Junts afirma en 'petit comité' que ve a Sánchez de salida y que le «exprimirán» hasta el final
Líderes del partido aseguran en encuentros que no dejarán caer al presidente, pero dudan de que aguante hasta enero

El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull.
Hay dos mensajes que la dirección de Junts per Catalunya está difundiendo en petit comité en este fin de temporada de la actividad parlamentaria. El primero es que no van a dejar a caer a Sánchez, pero que prevén que el presidente no pueda aguantar «más allá de final de año o enero del próximo» el vendaval de informaciones que saldrán en los próximos meses sobre la trama de corrupción que afecta tanto al PSOE como a su Ejecutivo. Y el segundo mensaje es que irán a por todas para «exprimir» al Gobierno para que cumpla con los acuerdos en Cataluña y avanzar en la agenda rupturista el tiempo que le quede a Sánchez.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, las primeras espadas de Junts han tenido encuentros con cuadros del partido y se les ha trasladado la idea de que la legislatura pende de un hilo. Sin embargo, admiten que no moverán ficha hasta que se aclare el tema de la amnistía, que implica directamente a su líder Carles Puigdemont. «Por aquí nos tiene cogido Sánchez», admite una fuente en conversación con este periódico.
El asunto de la amnistía no parece que se vaya a resolver al menos hasta otoño, cuando el Tribunal Constitucional decida si le aplica medidas cautelares como la suspensión de su orden de detención nacional. Y también quedará por ver cómo avanza el proceso en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Los posconvergentes quieren mostrar «firmeza» de puertas adentro, de cara a su militancia, y creen que la presión sobre ellos para cortar amarras con el Ejecutivo solo se producirá si aparecen pruebas «sobre financiación irregular del PSOE» y que impliquen directamente al presidente. Mientras no se llegue a esta situación, creen que pueden ir trampeando la situación y harán valer su posición de fuerza exigiendo «el máximo para Cataluña» y negociando hasta el final.
Anticipo electoral
Un final, no obstante, que prevén que llegue más pronto que tarde porque la presión sobre el PSOE hará insostenible la legislatura. En esta tesitura, ya ha empezado un debate interno sobre cómo abordar sus relaciones si el Partido Popular y Vox obtuvieran una mayoría parlamentaria en caso de un anticipo electoral. O si el PSOE puede sobrevivir a Sánchez con otro candidato que mantenga la unidad del «bloque de investidura». Este segundo escenario también dependerá de si Junts mantiene la llave de la gobernabilidad, como tiene ahora con sus siete escaños.
Junts per Catalunya tiene enfrente una situación difícil. Está ya preparando las elecciones municipales de 2027 con unos pronósticos pesimistas, ya que todos los sondeos reflejan una pérdida de poder territorial en favor de Aliança Catalana. Sin embargo, en caso de un adelanto electoral en el Congreso, respiran más tranquilos por la negativa de los de Sílvia Orriols de concurrir en unos comicios generales. El mayor escollo es si los votos que obtienen son suficientes como para volver a tener la llave de la gobernabilidad.
Sus relaciones con el PP
La mayor parte de la dirección de Junts no quiere oír hablar de ningún acuerdo con el PP del que Vox forme parte de la ecuación. Creen que esto les penalizaría mucho en Cataluña. No obstante, según explican fuentes de Junts, se ha abierto un debate sobre la necesidad de poder pactar con el PP como partido bisagra capaz de negociar con los dos grandes partidos españoles.
Algunos destacados miembros de Junts creen que ya no podrán recuperar toda la fuga de votos del flanco más independentista y que se ha ido a Aliança Catalana y que deben recuperar su papel tradicional de partido capaz de pactar también con el PP, algo que, por ejemplo, no puede hacer ERC ni el PSC. Es decir, crecer entre los independentistas pragmáticos y los catalanistas que ahora votan al PSC o ERC. Y recuperar así la hegemonía política.
Su principal temor no es lo que pueda ir saliendo en la trama Koldo-Ábalos-Cerdán, sino la incapacidad de recuperar el terreno perdido que le auguran todas las encuestas. Por esta razón, su hoja de ruta pasa por mantener su papel negociador, con Sánchez «hasta el final», y quién sabe si a medio plazo con un inquilino de otro color político en la Moncloa.