Un sindicato catalán minoritario recaudó 3,3 millones de euros para la flotilla de Colau
El sindicato activó dos campañas de financiación, una global y otra en España, para buscar financiación

La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en una de las embarcaciones de la Global Sumud Flotilla. | Europa Press
Un sindicato catalán, la Intersindical Alternativa de Catalunya, ha ejercido un papel clave a la hora de buscar y obtener la financiación para el movimiento Global Sumud Flotilla, que zarpó de Barcelona hacia Gaza con la participación de Ada Colau y Greta Thunberg. El sindicato, el quinto por representación y activo solo en el ámbito catalán, convocó dos campañas de financiación -una global y otra nacional- a través de las cuales captó 3,2 millones de euros y 123.344 euros, respectivamente. Con ese dinero se pudo asegurar la salida de una treintena de barcos desde el puerto de Barcelona, centro neurálgico de la misión de la flotilla, con rumbo a Gaza. La campaña permitía donaciones anónimas, y en Israel buscan vinculaciones entre este movimiento y organizaciones islamistas. El sindicato ha evitado contestar a las preguntas de este diario.
La Intersindical Alternativa de Catalunya es la entidad promotora de dos campañas de mecenazgo a través de la web Chuffed.org. En ambas aparece el mismo mensaje, en una en inglés y en la otra en español, para explicar la iniciativa de la Global Sumud Flotilla y pedir donaciones para llevarla a cabo. «Tras una movilización masiva en junio de 2025 y nuestros intentos de romper el asedio por mar con el barco Madleen, por tierra con el Convoy Sumud y por aire con miles de participantes en la Marcha Global a Gaza en El Cairo, los organizadores de estas tres iniciativas decidieron dar un paso más: lanzando una nueva misión que movilice estructuras, una a la gente y siembre la semilla de un futuro movimiento internacionalista de masas», reza el mensaje publicado para buscar apoyo ciudadano.
«A medida que el genocidio en Gaza empeora día tras día y los gobiernos e instituciones siguen fallándole al pueblo palestino, los pueblos libres de todo el mundo continúan haciendo todo lo posible por mantener la solidaridad y construir una movilización global que ponga fin a esta horrible violación, perpetrada por el proyecto racista y colonial del régimen sionista israelí, con el apoyo económico, político y militar del imperialismo estadounidense», añadía el mensaje publicado por este sindicato catalán.
Dos campañas de financiación
La organización hablaba del «asedio ilegal por mar, tierra y aire» de Gaza, y explicaba que su objetivo era «abrir un corredor humanitario que permita finalmente a países, organizaciones e instituciones internacionales no cómplices de este genocidio proporcionar la ayuda que el pueblo palestino necesita con máxima urgencia». «Te necesitamos», destacaba el mensaje en el que se pedía ayudas económicas para armar la flotilla.

Estos mensajes aparecen en la web que alojó la campaña de financiación. Y en ambos casos, aparece el nombre del sindicato catalán como promotor (la web recoge su nombre con la fórmula «By Intersindical Alternativa de Catalunya, Spain»). Este diario se puso en contacto telefónico y por correo electrónico con la Intersindical Alternativa de Catalunya para conocer si este dinero sirvió para la compra o el alquiler de los barcos, o para la adquisición de material humanitario. Pero la entidad ha rehusado contestar a las preguntas formuladas.
Sí se sabe que una delegación de este sindicato viaja en este momento hacia Gaza entre los barcos que salieron del puerto de Barcelona el 31 de agosto, y que de momento se encuentran entre Túnez y Malta. Expertos independientes que están investigando el flujo de dinero que está llegando a estas organizaciones «humanitarias» señalan este sindicato catalán como uno de los catalizadores del dinero para la flotilla. Y argumentan en un informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE que detrás del comité organizador de la flotilla se encuentran activistas con vínculos y afinidades con Hamás, Hezbolá y los Hermanos Musulmanes.
Sindicato para funcionarios
Miembros del Gobierno de Israel también han avisado a los activistas de que esta vez pueden considerarlos como colaboradores del terrorismo de Hamás, e investigan si detrás de todos ellos se halla el dinero de Irán u de otros países satélites interesados en desestabilizar el área de Oriente Miedo. El nombre de la Intersindical Alternativa de Catalunya aparece como una de las entidades más activas en la financiación de protestas como la de la flotilla, y no es de excluir que los grupos interesados en detectar presuntos vínculos financieros entre grupos activos en Occidente (concretamente en España) y filiales del islamismo radical hayan puesto la lupa sobre este reducido sindicato catalán.
Según la propia web de la Intersindical Alternativa de Catalunya, el sindicato nació en 1997 y cuenta con poco menos de mil delegados en toda Cataluña. Su actividad se centra en atraer a trabajadores de la administración pública regional: enseñanza, servicios administrativos de la Generalitat, sanidad y universidad. Pero a pesar de su énfasis en la política local y de su reducido tamaño, esta organización pudo lograr 3,3 millones de euros en ayudas ciudadanas para colaborar en el lanzamiento de una flotilla que aspira a llegar a Gaza antes de final de mes.
El plan de la flotilla es condicionar el debate público internacional para lograr una condena unánime a Israel. Este es el objetivo del grupo, puesto que en cuanto a la ayuda humanitaria su aportación resulta irrisoria si comparada con los centenares de camiones que entran a diario en la franja de Gaza bajo la supervisión del propio Israel: tan solo el pasado martes, entraron 233 convoyes según datos oficiales. Israel también cuestiona la gestión de ese material humanitaria por parte de Hamás después de su entrada en la franja.
Israel justifica su invasión por el ataque sufrido el 7 de octubre de 2023, cuando centenares de milicianos de Hamás entraron en territorio israelí y durante unas 12 horas sembraron el caos. Se dedicaron a irrumpir en pueblos y aldeas, asesinando a 1.400 personas y secuestrando a centenares de rehenes, algunos de los cuales siguen retenidos en los túneles de la franja. Israel lanzó una operación militar para rescatar a los rehenes y acabar con la organización terrorista. Los activistas tachan esta operación de «genocidio». Israel habla de operación militar para aniquilar a Hamás.