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Política

Podemos también critica la entrevista de TVE a Sánchez: «No se habló del gasto militar»

Los morados cuestionan al presidente por no haberse referido al «genocidio» en Gaza en la entrevista en TVE

Podemos también critica la entrevista de TVE a Sánchez: «No se habló del gasto militar»

Pedro Sánchez durante la entrevista en TVE.

Críticas a derecha pero también a izquierda. La entrevista de la periodista Pepa Bueno del pasado lunes al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cosecha ataques desde los medios críticos y los partidos de la oposición, pero también desde sectores considerados «socios». Por ejemplo, Podemos. Por un lado, porque según fuentes de esta formación, la periodista tardó cuarenta minutos en preguntar a Sánchez sobre la crisis de Gaza, y el presidente evitó hablar explícitamente de «genocidio». Y en segundo lugar, porque no hubo preguntas directas sobre el aumento del gasto militar, uno de los asuntos más polémicos de los próximos Presupuestos. «No hubo preguntas sobre esto», subrayan fuentes del partido de Irene Montero.

No es un secreto que existen desavenencias entre Sánchez y el partido de Montero y Belarra. En las filas socialistas muestran irritación por la posición frentista de Podemos y llegan incluso a cuestionar la nomenclatura de «socio» para referirse a los diputados de Podemos. El partido morado apoyó la investidura de Sánchez, pero lo hizo cuando formaba parte de Sumar. Después del cisma parlamentario con Yolanda Díaz, Belarra y Montero han apostado por la confrontación directa con el Ejecutivo. Mientras, Pablo Iglesias va deslizando que el Gobierno podría caer de un momento u otro.

Podemos lleva meses en una política de oposición de izquierda al Gobierno. Lo hizo desde el comienzo de la legislatura, cuando sus dardos se dirigieron contra Yolanda Díaz (por ejemplo, en la convalidación del decreto sobre los subsidios a los parados mayores de 50 años). Aunque ahora han puesto en la diana al PSOE; los casos de corrupción que afectan al partido socialista han llevado a Belarra y Montero a calificar a Sánchez de presidente «ilegítimo» y Podemos sube el tono de su crítica para rentabilizar el desencanto del electorado de izquierdas.

Líneas rojas

Hace meses, Podemos decidió que no daría un paso atrás en el debate presupuestario. Este diario lo adelantó en varias informaciones, hasta que el partido preguntó directamente a sus militantes. Los morados han fijado tres líneas rojas para apoyar las cuentas del Gobierno (las primeras desde la pasada legislatura): romper relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, fijar un tope a los alquileres y frenar el incremento del gasto público para el rearme exigido por la OTAN. Podemos cree que Junts per Catalunya sigue enrocado también en el no, y aunque no se fían de los de Carles Puigdemont, los morados se muestran inflexibles sobre sus exigencias.

Esto significa que, a día de hoy, si Sánchez presenta un borrador presupuestario, éste carecería de mayoría parlamentaria. Y la polémica podría desembocar en un adelanto electoral. Podemos ya amaga con esa opción, recordando lo que ocurrió en 2019 cuando ERC fue a tumbar las cuentas. Pepa Bueno preguntó varias veces al líder del Ejecutivo sobre este punto, y Sánchez afirmó que aunque no logre desencallar las cuentas de 2026, su intención es agotar la legislatura. Pero Podemos, al margen de este punto, critica la entrevista de la periodista porque en los 47 minutos de emisión nunca se vinculó esta cuestión a la del rearme. Y esa crítica interna se alimenta en el hecho de que los morados tienen a una persona de su confianza en el consejo de Radio y Televisión Española.

Según los morados, faltaron en la entrevista en RTVE preguntas directas a Sánchez sobre el rearme. Los morados están convencidos de que Sánchez quiere colar en las próximas cuentas un incremento sustancial del gasto militar. Y esto a pesar de la posición del socialista en la última reunión de la OTAN. Con el rearme sobre la mesa, Podemos avisa a La Moncloa de que su posición es definitiva (aunque en el partido deslizan que se podría formalizar una abstención, que en el caso de un voto negativo de Junts u otra abstención de los catalanes sería determinante). En el cuartel general de Sánchez creen que si alcanzan un pacto con Junts, Podemos no tendrá más remedio que alinearse una vez más con el bloque de la investidura.

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