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Un informe pericial certifica que Ábalos sometió a su exmujer a «maltrato», «abuso» y vejaciones

Carolina Perles presentó en 2022 un escrito de un catedrático de psiquiatría junto a la demanda de divorcio

Un informe pericial certifica que Ábalos sometió a su exmujer a «maltrato», «abuso» y vejaciones

Ilustración de Alejandra Svriz.

La exmujer de José Luis Ábalos, Carolina Perles, sufrió «maltrato», «abuso» y «situaciones vejatorias» por parte del exministro de Transportes, según se recoge en un informe pericial al que ha tenido acceso en exclusiva THE OBJECTIVE. La exploración forense, fechada el 1 de abril de 2022, está firmada por un reputado catedrático de Psiquiatría de una de las más prestigiosas universidades públicas de Madrid.

Se trata del informe pericial que aportó Perles al juzgado de primera instancia número 8 de Valencia como anexo a la demanda de divorcio en julio de 2022. Las consideraciones forenses del informe acreditan la existencia de un delito de violencia contra su esposa de manera continuada por parte de quien fuera el hombre fuerte de Pedro Sánchez durante los dos últimos años de relación conyugal, derivada de un «cambio de vida», «ausencias» por alterne con mujeres y fiestas.

En el momento de elaboración del informe pericial referido, Ábalos y Perles mantenían su relación matrimonial, pese a que ella le había solicitado en varias ocasiones el divorcio. Un año antes, en julio de 2021, Perles descubrió que Ábalos mantenía una nueva relación extramatrimonial con Andrea de la Torre, una joven de 23 años. La entonces esposa de Ábalos tuvo conocimiento de esa relación por una fotografía que publicó Alvise Pérez en las redes sociales, mostrando un almuerzo del exministro de Transportes con una joven de cabello rubio en un asador segoviano. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la relación comenzó dos meses antes, en mayo de 2021, cuando Perles fue operada de un cáncer de pulmón, concretamente un linfoma, que le fue diagnosticado a finales de 2020 y por el que tuvo que someterse a tratamiento quimioterápico.

La nueva relación extramatrimonial de su marido llegaba además después de una cascada de infidelidades que había descubierto desde su llegada al Gobierno, una de ellas con Jésica Rodríguez, quien había ejercido como prostituta, como reflejan los pagos por acompañamientos a viajes oficiales hallados en los correos electrónicos a los que tuvo acceso THE OBJECTIVE. Como también desveló este periódico en noviembre de 2021, Ábalos viajó a Guinea con De la Torre en agosto del mismo año, apenas una semanas después de ser destituido por Pedro Sánchez. Perles se marchó a Valencia, contrató un abogado y pidió a Ábalos el divorcio.

El temor de Ábalos a las «repercusiones mediáticas»

El informe pericial desvelado por TO refiere la negativa del exministro de Sánchez a facilitar la separación conyugal, lo cual se enmarca en «una serie de conductas y actitudes vejatorias y amenazantes del marido hacia ella», que van desde las «infidelidades, indiferencia, desprecio y abandono afectivo» a las «vejaciones y amenazas» de forma continuada. En un examen psiquiátrico forense, Carolina Perles relata que «su marido no facilita la separación conyugal a la vez que convive con una jovencita y a la vez que rehúye la separación porque sería un inconveniente para todos por sus repercusiones mediáticas».

El contexto de este temor al escándalo mediático tiene que ver con la publicación de THE OBJECTIVE sobre los motivos de la caída de Ábalos, en noviembre de 2021: su «vida disoluta», fiestas con mujeres y relación con la prostitución. De hecho, en el informe se hace alusión al cambio de «dinámica vital» de Ábalos tras ser nombrado ministro de Fomento en julio de 2018, ocupado en «numerosas reuniones y celebraciones con personas de alto nivel económico con las que empezó a establecer lazos permanentes, llegando el mismo a disfrutar de una vida de lujo, alterne y satisfacciones incompatibles con la vida en pareja, entre las que se incluye la compañía repetida de mujeres en fiestas y las ausencias durante días».

