Sumar y Podemos pugnan ahora por quién conmemora más al FRAP
Sumar pide homenajes oficiales y el consejero de RTVE afín a Podemos presenta un libro sobre el grupo terrorista

Yolanda Díaz y Ernest Urtasun de Sumar.
El choque entre Sumar y Podemos ha llegado hasta la historiografía. El próximo 27 de septiembre será el 50 aniversario de las últimas ejecuciones ordenadas por el régimen de Francisco Franco. Fueron fusilados dos miembros de ETA y tres del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), una organización terrorista que dijo inspirarse en el antifranquismo, comunismo y republicanismo y que en sus cinco años de actividad (desde 1973 hasta 1978) fue responsable de cinco asesinatos. Cincuenta años después de esa sentencia, y décadas después de que los miembros del FRAP desaparecieran del marco cultural de la izquierda, Sumar y Podemos pugnan ahora por su memoria.
Sumar ha presentado esta semana en el Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley (PNL) en la que pide a la Cámara Baja «homenajear y recordar apropiadamente a todas las personas que fueron ejecutadas durante la dictadura». Eso incluye a los dos miembros de ETA y los cinco del FRAP sentenciados hace 50 años, mencionados explícitamente en la propuesta parlamentaria.
«El 27 de septiembre de 1975 en las poblaciones de Hoyo de Manzanares (Madrid), Barcelona y Burgos, fueron ejecutadas por fusilamiento cinco personas: Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez-Bravo, Ramón García Sanz, Jon Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui», reza el documento que lleva la firma de varios diputados de Sumar, y que propone «promover un acto institucional de reparación y reconocimiento general para todas las personas ejecutadas en España por razones políticas, ideológicas, de conciencia o creencia religiosa o de orientación e identidad sexual en el que participen representantes de los grupos parlamentarios, agentes sociales y asociaciones de memoria democrática, entre otros colectivos», con especial énfasis en los nombres mencionados. Se trataría, en opinión del grupo político liderado por Yolanda Díaz y coaligado del PSOE en el Gobierno, de algo «imprescindible».
Marco simbólico
El afán de Sumar por recordar la memoria de las víctimas del franquismo, aunque pertenecieron a bandas armadas o terroristas como es el caso del FRAP (los integrantes del grupo después de su disolución acabaron en el GRAPO, responsable de otros 93 asesinatos), puede resultar algo novedoso. Aunque se enmarca en un choque con Podemos que trasciende la función legislativa del Congreso y que desemboca ya en el marco simbólico-cultural de la izquierda radical, que los afines al Gobierno definen como «izquierda a la izquierda del PSOE».
Prueba de ese choque es que en coincidencia con el aniversario de las ejecuciones del régimen de Franco, el consejero de cabecera de Podemos en Radio Televisión Española (RTVE), Mariano Muniesa, participará en la presentación de un libro sobre la actividad del FRAP que se celebrará en el bar de Pablo Iglesias, la Taberna Garibaldi. El encuentro se celebrará el próximo 27 de septiembre, y participarán Inmaculada Pardo Acosta y Manuel Blanco Chivite. Este último era conocido como jefe y encargado de reclutar a militantes para formar a los grupos de combate del FRAP y uno de los coordinadores del grupo en Madrid.
Muniesa presentará el libro 27 de septiembre 1975: los últimos fusilamientos de la dictadura franquista en calidad de miembro de «Podemos cultura», dejando claro el vínculo con el partido a pesar de su presencia en el nuevo Consejo de RTVE que fue aprobado en la polémica sesión parlamentaria mantenida pocas horas después de la inundación de Valencia con la dana.
Sector radical
Sumar en el Congreso y Podemos en la Taberna Garibaldi pugnan así por homenajear a los miembros del FRAP ejecutados por Franco. Y aunque en el caso de Podemos se puede concluir que esa asociación es más lógica, por el pasado del padre de Pablo Iglesias y el choque que éste mantuvo en el Congreso sobre esa historia, en el caso de Sumar representa una novedad que revela la voluntad del grupo liderado por Yolanda Díaz de disputar a los morados su espacio político y cultural más radical.
El caso de la reacción ante la invasión de Gaza representa otro ejemplo de este duelo en la izquierda. Podemos fue el primer partido en hablar de «genocidio» y en lanzar ataques directos a Israel que los dirigentes de Sumar no consideraron convenientes. Fuentes del grupo de Díaz sostienen que algunos miembros destacados del grupo parlamentario aconsejaron tener cautela sobre ese asunto. El propio Íñigo Errejón, en sus años en Podemos y posteriormente, consideró la cuestión de Palestina y Gaza como un asunto de «vieja izquierda». Con el boicot a la Vuelta a España ocurrió algo parecido: Podemos decidió lanzarse a la interrupción de la carrera ciclista, y Sumar se sumó al carro de las protestas solo después de su bloqueo.
Ahora, los postulados de cierta «vieja izquierda» parecen haber vuelto al tablero gracias a la confrontación entre Sumar y Podemos por el espacio radical y los giros emprendidos por el PSOE. Todo se mueve hacia ese lado, y después de Gaza quedará por ver qué posición mantendrá Sumar en asuntos como el rearme impuesto por la OTAN, otra bandera de Podemos. Mientras tanto, la batalla entre los dos sectores se libra ahora también en el espacio de la historia, con la conmemoración de tres miembros de un grupo armado, el FRAP, ejecutados por Franco y responsables del asesinato de un Policía Nacional y un Guardia Civil.