The Objective
Política

Vox apuesta por Carlos Pollán como candidato en Castilla y León tras la fuga de cargos

El partido cree que no importa el candidato a la presidencia de Castilla y León y que el poder radica en la marca

Vox apuesta por Carlos Pollán como candidato en Castilla y León tras la fuga de cargos

El presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán (i) y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (d). | Europa Press

El año 2025 comenzó mal para Vox, precisamente por lo que sucedió en Castilla y León. El pasado mes de enero el partido sufrió en la región una auténtica rebelión interna, con cargos sublevados contra sus respectivos Comités Ejecutivos Provinciales (CEP), con dos diputados abandonando el grupo, y con Juan García-Gallardo, ex vicepresidente de la Junta, dimitiendo y cargando a posteriori contra la cúpula porque «no cuida el capital humano». Pese a que la dirección nacional asegura no arrepentirse de la salida del joven dirigente, al que acusa de insubordinado, la situación de la formación en esta autonomía sigue sin ser idílica.

El desmembramiento ha sido paulatino. Seis meses después de que comenzara la desbandada, en julio Vox dejó de tener representación en la Diputación de Salamanca tras la marcha de Celestino del Teso por discrepancias con la dirección, a la que acusó de «avasallamiento personal» y «opacidad». Con la situación algo tensa en la región, y con la moral de algunos miembros baja, el partido entiende que el candidato idóneo para las elecciones del próximo 15 de marzo es Carlos Pollán, actual presidente de las Cortes regionales.

El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox aún no ha tomado la decisión, pero fuentes cercanas a la cúpula confirman que Pollán es el preferido por su perfil institucional, así como por su buena sintonía y comunicación con Bambú, sede central del partido. Con Gallardo, algo más conflictivo, fuera y sin más perfiles de peso públicamente, más allá del portavoz parlamentario David Hierro, el presidente de las Cortes es una figura ya promocionada y que encaja bien con el electorado de derechas en Castilla y León.

La campaña

También confirman que llevan un tiempo confeccionando la campaña: «Llevamos ya un año preparados en todo lo que se refiere a formación electoral, reserva de espacios, planificación de mítines… Hemos aprendido mucho estos años y la jefatura nacional electoral ha hecho un trabajo muy serio». En esta la presencia de Santiago Abascal y su entorno más cercano será fundamental, como lo fue en la de 2022, por el perfil bajo del candidato. Sin embargo, el partido deja claro que la apuesta es por la marca, ofreciendo soluciones en materia agroindustrial a los trabajadores del campo y denunciando las políticas climáticas de PP y PSOE que han propiciado los incendios que se han cebado este verano con la región.

La campaña contra los populares será dura. De hecho, este miércoles David Hierro ha cargado contra el PP por revelar prematuramente la cita electoral, acusándole de «no distinguir entre el Gobierno y el partido» y de haber «perdido el norte». Para más inri, el portavoz de los de Abascal en las Cortes de Castilla y León ha dejado en el aire un futuro Gobierno de coalición con Mañueco, recordando que «lleva mucho tiempo despreciando a Vox» y que, «al final, todo cuenta» ante posibles pactos postelectorales.

Tratar de igualar 2022

Las expectativas electorales pasan por recoger el descontento con los dos grandes partidos tras los incendios, que calcinaron más de 166.000 hectáreas en la región. Pero esto no sería suficiente, a priori, para igualar los excelentes resultados que cosechó Vox en 2022, cuando obtuvo el 17.64% de los votos. Las últimas encuestas, hechas tras los incendios, apuntan al 16%, lo cual ya supone un auge considerable con respecto a meses anteriores, en los que la caída del partido en la región como consecuencia de las batallas internas y de la falta de un rostro visible fue tremenda.

Pese a las vicisitudes que ha sufrido Vox en la región este año, el partido las da por superadas, a la vista de que los críticos se fueron sin hacer demasiado daño. En quien Bambú sí tiene fijada la mirada es en Juan García-Gallardo, quien últimamente es crítico con ciertos postulados de su ex partido –tales como su adhesión inquebrantable a Israel o su defensa de la inmigración iberoamericana-. Temen que estas críticas sean cada vez menos veladas y centren atención mediática durante la campaña.





Publicidad