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Política

Sumar excluye a Podemos de las cesiones de Sánchez: «Su posición no le va a salir gratis»

Podemos sostiene que los socios buscan «titulares» porque tienen prisa y entienden que la legislatura pende de un hilo

Sumar excluye a Podemos de las cesiones de Sánchez: «Su posición no le va a salir gratis»

La vicepresidenta Yolanda Díaz con Pedro Sánchez en el Congreso. | Europa Press

La «financiación singular» para Cataluña a ERC, el acuerdo sobre el embargo de armas a Israel para contentar a Sumar, la amnistía con Junts per Catalunya para Carles Puigdemont y las cesiones en materia de Seguridad Social al PNV. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acelera en una batería de medidas que intentan blindar el apoyo de los socios de investidura después del pleno monográfico sobre la corrupción que en el Ejecutivo considera algo parecido a una cuestión de confianza en diferido. Todos menos Podemos. El partido morado es de momento la única formación que apoyó a Sánchez y que no ha logrado algún beneficio directo de esta batería de anuncios del Gobierno. Y en Sumar quieren que esta situación no se modifique. Para los de Díaz, Podemos debe saber que «su posición no le va a salir gratis».

Los morados se están erigiendo en el socio de investidura que saca menor rentabilidad de la debilidad de Pedro Sánchez. Y en Sumar sostienen que lo más previsible es que, a diferencia de los demás socios, el grupo de Ione Belarra no figure entre las formaciones políticas beneficiadas por el Ejecutivo. Sánchez convocó en junio a la Moncloa a todos los socios de investidura con el objetivo de aclarar sus intenciones a corto plazo y buscar apoyos en un momento delicado para su Gobierno después de la detención del ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán. Podemos rechazó acudir a ese encuentro. Belarra habló de «lavado de cara» y, a partir de ese momento, la relación entre el presidente y Podemos se ha enfriado.

En el pleno monográfico sobre corrupción de la semana pasada, los socios de investidura acabaron respaldando al presidente. El discurso de Yolanda Díaz, muy esperado por la oposición y muy aplaudido por los suyos, se centró más en criticar al Partido Popular que en exigir «explicaciones» a Sánchez, tal y como habían amagado horas antes. Algo parecido hicieron los demás socios. Solo Podemos atacó a Sánchez, después de calificarlo como un presidente ilegítimo. «Presidente, las fotografías de las primarias en las que usted recorre España de la mano de Koldo, Ábalos y de Cerdán le van a perseguir toda la vida. Le van a perseguir toda la vida», afirmó Belarra en sede parlamentaria.

Mirada puesta en las encuestas

Los de Belarra e Irene Montero lo apuestan todo a un escenario de adelanto electoral, aunque las fuentes consultadas en este partido sostienen que todo lo que aguante Sánchez les resultará rentable electoralmente. Es decir, que creen que Sánchez se «va a cocer en su salsa», y que esto permitirá a Podemos crecer en las encuestas. Por eso aseguran que ellos tampoco tienen prisa para que descarrile la legislatura.

Esta idea es la misma que Sumar traslada a sus interlocutores cuando habla de la estrategia del partido morado. Por ello, justifican que el Gobierno no ceda nada a los morados, puesto que consideran que en ningún momento Belarra y Montero acabarán respaldando al PP y Vox en un golpe de timón parlamentario. La «alerta antifascista» que lanzó Pablo Iglesias en 2018 sigue vigente, y según Sumar, aunque Podemos se quedará sin cesiones no podrá romper la baraja.

En algo que varios socios de investidura coinciden es que la legislatura pende de un hilo. Gabriel Rufián lo manifestó nada más reunirse con Sánchez en la Moncloa en junio. «No sé lo que va a pasar», afirmó, para acto seguido decir que ve necesario «aprovechar» el tiempo que quede para «avanzar». Fuentes parlamentarias del bloque nacionalista sostienen que otros actores como Bildu y Junts per Catalunya piensan lo mismo. En reuniones a puerta cerrada, diputados de estos dos partidos han mantenido que al Gobierno le quedan aproximadamente «seis meses». Y en Sumar muchos creen lo mismo, aunque no lo pronuncien públicamente.

Prisa de los socios

Todos los socios de investidura presionan al Gobierno para obtener de inmediato algo a cambio de su apoyo. Y que esto se debe plasmar en acuerdos concretos y medidas legislativas aprobadas por el Congreso. Como publicó este diario, Sumar quiere que algunas iniciativas del llamado plan anticorrupción que prometió Sánchez se acuerden vía decreto gubernamental. No quieren perder más tiempo. Y en el caso del embargo a la compra de armamentos de Israel han logrado la promesa de Sánchez de que se llevará al Congreso en septiembre (algo que, según Podemos, podría abordarse ahora mismo).

En Podemos sostienen que la prisa de los socios responde a intereses electorales contingentes. O sea, que todos están centrados en una dinámica de corte «preelectoral», por la que quieren que Sánchez les ceda algo que les pueda servir de cara a su electorado por si la legislatura se complica y se adelantan los comicios. Aunque en muchos casos sean medidas centradas más en buscar «titulares bonitos» que en lograr cambios reales. Todos tienen prisa, aunque en Sumar también hay quien cree que Sánchez no se verá directamente salpicado por los escándalos de corrupción, y que este es el único clavo ardiendo al que se puede aferrar Yolanda Díaz.

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