«Miedo paralizante»

Una situación de rechazo a la concesión del divorcio que se mantuvo durante un año, desde que Perles descubre la relación de Ábalos y De la Torre en julio de 2021 hasta que presenta la demanda de divorcio en julio de 2022, tres meses después del citado informe. El motivo de esta demora en actuar legalmente radica en que «Carolina siente un miedo paralizante ante una figura poderosa a la que no se atreve a molestar». Un estado de ánimo derivado de «conductas vejatorias de su esposo o sus actividades ilícitas» que le llevan a un proceso disociativo, lo que en psiquiatría alude a los mecanismos mentales de «desconexión afectiva» de los afectados como si se refirieran a un tercero en lugar de a ellos mismos.

Además, en las consideraciones forenses de este informe de diez páginas se hace alusión al estado de Perles como una mujer frágil que «sabe que la situación que vive es vejatoria y humillante pero no se puede imaginar por sí sola el paso de la separación» por temor a «la venganza de su marido» que «ocasionará su propia destrucción». «La vivencia de miedo y amenaza ante una figura que considera poderosa es auténtica, paralizante y lleva a un discurso afectivamente disociado», un mecanismo que «le proteja del dolor insoportable y del pánico».

«Narcisista y psicopático»

El poder que ejerce Ábalos sobre Perles y el temor que le inspira se refleja también en el perfil psicológico de quien fuera su esposo. Según este reputado catedrático de Psiquiatría, la negativa del ex número tres del PSOE a concederle el divorcio denota «la existencia de actitudes narcisistas y psicopáticas por la otra parte». Narcisistas porque parte de que Ábalos «merece un trato especial (convivir con varias mujeres sin deshacer el matrimonio) y por la desconsideración de los sentimientos del otro». «Y psicopáticos por la sensación de poder que le permite imponer la humillación sobre el otro».

De las cinco horas de examen psiquiátrico forense del estudio, el experto aclara que no se pretende determinar la veracidad de los hechos que relata la paciente, pero sí advierte que «ante una situación clínica que conlleva daños o lesiones, físicas o psíquicas, es función y obligación de médico alertar preventivamente ante la posible existencia de agresiones».

En este sentido, certifica que «el relato afectivamente disociado que hace Carolina de una serie de hechos que en sí mismos llevarían una alta carga agresiva conduce a la constatación de un marcado daño psíquico en la paciente». La exploración psíquica concluye por tanto que «se objetiva un sufrimiento psíquico auténtico, incluso minimizado por mecanismos disociativos, con una vivencia de temor paralizante ante una situación conyugal que conlleva una vejación sostenida». Una situación que se describe como «una situación de maltrato sostenido» derivada de una «relación asimétrica de poder entre los cónyuges».

Perles presentó el informe al juez

Según señala el punto 5 de las conclusiones del informe pericial, «la combinación de temor, inhibición, autoimagen devaluada, incapacidad, indefensión y desesperanza son compatibles con una posible situación de abuso mantenido». Un diagnóstico al que es ajena la propia Carolina Perles: «La paciente no es del todo consciente del daño psíquico que padece» (punto 4), por su voluntad de «minimizarlo con mecanismos de disociación afectiva» y por el «miedo paralizante al poder socioeconómico de su cónyuge y a sus represalias» (punto 3).

La defensa de Perles solicitó este informe pericial por una situación reiterada de amenazas y coacciones sobre su cliente, que encaja con las que en estos momentos está viviendo por parte de Ábalos para evitar la emisión del documental que Telecinco pretende emitir este lunes 8 de septiembre.

Su letrado presentó el informe, como anexo a la demanda de divorcio, al juzgado de primera instancia número 8 de Valencia en julio de 2022. Junto a ello, solicitó al juez que diera traslado al Ministerio Fiscal por si viera motivos para trasladarlo a los juzgados de violencia contra la mujer de Valencia. La convicción de su letrado era que podía existir un caso de violencia de género, pero Perles se negó a formalizar denuncia para evitar el coste personal sobre los dos hijos del matrimonio. Apenas dos meses después, Ábalos aceptó un acuerdo para evitar que el informe viera la luz, permitiendo un acuerdo liquidatorio. La demanda contenciosa de divorcio se transformó en un procedimiento de mutuo acuerdo en octubre de 2022.

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