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Política

Puigdemont critica la «actitud golpista del Supremo» un año después de su segunda huida

El expresidente catalán asegura: «Si ellos me quieren encerrado e inhabilitado, mi deber es intentar hacer lo contrario»

Puigdemont critica la «actitud golpista del Supremo» un año después de su segunda huida

El presidente de Junts, Carles Puigdemont (c), durante la celebración del V aniversario de Junts, en Prats de Molló, a 27 de julio de 2025. | Glòria Sánchez (Europa Press)

El líder de Junts y expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha pronunciado este viernes en el aniversario de su segunda huida, ha criticado la «actitud golpista del Tribunal Supremo» ante la amnistía, ha afirmado que «la maquinaria represora del Estado español no se ha detenido», y ha señalado: «Si ellos me quieren encerrado e inhabilitado, mi deber es intentar hacer exactamente lo contrario».

El 8 de agosto de 2024, coincidiendo con el debate de investidura de Salvador Illa en el Parlament, Puigdemont regresó de incógnito, con una orden de detención contra él pese a estar ya la ley de amnistía en vigor, e irrumpió en un acto de bienvenida junto al Arco de Triunfo de Barcelona, pero tras un breve discurso volvió a huir, sin que los Mossos d’Esquadra lograran detenerlo.

El líder de Junts ha asegurado que pronto se cumplirán ocho años desde que está «en el exilio, mal que les pese a algunos». Lo ha hecho a través de la red social X, en un mensaje en el que explica las razones que le llevaron a ejecutar aquella operación y carga contra la «normalidad» que reivindica el Govern de Salvador Illa.

La razón «más importante», según considera, es la siguiente: «Fui elegido diputado en el Parlament de Cataluña y tenía el derecho y el deber de estar en la sesión donde debía votar la presidencia de mi país. La orden de detención dictada por el Tribunal Supremo en mi contra no puede inhabilitar el ejercicio de un derecho fundamental en democracia».

«La ley de amnistía había sido aprobada por las Cortes españolas y había entrado plenamente en vigor. Y en esta ley no hay ningún asa que permita al Tribunal Supremo agarrarse a ella para vulnerar su letra y su espíritu. Ni una. Había que poner en evidencia una grave anomalía democrática, una avería en el sistema español que impide que podamos hablar de democracia plena, y había que ponerle un foco muy grande vista la pasividad del presidente del Gobierno español a denunciar lo literalmente una actitud golpista del Supremo», expone Puigdemont.

«Si la propaganda y los propagandistas no pierden ocasión para predicar el evangelio de la mentira más bonita de la ‘normalidad’, nuestro deber es desenmascararlos siempre que tengamos ocasión. Mantener la posición no siempre es cómodo ni agradable. Pero es una actitud fundamental que no deberíamos abandonar nunca, por más enfadados, decepcionados o desanimados que estemos», añade.

Así, el expresidente de la Generalitat asegura que si hubiera sido detenido en su regreso a Cataluña, «hoy todavía estaría en prisión, y probablemente a punto de ser juzgado y condenado, porque en España hay cosas y personas que están por encima de la ley y de su propia Constitución. Ya me entiende: lo que pueda hacer, que haga».

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