PSOE y Sumar acaparan el 26% de los ataques a la libertad religiosa registrados en 2024
El Observatorio para la Libertad Religiosa señala su «preocupación» por la «radicalización» anticristiana del Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados. | Agencias
A lo largo de 2024, se documentaron 243 ataques a la libertad religiosa, un 25% más que en 2023, cuando se detectaron 195. La mayoría de ellos fueron dirigidos hacia los católicos, que recibieron 168, el 69% del total. De estos, 64, el 26,33%, fueron cometidos por PSOE (39) y Sumar (25). Así lo recoge el Informe de Ataques a la Libertad Religiosa en España 2024, publicado este martes por el Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC), que recoge «un preocupante aumento tanto en el número como en la gravedad de los incidentes registrados».
Lo llamativo es que muchos de estos ataques han procedido de los partidos políticos, responsables de 87 casos. Esto significa que más de un tercio de los casos registrados tiene su origen en «declaraciones, iniciativas legislativas, actuaciones o mensajes emitidos por representantes políticos o formaciones parlamentarias». «Este dato refleja una grave responsabilidad institucional en el deterioro del clima de respeto hacia la libertad religiosa en España», remarca María García, presidenta del observatorio.

El PSOE es causante de 39 casos, y Sumar de 25, muy por delante del resto de partidos. «El hecho de que los dos partidos que integran el Gobierno de España lideren la lista de responsables de ataques a la libertad religiosa es, una vez más, motivo de preocupación. La radicalización de ciertos discursos políticos desde el Ejecutivo está teniendo consecuencias directas en la proliferación de actos de intolerancia y odio religioso, en especial contra la religión mayoritaria, la católica», advierte la presidenta del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia.
Entre estos ataques perpetrados por los socialistas destacan, sobre todo, derribos de cruces e insultos a la religión católica, como cuando la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, llamó «ultraderechista» al arzobispo de Toledo o cuando José Luis Rodríguez Zapatero se mofó en un mitin de quienes rezaban cada tarde el Rosario en la calle Ferraz. En cuanto a Sumar, destacan los ataques a la Religión como asignatura.
El informe subraya que la violencia física contra creyentes se ha duplicado en un año, pasando de 3 a 6 casos. «No podemos olvidar el asesinato de un fraile en Gilet, Valencia, en noviembre. Es el segundo asesinato a un católico en dos años. Hace un año remarcábamos, en el Informe correspondiente a 2023, que era la primera vez que teníamos que registrar un hecho de estas características. En este informe, que recoge los casos de 2024, se vuelve a repetir la muerte violenta de un cristiano en nuestro país», explica María García, presidenta del Observatorio para la Libertad Religiosa.
Los cristianos, los más afectados
Los cristianos siguen siendo los más afectados: 168 ataques (69% del total), de los que 136 fueron dirigidos contra católicos. El antisemitismo también creció de forma alarmante, con 29 casos (un 38% más), lo que supone un incremento del 867% desde 2022. Los ataques a musulmanes también se incrementaron (de 7 a 11 casos), pero siguen siendo minoritarios. Por autonomías, Andalucía, con 28 casos, Madrid, con 26, y Cataluña, con 25, son las que más ataques a la libertad religiosa registraron.
El Observatorio insta a los poderes públicos a tomar medidas urgentes para proteger los lugares de culto y símbolos religiosos, garantizar la libertad de manifestación de la fe y erradicar el laicismo beligerante y el odio antirreligioso desde las instituciones. También pide a los partidos y gobiernos que mantengan la protección penal frente a las ofensas religiosas, respeten los tratados con las confesiones y promuevan campañas de respeto y formación en libertad religiosa.
«Los datos de 2024 reflejan un deterioro general del derecho a la libertad religiosa en España. Es urgente que las autoridades actúen para revertir este clima de hostilidad y garantizar que ningún ciudadano sea discriminado o atacado por sus creencias», concluye María García, presidenta del Observatorio.