IU mantiene la ambigüedad sobre la coalición de izquierdas al margen del PSOE
Izquierda Unida reprocha la «ocurrencia» de Rufián y aclara que «hablará» solo de iniciativas presentadas por escrito

Gabriel Rufián con las ministras Sira Rego y Yolanda Díaz. | Europa Press
Izquierda Unida cierra la puerta de momento a la propuesta que hasta ahora ha explicitado solo el diputado de ERC, Gabriel Rufián, de crear una coalición o cartel electoral que incluya a varias formaciones de izquierdas nacionalistas y alternativas al PSOE. Pero no es una negativa definitiva, dicen varias fuentes de IU en conversación con este periódico, sino que se limita a una cuestión más de forma que de fondo. El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, sostuvo el pasado martes que propuestas de este tipo deben presentarse por escrito y no anunciarse a la prensa como «ocurrencias». «Cuando eso se haga, pues entonces hablaremos», afirmó Maíllo.
IU reacciona de manera no muy diferente a la de Podemos y Bildu. Esas formaciones han criticado a Rufián por haber elevado al ágora pública la cuestión de una «coalición» (cuyo apellido, «de progreso» o «plurinacional», todavía estaría por definir) que permita a varios partidos abordar de manera conjunta un posible adelanto electoral. Para Podemos, Rufián es culpable de haber «filtrado» a la prensa una iniciativa que se estaba cociendo de forma discreta. Bildu ha pedido apagar el debate, para retomarlo solo cuando se sepa la fecha de las próximas generales. Otros grupos nacionalistas se muestran fríos ante esta hipótesis, e IU, que a menudo apela a la unidad de la izquierda, cierra la puerta, pero en el partido algunos creen que se podrá evaluar en el futuro, aunque siempre de manera confidencial hasta su formalización y votación por la militancia.
IU apuesta por la unidad de las formaciones de izquierdas para los próximos comicios autonómicos en Andalucía. El partido de Maíllo lleva meses presionando a Podemos para que aclare si quiere participar en ese plan. IU tiene prisa porque cree que el presidente regional, Juanma Moreno Bonilla (PP), tiene toda la intención de adelantar los comicios, siempre y cuando antes no mueva ficha el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El presidente de la Junta teme que Sánchez quiera hacer coincidir los dos procesos electorales, tal y como adelantó THE OBJECTIVE, y busca la manera de evitar ese escenario.
Ganar tiempo
Debido a la situación de incertidumbre y a la caída electoral de Sumar, Izquierda Unida intenta evitar comprometerse con todos aquellos que pueden ofrecer cargos y puestos destacados en las listas electorales. La idea de «escuchar a todos» y «venderse al mejor postor» llega directamente desde los sectores sindicales históricamente vinculados a IU, y recientemente colaboradores del proyecto de Díaz. Pero el liderazgo de la vicepresidenta está en entredicho, y en el sindicato ya se empieza a apostar por reformular el esquema de Sumar y encontrar incluso un nuevo referente del espacio. Todo está en el aire; de ahí la negativa a la idea esgrimida por Rufián. Pero no se trataría de una negativa tajante, afirman miembros del partido de Maíllo.

«Las propuestas deben hacerse por escrito, hechas por las organizaciones políticas, no deben ser ocurrencias de declaraciones públicas orales», ha reprochado Maíllo ante la propuesta de Rufián. «Que no sean brindis al sol porque si no, no estamos hablando de expectativas serias. Y cuando eso se haga, pues entonces hablaremos», ha añadido en declaraciones recogidas por el Diario de Sevilla, para subrayar que las ideas de Rufián «no han sido ni siquiera ratificadas por el partido (ERC) al que pertenece».
Sobre las declaraciones de Rufián existen muchas dudas. Podemos, formación que en realidad había empujado en la sombra para afianzar esa coalición, según publicó THE OBJECTIVE, no da por finiquitado el experimento. El problema, según afirman en este partido, es que «Rufián ha hecho una rufianada», en referencia a su «filtración» después de que este diario publicara en exclusiva la primera información sobre esta llamada «coalición de progreso». La salida pública de Rufián ha enojado a la plana mayor de Podemos, entre ellos al propio Pablo Iglesias, que acusa al político de ERC de estar favoreciendo al PSOE y a Sumar. Aunque el partido morado siguen sin cerrar la puerta a fórmulas electorales inéditas si Sánchez decide convocar un adelanto electoral.
Dudas de Podemos
El pasado martes, el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, sostuvo que la decisión de Sánchez de llevar al Congreso los nuevos Presupuestos Generales del Estado puede esconder la intención de convocar elecciones a corto plazo. Según Podemos, Sánchez estaría barajando la idea de adelantar los comicios después de abrir un falso debate presupuestario para señalar a sus críticos y culparles del fin de la legislatura. Podemos lleva meses elevando el listón de sus exigencias: entre ellas se encuentran frenar el rearme, romper relaciones con Israel y topar por ley los alquileres.
«En septiembre empiezan los juicios de la Kitchen y el foco lo van a poner allí», vaticinan las fuentes consultadas. Con ese juicio el Gobierno querrá «pringar a Feijóo», para tapar los escándalos de corrupción que afectan al Ejecutivo. Así que Sánchez podría celebrar un debate parlamentario exprés para los presupuestos, y después de perderlo o detectar que no tiene los apoyos necesarios, convocar un adelanto, al igual que hizo en 2019 (entonces el rechazo fue de ERC). De esta forma, según Podemos, Sánchez se adelantaría a la información comprometedora que podría salir sobre su persona u otros miembros del Ejecutivo en relación con los escándalos de corrupción que investiga el Tribunal Supremo.
En Sumar, coalición en la que colabora Izquierda Unida, se muestran favorables a la presentación de los presupuestos. Yolanda Díaz dijo el pasado martes que es una decisión que se enmarca en las exigencias constitucionales, y que servirá para medir la posición de los socios de investidura. Díaz dijo, sin embargo, que la votación no sería el preludio de una convocatoria electoral, sino la expresión de una práctica «democrática». Pero lo cierto es que el Ejecutivo lleva dos años sin presentar las cuentas, gobernando con las de la pasada legislatura. Así que la pregunta que sobrevuela a todos los partidos socios de Sánchez es: ¿por qué ahora el presidente ha anunciado que quiere llevar a las Cortes un nuevo proyecto presupuestario?