Junts clama contra el «humo del PSOE» sobre la reunión con Illa: «No se negoció nada»
Califican de «fracaso» la cita con Rodríguez Zapatero en Ginebra, lo que motivó el encuentro con Illa.

Salvador Illa y Carles Puigdemont.
Ni se habló de Presupuestos ni de Ley Bolaños. Al menos, en la versión de Junts per Cataluña. Fuentes neoconvergentes del entorno del president fugado, Carles Puigdemont, rebajan a THE OBJECTIVE la importancia de un encuentro «protocolario y cordial» con Salvador Illa en Bruselas en el que «no se habló nada en concreto». Una foto y una hora y media de normalización política sin contenido alguno, ni peticiones concretas y expresas en lo relativo al escenario político nacional. Desde Junts hablan de «ficción» y atribuyen al «humo del PSOE» el intento por «visibilizar que estamos avanzando y que esto no ha terminado».
La formación que tuvo y tiene la llave de la legislatura da por amortizada a interlocución con el Ejecutivo y atribuye esta reunión al intento del PSOE de desencallar los temas pendientes tras el fracaso de la reunión entre Puigdemont y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado viernes en Suiza. La sensación entre los independentistas catalanes es que la cita mensual en Ginebra, interrumpida durante dos meses en julio y agosto, fue un «fracaso» porque tampoco se llegó a entrar en materias concretas sobre el paquete legislativo del Gobierno de coalición. Consideran que Zapatero «ya no es un interlocutor válido» pero no contemplan levantarse de la mesa de negociación porque se trata de un proceso reglado con un mediador internacional en la fundación Henry Dunant, pero creen que se trata de un terreno yermo para la negociación, dado que han hecho mella los incumplimientos de Pedro Sánchez sobre compromisos pasados.
Precisamente por ello, interpretan en Junts, el PSOE activó el comodín de Salvador Illa para intentar convencer a Puigdemont de que aún hay margen de negociación para desbloquear las negociaciones pendientes de la legislatura. Pero Illa se encontró con un muro. El encuentro fue afable, pero no se dio pie a entrar en materia, dejando claro que ya no se fían de la palabra dada por el Gobierno socialista. No obvian los neoconvergentes que además «Illa es el competidor directo de Puigdemont», motivo por el cual no iban a regalarle una victoria gratuita como mediador con el Gobierno de España.
«Ya no interesa la reunión con Sánchez»
Por contra, en Junts se congratulan de que «en el imaginario colectivo, Puigdemont ya no es el enemigo público número uno». Un puesto en el que sitúan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien ven en una posición de extrema debilidad. Por ello, tampoco es cierto que Puigdemont esté interesado en celebrar la reunión prevista con Sánchez. «No hemos hablado de ese tema en ningún momento», explican desde la formación nacionalista. Es más, añaden: «Ya no nos interesa… ¿Para qué?». Como desveló este periódico, Junts insiste en que no apoyarán los Presupuestos Generales del Estado, ni tampoco las leyes en el ámbito de la Justicia (Ley Begoña y Ley Bolaños).
Una negativa a apoyar al Ejecutivo que se visualizará también la próxima semana en el Congreso de los Diputados. El miércoles 10 de septiembre está prevista la votación de la reducción de la jornada laboral. Un proyecto de Ley, a iniciativa de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que previsiblemente se convertirá en el primer varapalo parlamentario del Gobierno del curso político. Si se mantienen las tres enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox y Junts, el proyecto legislativo será rechazado por el pleno del Congreso. Y este es el escenario que contemplan en Moncloa.
No retirarán la enmienda contra la jornada laboral
Fuentes de Junts confirman que «en ningún caso se va a retirar la enmienda a la totalidad» y así se lo ha trasladado a los negociadores gubernamentales. En Moncloa confirman que en esta ocasión, es Yolanda Díaz quien dirige las conversaciones parlamentarias con los grupos para sacar adelante la iniciativa. Una soledad muy elocuente que anticipa la derrota. La única posibilidad, explican fuentes gubernamentales, es que Junts retirara su enmienda y se abstuviera ante las del PP y Vox, aunque no existen muchas esperanzas sobre este escenario.
A diferencia de otras ocasiones, este previsible fracaso parlamentario no es un aviso. No pretende servir de palanca para subir el precio de los siete diputados de Junts. En otras palabras: no es un movimiento táctico sino estratégico, de largo plazo, con el que constatar que el voto de confianza a Sánchez expiró hace tiempo.
Con el negro horizonte judicial que el PSOE tiene para este otoño, los posconvergentes dan por concluida esta etapa. Creen que el Gobierno irá cabeceando este otoño con cada causa judicial pendiente: el juicio oral contra el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, el procesamiento de Begoña Gómez, la investigación sobre José Luis Ábalos y Santos Cerdán en el caso Koldo… La sensación en el entorno de Puigdemont es que esto no se sostiene y, aunque la competencia de acudir a las urnas sea la única decisión en la que Pedro Sánchez puede demostrar su poder, el objetivo de Junts es sembrar en otros campos ante la convicción de que se acerca un nuevo ciclo político.