La constructora de Cerdán ocultó al fisco navarro el pago a la fundación de Ábalos
En el informe de la Hacienda foral no aparece la donación de 4.500 euros que Servinabar hizo a Fiadelso en 2018

José Luis Ábalos y Santos Cerdán, los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, salpicados por la corrupción. | Ilustración de Alejandra Svriz
Nuevo interrogante en el caso Cerdán. En la documentación fiscal remitida por la Hacienda foral de Navarra al Tribunal Supremo sobre el ex número tres del PSOE y la constructora Servinabar no aparece el pago de 4.500 euros que la empresa vinculada a Santos Cerdán realizó en junio de 2018 a la Fundación Internacional para el Desarrollo Local y Social (Fiadelso), la ONG que José Luis Ábalos fundó en los años ochenta para sus trabajos de consultoría en Iberoamérica y que echó el cierre en 2023.
La Unidad Central Operativa (UCO) puso luz por primera vez a la supuesta canalización de mordidas entre Cerdán y Ábalos a través de Fiadelso. Fue en su extenso informe de hace un mes, que dio inicio al caso que ha llevado a prisión al exsecretario de Organización del PSOE. Todo ello gracias a varios mensajes que se intercambiaron Tatiana Ábalos, una de las hijas del exministro de Transportes, y Koldo García justo después de la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez al poder.
Tanto el dueño de Servinabar, Joseba Antxon Alonso, como el propio Ábalos admitieron en el Supremo dicho pago, pero hicieron hincapié en que fue puntual e insistieron en que solo hubo una transferencia bancaria. El socio de Cerdán precisó que se trató de una donación aislada, que le servía para desgravar fiscalmente, e insistió en que la constructora hacía este tipo de donativos a otras asociaciones por compromiso social.
En los datos que el fisco navarro ha remitido al juez Leopoldo Puente sí que hay dos entidades donatarias de Servinabar desde 2022 a 2025: el Club Deportivo Lekunberri y la Fundación de Rugby Cisneros (ver abajo), pero no hay rastro de la supuesta ayuda benéfica de 4.500 euros a la ONG del exministro hace seis años. Esta omisión sugiere que la constructora del socio de Cerdán realizó la transferencia sin declarar a la Hacienda navarra que el pago a Fiadelso había sido una donación, para así no dejar rastro de esta presunta mordida. Y lo más grave, que Joseba Antxon Alonso mintió ante el juez.

Ábalos fue muy cuidadoso en sus palabras al hablar de este pago cuando compareció en el Supremo. Si bien admitió que su ONG recibió en 2018 el citado pago de 4.500 euros, añadió a renglón seguido que para él fue «una aportación como donativo que es». El magistrado instructor le preguntó al exministro si conocía dicha empresa, a lo que el investigado respondió que «no sabía ni el nombre» hasta que empezó a salir en los medios de comunicación. Eso sí, reconoció que solo unas semanas después de acceder al cargo de ministro, Servinabar realizó una transferencia a Fiadelso. «Solo una vez», precisó.
La UCO señaló en su informe de 490 páginas que el pago «pudiera ser recurrente» y atribuyó el papel de ‘recaudadora’ a la hija del exministro. «El 26 de junio de 2018, Tatiana Ábalos Aguado le reclamó un pago a Koldo (García) por importe de 4.472,33 euros indicando el IBAN de la cuenta a la que realizar la transferencia y el nombre de la sociedad Fundación Internacional para el Desarrollo Local y Social-Fiadelso», se indicó en el atestado.

Seis días después, el 2 de julio de aquel año, Cerdán «le preguntó a Koldo en qué concepto le debían mandar la factura», prosiguió la UCO. De ello se infería que el asesor de Ábalos le había pedido la víspera al entonces secretario de Coordinación Territorial del PSOE que se hiciese cargo de dicha transferencia. Koldo García indicó al dirigente navarro que tenía que dejar claro que se trataba de «un donativo a una fundación» y Cerdán terminó por solicitarle el CIF. La mano derecha de Ábalos le entregó el número de Fiadelso: G96072194.
«Dos días más tarde, Tatiana Ábalos volvió a escribir a Koldo para indicarle que aún no había recibido el pago. Sin embargo, el 6 de julio, Santos (Cerdán) le remitió a Koldo una captura de pantalla de un correo electrónico recibido por Antxon (Alonso)», amigo del dirigente navarro y dueño de la empresa Servinabar. En dicho correo aparecía la prueba de que esta empresa navarra «había efectuado una transferencia de 4.500 euros a una cuenta del banco BBVA». Justo la de Fiadelso.
Esa misma captura de pantalla fue reenviada por Koldo García a la hija de Ábalos (ver abajo), «disculpándose por la tardanza y alegando que este retraso no se volvería a repetir» de ahí en adelante, lo que demuestra la ascendencia que tenía Tatiana sobre el asesor del titular de Transportes, quien llevaba solo unas semanas a sus órdenes en el ministerio.

«De estos extremos se deduce que Santos (Cerdán) dispondría de cierta capacidad de decisión sobre los fondos de Servinabar, que en este caso fueron transferidos a Fiadelso, fundación en la que figura como fundador Ábalos. Igualmente, se colige que este pago pudiera ser recurrente, ya que Koldo indicó que el retraso en el abono no se volvería a repetir», precisó la UCO al juez instructor.
La ONG estaba «en liquidación»
Ábalos señaló en el Supremo que desconocía qué empresa fue la que hizo el donativo. «¿Cuál era el motivo?», le inquirió Puente tras ello, a lo que el exministro subrayó que Fiadelso «estaba en fase de liquidación y cumpliendo con requerimientos que tenía». Un argumento que no se creyó el juez. «Estaba en liquidación y recibe una donación de 4.500 euros de una empresa que no sabe nada…», planteó en voz alta.
El diputado del Grupo Mixto salió del atolladero con la explicación de que Servinabar no tenía relación con su departamento y que Fiadelso tenía que cumplir «requerimientos oficiales» con una serie de «reintegros parciales», por lo que necesitaban donaciones. De ahí que le preguntase a Koldo si conocía alguna empresa que pudiera contribuir y no tuviera «nada que ver con el Ministerio». En ese punto, el magistrado le preguntó si fue su asesor quien buscó esa aportación. «Sí», fue la respuesta del exministro.