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Política

ETA luchó contra la democracia, poco contra la dictadura

De las 853 personas asesinadas por la banda armada, solo 45 lo fueron durante el franquismo

ETA luchó contra la democracia, poco contra la dictadura

Atentado de ETA en un centro Hipercor de Barcelona. | Europa Press

Estamos asistiendo a un intento de blanquear a la organización terrorista ETA con la pretensión de crear para los libros de historia una narración que hable de que fue una organización de liberación que justifique sus 853 asesinatos reconocidos y otros tantos, cerca de 300, que no reconocerán hasta que estén seguros de que los autores e incitadores no tienen que cumplir penas de cárcel por ellos.

En los últimos tiempos, coincidiendo con el aniversario por el fallecimiento de Franco, están intentando presentarse como la única fuerza armada que hizo frente al dictador a tiros, porque, dicen, las vías democráticas estaban completamente bloqueadas.

Pernando Barrena, dirigente histórico de EH Bildu, actualmente en el Parlamento Europeo, lo manifestó con claridad: respalda la lucha totalmente legítima contra la dictadura franquista de los miembros de ETA Jon Paredes Manot y Ángel Otaegi, que fueron ejecutados por cometer asesinatos. Fue muy concreto: esos dos etarras, según su opinión, lucharon contra una dictadura fascista en un contexto donde no había salida democrática.

ETA fue puro terrorismo

La terminología que plantea Bildu, cuya postura es respaldada por otros partidos del arco parlamentario como ERC, BNG, Podemos o el PSOE, trata de oscurecer su pasado terrorista y dar luz a algunos elementos que podrían convertirles en una organización de liberación.

Los datos son demoledores y hablan por sí solos: la lucha de ETA contra la dictadura dejó 45 muertos, mientras que su enfrentamiento con la democracia costó la vida a 808 personas. Guardias civiles, policías, militares, espías, obreros, amas de casa, empresarios, niños, taxistas, panaderos o estudiantes, fueron asesinados cuando España iba hacia la democracia y cuando ya estaba plenamente asentada e, incluso, cuando los socialistas gobernaban.

Como he leído en la red social X a la abogada Carmen Ladrón de Guevara: «En el País Vasco no hubo ningún conflicto armado. Hubo una organización terrorista, ETA, que asesinó a 853 personas y dejó más de 5000 heridos. Además, 77 secuestrados, 40.000 chantajeados y amenazados en la sociedad española, y en particular la vasca, durante décadas».

El problema que subyace en esta campaña de la izquierda abertzale por reivindicar su pasado terrorista pasa por la liberación por la vía rápida de todos los presos encarcelados, la que les abrió el Gobierno de Pedro Sánchez y que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha impulsado, coordinándose con el gobierno vasco del PNV. En segundo lugar, quieren vender esos años de asesinatos y extorsión como una lucha legítima por los derechos del pueblo vasco.

La realidad es que ETA y su brazo político no han podido asumir nunca la derrota ante la fuerza de la democracia y ser vencidos por la presión del pueblo, las leyes y las fuerzas de seguridad e inteligencia.

Quieren pasar de terroristas a mártires

En el camino para cambiar su imagen sangrienta por otra de lucha antifranquista con enormes sufrimientos personales, van a intentar aprovechar cualquier resquicio para desacreditar la lucha del Estado. Porque una cosa fue la cagada de los GAL -hay que recordar que sus organizadores y pistoleros fueron perseguidos por la Justicia porque la democracia rechazó el terrorismo de Estado-, y otra que intenten hacer pasar a los terroristas Manot y Otaegi como héroes, como hace Barrena. Yo estoy en contra de la pena de muerte, fue una barbaridad ejecutarles, pero eran asesinos.

También pelean por cambiar algunos hitos históricos, de uno de los cuales ya he hablado en esta columna: intentar modificar la percepción de los españoles sobre Mikel Lejarza, El Lobo, el infiltrado del servicio secreto que más daño les hizo en toda su historia. Hablan de él como policía, cuando nunca lo fue, y le acusan de repente, casi 50 años después, de ser el causante de la muerte de Josu Múgica, cuando saben perfectamente que no tuvo nada que ver y que nunca nadie le había involucrado en el suceso. Creen que pueden pasar de terroristas a mártires, pero no lo conseguirán.

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