PP, Vox y Podemos tumban la ley de PSOE y Junts que cedía la política migratoria a Cataluña
Dos diputados de Sumar rompen la disciplina de voto en la tercera derrota parlamentaria del Ejecutivo en dos semanas

La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras.
Dura derrota parlamentaria para el Gobierno. Su proposición de ley consensuada con Junts para ceder las competencias en inmigración a Cataluña, tal y como defendía Carles Puigdemont, ha sido rechazada por el pleno del Congreso de los Diputados con los votos en contra de PP, Vox, Podemos y UPN. Incluso en Sumar ha habido división interna: su diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, y el de Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, rompieron la unidad de voto de su grupo al no apoyar la toma en consideración del texto pactado entre socialistas y neoconvergentes.
El texto decayó con 173 votos a favor y 177 en contra. Las formaciones independentistas se quejaron en el debate previo por mezclar esta delegación de competencias a una comunidad autónoma con el discurso de las formaciones conservadoras en contra de la llegada de inmigrantes. Esta votación supone la tercera derrota parlamentaria del Gobierno en apenas dos semanas.
Por otro lado, la norma ha sido avalada por los votos de los partidos proponentes -PSOE y Junts- y los socios habituales del Gobierno: Sumar -a excepción de Ibáñez y Pueyo-, ERC, EH Bildu, PNV, BNG, CC y la diputada de Compromís Àgueda Micó.
El Gobierno aseguró antes de la previsible derrota en la Cámara Baja que va a «seguir trabajando» por el pacto entre PSOE y Junts en materia de inmigración, por el que se delega la competencia de migración a Cataluña. «Vamos a seguir trabajando, en este caso con Junts, pero también con el resto de los grupos parlamentarios para seguir mejorando y consolidando el autogobierno. En este caso hablamos de Cataluña, de esa delegación de competencias, pero desde luego la posición del Gobierno es seguir trabajando en esa dirección de la mejora del autogobierno», ha insistido la portavoz, Pilar Alegría.
Preguntada por si la negativa de Podemos a llevar adelante el pacto tendrá repercusiones en el agotamiento de la legislatura, Alegría ha admitido que «la complejidad parlamentaria» es la que lleva a «hablar, debatir y dialogar» con todas las fuerzas parlamentarias. «En esta legislatura se han aprobado 44 leyes. Busquen ustedes en distintos parlamentos autonómicos, donde desde luego no tienen esa complejidad parlamentaria y en muchos casos no llegan ni a 10 las leyes aprobadas», se ha defendido en la rueda posterior al Consejo de Ministros.
La ruptura de la unidad dentro de Sumar sobre esta cuestión fue la puntilla para el Gobierno. El único diputado fiel de Compromís dentro del grupo de Yolanda Díaz adelantó que no facilitaría con su voto la toma en consideración de esta iniciativa por considerarla «racista». El mismo argumento que Podemos. «El voto está más cerca del no que de la abstención», señaló Ibáñez unas horas antes de la votación.
El representante de Compromís explicó que, si bien su partido considera que la proposición de ley es «completamente constitucional» y no tiene ningún problema con que las comunidades autónomas ganen autogobierno, en este caso no consideran que se esté votando «meramente un tema competencial». En cambio, el parlamentario de Chunta Aragonesista, Jorge Pueyo, del mismo grupo y que no había adelantado el sentido de su voto, finalmente también ha dicho ‘no’ a la propuesta.
En otra rueda de prensa, la portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, restó importancia a la división de voto en su grupo porque ya contaban con que esta proposición de ley no saliera adelante. No obstante, comentó que esta norma supone una trasferencia de competencias con la que está de acuerdo, al defender el estado plurinacional y confederal, y no comparte la opinión de quienes piensan que esta iniciativa oculta «algo más detrás». Por ello, dejó caer que hay personas de su grupo, refiriéndose a Ibáñez, «que quieren manifestar públicamente una posición a través del voto, seguramente innecesario, pero respetable desde el punto de vista político».