Yolanda Díaz maniobra a la desesperada para que el Congreso no vote la jornada laboral
Sumar intentó que UPN no apoyara su inclusión en el orden del día del pleno de la semana que viene

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. | EP / A. Pérez Meca
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha intentado evitar de todas las maneras posibles que el Pleno del Congreso de los Diputados debata la semana que viene las tres enmiendas a la totalidad al Proyecto de Ley de Reducción de la jornada laboral a 37,5 horas. El temor de Díaz a perder la votación, ya que Junts ha afirmado que no va a retirar su enmienda a la totalidad, le llevó a maniobrar para intentar conseguir que UPN frenara en la Junta de Portavoces incluir este punto en el orden del día, según ha podido saber THE OBJECTIVE de fuentes parlamentarias.
Al Ejecutivo de Sánchez se le complica este mes de septiembre el rodillo con el que contaba hasta ahora en las votaciones de la Junta de Portavoces para sacar adelante los temas que se debaten en el pleno de la Cámara Baja. El hecho de que la rotación trimestral haga que UPN ostente la portavocía del Grupo Mixto, como informó este periódico, ha dejado en minoría a la mayoría de izquierdas que apoyó la investidura del presidente del Gobierno.
La soledad del bloque de izquierdas, al inicio del curso político, se reflejó en la primera reunión de este órgano, que fija la agenda de las sesiones plenarias, la primera los próximos días 9 y 10. El 11 se ha suspendido al celebrarse la Diada en Cataluña, una circunstancia nunca acontecida antes.
Los navarros de UPN, junto con el PP y Vox, representan a 179 diputados, frente a los 171 del otro bloque. Al tener un voto ponderado, la alianza de UPN con el PP y Vox hace que tengan en su mano fijar los temas a debatir durante todo el mes de septiembre. Ello explica que este martes hasta cuatro ministros tengan que comparecer en Pleno: Sara Aagesen, Félix Bolaños, Óscar Puente y Fernando Grande-Marlaska.
Lo que más preocupaba este martes al Gobierno era el debate de las tres enmiendas a la totalidad presentadas por el PP, Vox y Junts para tumbar el proyecto de ley que reduce a 37,5 horas la jornada laboral. La falta de acuerdo con la formación que lidera Carles Puigdemont garantiza el éxito de las votaciones y que la Cámara rechace una de las medidas estrella de Sumar. Aunque todo depende de la reunión que mantuvo el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, con Puigdemont en Bruselas, y la posición puede cambiar en estos cinco días, la realidad es que Yolanda Díaz se ha esforzado en frenar el debate.
Las fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que «Sumar se ha estado moviendo con UPN y el PNV» para decirles que «ahora no era el momento de llevar este tema y que le hubiese gustado reunirse con los grupos, ya que tenía pensado hacer una reunión». Otro argumento para intimidarles es que la cuestión no estaba madura y que era mejor dejarlo para otro pleno y abordar el tema con más tranquilidad.
Junts no va «de farol»
Sin embargo, la vicepresidenta no ha podido conseguir su objetivo y la reducción de la jornada laboral será debatida en la sesión plenaria de la próxima semana, después de que el Consejo de Ministros la aprobara el pasado mes de mayo. En ese momento, Junts ya mostró su rechazo a la norma con el argumento de que puede perjudicar «gravemente» la viabilidad de las pymes.
En el texto que justificó la enmienda presentada por Junts en junio, la formación política de Carles Puigdemont reclamó al Ejecutivo «abrir un proceso de diálogo social real y riguroso» que permita evaluar todas las implicaciones de una reforma de esta envergadura y, si procede, presentar una nueva propuesta «basada en la flexibilidad» y con un enfoque «equilibrado y gradual» que dé respuesta a las distintas realidades.
Junts argumentó que la reducción de jornada «responde al acuerdo de legislatura entre Sumar y PSOE, pero no cuenta con la unanimidad de las partes del diálogo social que son los sindicatos y la patronal». Sobre esta enmienda, la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, advirtió en su día que «no va de farol», afirmando que esta iniciativa «dificulta trabajar» e impone una «fiscalización inaceptable» a las empresas.
A pesar de la presión ejercida sobre UPN para evitar que esta cuestión llegue al pleno, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha asegurado recientemente que «se avanza» con Junts para que dé su apoyo a la norma e incluso apuntó que, si es necesario, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, viajará a Bélgica a entrevistarse con Carles Puigdemont.