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Política

Junts mantiene su 'no' a la reducción de la jornada laboral y la financiación de ERC

Los de Puigdemont desconfían de la proposición para que Cataluña pueda recaudar el IRPF

Junts mantiene su ‘no’ a la reducción de la jornada laboral y la financiación de ERC

Miriam Nogueras, Jordi Turull y Carles Puigdemont. | Europa Press

Junts per Catalunya podría ocasionar el próximo miércoles la primera derrota al Gobierno en el inicio de este curso tras el fin del verano. Los posconvergentes mantienen su enmienda a la totalidad al proyecto de ley que abandera la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para reducir la jornada laboral a 37,5 horas. Aunque mantiene su estrategia de no desvelar el sentido de su voto y las negociaciones con Sumar siguen abiertas, fuentes del partido consultadas por THE OBJECTIVE no ven «a día de hoy» margen para «dar apoyo a la medida».

El partido de Carles Puigdemont se quita la presión de encima si la medida no prospera. Consideran que fue un «un error en la junta de portavoces» de Sumar que la iniciativa se tenga que votar ahora de forma precipitada. Además, el vicepresidente y portavoz de Junts, Josep Rius, ha matizado este lunes las palabras de Díaz sobre que negocia directamente con Puigdemont al afirmar que dichas las negociaciones las lleva el equipo del partido en Madrid pese a que, «ocasionalmente, ahora y hace tiempo, ha habido algún mensaje» entre el líder del partido y la líder de Sumar.

En Junts creen que la reducción a las 37,5 horas puede ser contraproducente para el tejido empresarial y productivo catalán, formado principalmente por pequeñas y medianas empresas. Y ve riesgo de que cierren: «Muchos trabajadores puedan pasar de 40 horas a 0 horas» si estas empresas, a diferencia de las grandes empresas, «no pueden asumir» la reducción. Rius expresaba su voluntad de que «la gente tenga más tiempo para conciliar, pero no a costa de perder puestos de trabajo».

El «humo» del Gobierno

Como informó THE OBJECTIVE, Junts per Catalunya está enrocado en el ‘no’ a las distintas iniciativas del Gobierno. Ni se abre a apoyar la llamada ley Bolaños ni los Presupuestos Generales del Estado. Puigdemont está a la espera de lo que suceda este otoño o invierno en el Tribunal Constitucional respecto a la amnistía y, por este motivo, tampoco ve cerca una nueva convocatoria electoral.

No obstante, las informaciones que han aparecido sobre los presuntos casos de corrupción que afectan al PSOE y al Gobierno han propiciado que Junts sea más cauteloso respecto a apoyar al Ejecutivo. Algunos dirigentes nacionalistas ven a Sánchez de salida y aunque no quieren ser ellos quien tumbe al Ejecutivo tampoco se quieren quemar manteniéndose alienado con los partidos del bloque de investidura. Irán por libre y solo respaldarán al Ejecutivo si creen que les conviene y es bueno «para Cataluña».

«Concierto económico»

Esta posición de Junts respecto a los partidos que conforman el Gobierno es similar a la que mantiene con ERC. Los posconvergentes desconfían de la proposición de ley que ha registrado ERC en el Congreso para habilitar legalmente a las comunidades autónomas de régimen común para poder recaudar el IRPF.

Junts defiende que Cataluña necesita el «concierto económico» y quieren «la llave de la caja». Su objetivo es de máximos y pasa por poder gestionar y decidir sobre todos los impuestos que pagan los catalanes y no solo la parte que afecta a la recaudación. A este respecto, como con la quita de la deuda que Oriol Junqueras negoció directamente con el Gobierno, creen que acabará siendo un «café para todos» sin ninguna singularidad para Cataluña.

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