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Política

Ábalos presenta un informe médico «confidencial» para no acudir al Congreso

Fuentes parlamentarias revelan que se trata de una «baja médica» relacionada con cuestiones de salud mental

Ábalos presenta un informe médico «confidencial» para no acudir al Congreso

José Luis Ábalos.

El exministro de Transportes José Luis Ábalos ha presentado un informe médico «confidencial» para excusar asistencia en los últimos plenos del Congreso de los Diputados alegando que se encuentra de «baja médica» por motivos de salud. Según adelantan fuentes parlamentarias a THE OBJECTIVE, el ex número tres del PSOE ha presentado dicho informe en cuatro ocasiones para ausentarse de las sesiones parlamentarias y solicitar el voto telemático. Ha sido la Mesa del Congreso la que le ha autorizado a utilizar este mecanismo para no tener que acudir a votar tras estudiar estos informes presentados por Ábalos.

La primera de las peticiones se hizo hace algo más de un mes, a finales de mayo, según fuentes de la Mesa del Congreso, que aseguran que desde entonces ha repetido la operación en cuatro ocasiones más. Todos los informes médicos se han hecho en Madrid, aunque Ábalos esté pasando su ‘convalecencia’ en Valencia, su residencia oficial, el domicilio situado en la Avenida de la Constitución que fue registrado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Fuentes cercanas a Ábalos aseguran que inicialmente el ex secretario de Organización intentó alegar depresión para justificar sus ausencias, pero el facultativo médico que le atendió no encontró indicios para ese diagnóstico. Entonces recurrió a un profesional distinto, al que solicitó un informe tras haber sufrido episodios de ansiedad derivados de la investigación judicial que le acorrala. El órgano rector de la cámara se limitó a dar acuse de recibo de los informes y a autorizar la solicitud del voto telemático en todas las ocasiones, salvo en una, en la que no acudió a la sesión de la cámara baja sin justificación médica.

No habrá sanciones para Ábalos

El artículo 99 del Reglamento del Congreso de los Diputados contempla la posibilidad de privar a un parlamentario de sus derechos «cuando de forma reiterada o notoria dejare de asistir voluntariamente a las sesiones del Pleno o de las Comisiones» o quebranta el deber de secreto establecido en el artículo 16 del reglamento. En ese caso, por razón de disciplina parlamentaria, el órgano rector de la cámara podrá adoptar sanciones que van desde la suspensión temporal de la condición de diputado a la sustracción de «la parte alícuota de subvenciones» que reciben los grupos parlamentarios en función del número de miembros y que se rige por el artículo 28 de las normas parlamentarias.

Sin embargo, en ningún caso el reglamento hace mención alguna a la retirada de la asignación constitucional que perciben mensualmente sus señorías. Fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE explican que «no hay precedentes» de la retirada de la remuneración a un diputado por ausencias a los plenos. Recuerdan estas fuentes que el sueldo de un diputado «no es un salario, sino una asignación constitucional», y que sus dietas «están exentas de tributación», motivo por el cual se considera que son ajenas a las sanciones que puede aplicar la Mesa del Congreso por motivos disciplinarios. «Nadie pierde las dietas por ausencias. Nunca se ha sancionado por faltar a los plenos», explican desde el órgano rector de la Cámara Baja, pese a que el caso de Ábalos alcance ya la categoría de «clamoroso».

Armengol «mira para otro lado»

No parece por tanto probable que sus reiteradas ausencias vayan a tener consecuencias. Y más cuando la presidencia de Francina Armengol, que mantuvo una relación muy cercana con Ábalos en sus tiempos de presidenta del Gobierno balear, «ha decidido mirar para otro lado», denuncian otras fuentes parlamentarias. Si las direcciones de los grupos parlamentarios imponen sanciones a sus diputados que rompen la disciplina de voto de entre 300 y 600 euros de multa, «parece razonable sancionar» a quienes persisten en hacer pellas en las sesiones parlamentarias del Congreso.

En el caso de Ábalos es además ajeno a un control fiscalizador por parte de su grupo parlamentario porque al estar integrado en el Grupo Mixto, formado por diputados de seis partidos políticos diferentes (PSOE, Podemos, Compromís, BNG, UPN y CC), el exministro no tiene que rendir cuentas ante la inexistencia de una dirección de grupo. El grupo Mixto sólo tiene una portavocía rotatoria entre sus miembros y reparte sus tiempos de intervención en los plenos. Ábalos nunca ha querido disponer de ese derecho de intervención en las sesiones parlamentarias desde que fue enviado al Grupo Mixto tras la suspensión militar de militancia primero, y su expulsión del partido recientemente, tras conocerse las grabaciones del último informe de la UCO sobre Santos Cerdán.

Ábalos asiste a votar de forma intermitente desde que comenzó a avanzar la investigación judicial por pertenencia a organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, blanqueo y malversación. El último pleno al que acudió Ábalos fue el 8 de mayo y, tras varias faltas consecutivas, los periodistas le interpelaron por la contratación de su ex pareja Jésica Rodríguez en Ineco y Tragsatec y el pago de su vivienda con cargos a los miembros de la trama del caso Koldo.

El periodo ordinario de sesiones concluyó el pasado 30 de junio y desde entonces se van a celebrar dos plenos extraordinarios antes de las vacaciones parlamentarias. A la comparecencia de Pedro Sánchez sobre corrupción el pasado 9 de julio no acudió; tampoco se espera que acuda el martes que viene, 22 de julio, un día que el Gobierno pretende convertir en una demostración de apoyos antes del descanso veraniego.

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