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Política

Choque entre PSOE y PSC por el pacto sobre financiación: Illa teme quedarse sin cuentas

En Cataluña y Madrid dan versiones opuestas del pacto respecto a la «ordinalidad» y la gestión de impuestos

Choque entre PSOE y PSC por el pacto sobre financiación: Illa teme quedarse sin cuentas

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, durante un pleno en el Parlament. | David Zorrakino (Europa Press)

El PSC de Salvador Illa es el aliado más leal al Gobierno de Pedro Sánchez; el presidente pudo revalidar en Moncloa gracias al buen resultado que el PSC obtuvo en las generales. No obstante, el pacto sobre la financiación singular para Cataluña ha originado el primer choque de calado entre los socialistas catalanes y el Ejecutivo. Ambos han ofrecido versiones distintas del acuerdo que ponen en peligro que Illa pueda aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2026.

Si Illa trata de calmar a sus socios de ERC en el Parlament afirmando que se garantizará el «principio de ordinalidad» para que las comunidades como Cataluña que hagan mayor esfuerzo fiscal sean también las que más reciben, en Madrid no opinan lo mismo. La ministra portavoz, Pilar Alegría, ha asegurado que este concepto solo aparece en el preámbulo del acuerdo, que es «extrapolable» al resto de autonomías y que debe primar la «solidaridad».

Los socialistas catalanes y el Gobierno del PSOE están ofreciendo versiones distintas sobre lo que significa este acuerdo de financiación. Y es que el gran ausente del pacto firmado el lunes en la comisión bilateral es este principio de ordinalidad. Por esta razón, los de Oriol Junqueras han advertido que el pacto es insuficiente. Illa ha tratado de rebajar la tensión afirmando que se garantizará tanto la ordinalidad como que sea la Hacienda catalana la que recaude todos los impuestos.

Pide ayuda a Junts

Illa ha defendido en el Parlament que el acuerdo no incumple lo pactado con ERC. Y ha pedido a Junts que apoye el acuerdo porque «es la primera vez» que se firma un acuerdo entre gobiernos para fijar «las bases de un nuevo modelo en 40 años de democracia».

Los de Carles Puigdemont han sido muy críticos con el acuerdo: consideran que es el «café para todos» de toda la vida y que no va a contribuir a mejorar la financiación de Cataluña. Y ERC también ha dejado claro que el acuerdo es insuficiente. El presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové, ha trasladado a Illa que «se quedaron muy cortos» en lo pactado el lunes, y que no satisface a su formación porque se reformuló y reescribió lo que ERC y PSC firmaron en los acuerdos de investidura, según él, para quedar bien con todo el mundo.

«Vuelva a la literalidad de lo que pactamos, singularidad, ordinalidad, recaudación del 100% de los impuestos por parte de la Agencia Tributaria de Cataluña, y trabaje para conseguir los apoyos necesarios», le ha reclamado. Por su parte, Illa ha sostenido que no ha pactado nada para quedar bien con nadie, y que la prueba son las reacciones: «Hombre, ¿quedar bien? Si buscara quedar bien, bien, bien no he quedado. Ustedes han visto todas las reacciones que ha habido. Para unos rompemos España, para otros no hemos hecho nada. Ahora bien, es un cambio de paradigma». Con todo, ERC también ha amagado con no apoyar las cuentas públicas si Illa no cumple.

¿Quién cederá antes?

El Gobierno central está haciendo unos equilibrios difíciles de sostener a largo plazo. En paralelo, Illa se ha comprometido de forma muy vehemente «a cumplir lo acordado». Pero ambas opciones son incompatibles. Y todo apunta a que antes de que se acentúen las divergencias entre el PSC y PSOE por este asunto, uno de los dos cederá en sus posiciones.

Si es Illa el que cede, corre el riesgo de no poder aprobar los presupuestos. Y si finalmente Sánchez cede, puede tener problemas con el resto de socios parlamentarios, como Podemos, Compromís o Chunta Aragonesista, que ya se han manifestado contrarios al acuerdo, o con sus líderes regionales, que deberán defender un acuerdo que relega la financiación del resto de autonomías.

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