tiene fecha.

Visto desde la perspectiva de la oposición, el discurso de Yolanda Díaz durante el pleno monográfico sobre la corrupción ha resultado decepcionante. Si existían dudas sobre su apoyo sin fisuras al Gobierno, se han disipado de golpe. No ha habido reproches contundentes contra el presidente del Gobierno, al que Díaz ha respaldado tildándole de «honrado», y ni siquiera menciones directas a la financiación ilegal del PSOE como «línea roja» de su apoyo, tal y como mantenían pocas horas antes del debate.

Aunque en Sumar insisten en que han sido «duros» sobre la corrupción, la vicepresidenta ha eliminado de su intervención la exigencia a los socialistas de aclarar en el Congreso el asunto de la financiación del PSOE. Sumar ha decidido dejar el asunto para más adelante. Concretamente, para una comisión parlamentaria que el PSOE ha prometido impulsar sobre el caso Koldo, pero que todavía no ha sido activada. Es decir, que Sumar rebaja sus exigencias y posterga sine die la rendición de cuentas parlamentaria sobre la financiación del PSOE tras conocerse la existencia de una presunta trama que amañaba contratos millonarios y que involucra, de momento, a al menos dos altos cargos socialistas.

Medidas a cambio de silencio

Las fuentes consultadas en Sumar hablan de un «pacto» de no agresión sellado con los socialistas poco antes del debate parlamentario. «Han pactado», afirman estas fuentes, para defender la decisión de Díaz de no arremeter contra el socialista en el Congreso, a pesar de haber anunciado un debate tenso y de escenificar su malestar, dejando libre el escaño de vicepresidenta. Díaz intervino después de sentarse en la bancada parlamentaria de su grupo para dejar claro que hablaba «en nombre del partido», o del grupo parlamentario, pero no del Gobierno.

Sea como fuere, después de la sesión parlamentaria, la mayoría de las fuentes consultadas en el bando de la dirigente gallega coincidían en que su estrategia ha sido un acierto. Los diputados y ministros de Díaz reivindicaban su posición «constructiva» y el hecho de que Díaz centrara el tiro, por un lado, en el Partido Popular, y por el otro, en la agenda social. Díaz sostuvo que Sánchez ha aceptado diez de las 15 medidas propuestas para hacer frente a la corrupción, y con esto su sector se da por «satisfecho». «Satisfacción» fue la palabra fetiche que recorría todas las declaraciones (oficiales y no oficiales) de los miembros de Sumar.

El «pacto» consistía, según las fuentes consultadas, en centrar los ataques de los socios de Sánchez contra el PP a cambio de comprometerse el presidente a abordar algunas de las iniciativas de sus socios, en ciertos casos a través de decretos ministeriales. De esta forma, Sánchez pudo esquivar durante todo el debate parlamentario la cuestión de la financiación ilegal del PSOE, y no hacer nunca mención de un asunto que a puertas cerradas todos los socios de investidura consideran de capital importancia.

Aviso a Sánchez

Aunque desde la oposición se cuestione el papel de la vicepresidenta, en Sumar tienen una lectura radicalmente diferente. No se sienten colaboradores útiles de un Gobierno salpicado por la corrupción, tal y como ataca Podemos, sino que se ven como una «izquierda limpia», enfrentada al «bipartidismo» y que ha decidido esperar los acontecimientos para abordar el asunto de la financiación ilegal del PSOE. Mientras, se vuelven a esconderse detrás del pretexto de la extrema derecha. Para reivindicar esa idea, la vicepresidenta mencionó incluso a su padre, Suso Díaz, histórico sindicalista de Comisiones Obreras en Galicia, fallecido la noche antes del debate: «Mi padre no querría jamás que gobernaran las derechas en este país».

Aun así, en Sumar sostienen que en el discurso de Yolanda Díaz no han faltado los avisos al PSOE. La dirigente de Sumar ha instado a Sánchez a «dar un paso adelante», a «cambiar el rumbo», a «gobernar y no resistir», y hacerlo desde el Boletín Oficial del Estado. Pero Díaz se ha mantenido en la idea de que «la alternativa», es decir, un gobierno de las derechas, es peor que la situación actual: «Hay que dar un paso al frente, si no lo hacemos sabemos lo que nos viene».

Además, Díaz ha logrado que también los partidos asociados en la coalición de Sumar tomaran las palabras y reiteraran su apoyo al Ejecutivo. Otro éxito de la política gallega, según sus valedores. Mientras, aplazar la cuestión de la financiación ilegal del PSOE permite a Sumar prepararse ante todo tipo de acontecimiento, dejando entender que antes de tomar partido querrán ver si existen pruebas contundentes que pueden llevar a hablar de una «Gürtel del PSOE», por decirlo con Gabriel Rufián. El último clavo ardiendo al que se agarran los de Díaz es que si sale más información sobre la trama corrupta, no afecte directamente a Sánchez. «Yolanda lo ha hecho bien y ha dejado contenta a su gente», aseguran desde su sector.

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