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Política

La portavoz del PSOE defendió sobresueldos en Lérida investigados por Anticorrupción

Otra concejal denunció las retribuciones del alcalde y una concesión sospechosa a favor de la pareja de Mínguez

La portavoz del PSOE defendió sobresueldos en Lérida investigados por Anticorrupción

La portavoz del PSOE, Montse Mínguez, el pasado 7 de julio en Ferraz. | A. Martínez Vélez (Europa Press)

Una defensa sin reservas. La nueva portavoz del PSOE, Montserrat Mínguez, defendió en marzo de 2015 los sobresueldos en el Ayuntamiento de Lérida, en el que ella era concejal. Lo hizo pese a las denuncias de otros cargos del Consistorio sobre los excesos del alcalde y las investigaciones iniciadas por la Fiscalía Anticorrupción y la Oficina Antifraude de Catalunya (OAC), que según fuentes del caso fueron archivadas «en falso» a finales de ese año. La nueva cara visible de Ferraz tras la remodelación de la cúpula del partido hecha por Pedro Sánchez también era responsable de Economía cuando el ente municipal perdonó una deuda de 281.783 euros a la empresa Adaix de Negocios, de la que era apoderado su pareja.

THE OBJECTIVE ha accedido a documentación relativa a aquellos hechos, que supusieron pagos por encima del sueldo estipulado al entonces alcalde, el socialista Ángel Ros. En total, más de 64.000 euros en solo cuatro años. La principal avalista del pago de esas partidas fue la nueva portavoz del PSOE, que fue ascendida a primera teniente de alcalde por Ros tras destituir a Marta Camps, la concejal socialista que destapó irregularidades en el Ayuntamiento de Lérida.

Camps, entonces concejal de Urbanismo, denunció en diciembre de 2014 irregularidades en la concesión a Adaix de Negocios y el cobro de dietas irregulares por parte del alcalde. La queja motivó un auténtico tsunami en el Ayuntamiento, que sufrió la visita de los miembros de la Fiscalía Anticorrupción y de la Oficina Antifraude de Cataluña para hacerse con documentación. El PSOE atribuyó las acusaciones a que la denunciante supo que no iba a repetir en las listas electorales.

Expulsión del PSOE

El asunto forzó, además de la investigación de los organismos anticorrupción, un pleno que duró cerca de tres horas, en el que la oposición denunció falta de transparencia. El propio Ros reconoció haber percibido diferentes dietas extraordinarias: 15.250 euros en 2010; 16.000 en 2011; 15.750 en 2012; 15.500, en 2013; y 4.250 en 2014. Con esas cantidades, el sueldo del alcalde de la ciudad, según él mismo reconoció, fue de 88.400 euros en 2010; 84.232, en 2011; 79,276 en 2012; 82.032, en 2013; y 74.342, en 2014.

Durante la sesión plenaria, Camps, la concejala que interpuso varias denuncia a causa de la supuesta mala gestión del alcalde, permaneció callada. Según destacó El Mundo, habló al final para acusar al equipo de gobierno, sobre todo a la nueva portavoz del PSOE, entonces primera teniente de alcalde, de haber sido «frívola con una situación que es grave. Que te reclamen información Antifraude y Fiscalía no es para tomárselo a broma ni aunque las dietas requeridas sean de 600 euros».

El histórico alcalde de Lérida cesó a Camps como primera teniente de alcalde y concejala de Urbanismo por «falta de confianza en el último año y medio». Lo hizo tras varias denuncias, entre ellas la de la concesión de una macrodiscoteca a la empresa Adaix de Negocios, vinculada a la pareja de Mínguez. Ros resaltó que la misma Camps había cambiado la relación con el alcalde.

El Consistorio señaló en un comunicado que «dado que las tenencias de alcaldía representan los primeros colaboradores del alcalde, cargos basados en la capacidad y confianza y faltando esta última de forma reiterada este último año y medio», Ros decidió cesar a Camps. Sus funciones en la concejalía de Urbanismo las pasó a desarrollar Fèlix Larrosa, excepto en los ámbitos de Movilidad y la Oficina Municipal de Atención Ciudadana (OMAC), que pasaron a depender de Joan Gómez. Mínguez ascendió a la primera tenencia de alcaldía y se convirtió en portavoz del grupo socialista.

Investigación de Anticorrupción

Camps achacó su destitución a una maniobra de Ros como represalia a sus aspiraciones de formar parte de una futura lista municipal del PSOE. «Buena parte de la discrepancia es que yo me he negado en algunos momentos a ser cómplice de prácticas irregulares; algunas, dentro de la legalidad, pero que para mí no se adaptan la ética de servidor público», dijo la concejal destituida durante una rueda de prensa.

La antigua concejal, con la que este diario no ha podido contactar, no solo denunció a sueldos, dietas y procesos de contratación presuntamente irregulares en el Consistorio leridano. También explicó que el Ayuntamiento pudo hacer «un traje a medida» a favor de Adaix de Negocios para exonerarle del pago de casi 300.000 euros. «Con todo esto pretendo que salga a la luz la verdad y que, si se ha cometido alguna ilegalidad, se aplique la justicia», indicó a los medios la concejal caída en desgracia.

Según recogía 20 Minutos, Camps aseguró que durante los dos últimos años como primera teniente de alcalde se había negado a firmar algunas facturas, intentando «poner freno y trabas a una manera de hacer política y de gastar el dinero público» que considera inadecuada. Entre otras cosas, se negó a firmar gastos de protocolo que rondaban los 35.000 euros para comprar corbatas y fulares de diseño.

Tras interrogar a Ros, la Fiscalía archivó la causa en octubre de 2015 alegando que no había podido demostrar irregularidades en la gestión de Ros. Camps, que fue expulsada del PSOE, siguió defendiendo que el exalcalde mantuvo «actitudes poco éticas con los gastos públicos». En su opinión, las denuncias arrojaron luz sobre unas facturas «que siempre había negado». Además, lamentó que el fiscal Fernando Maldonado no hubiese podido demostrar la corrupción y defendió que en política era necesaria tener una conducta ética «irreprochable».

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