Los Eurofighter españoles tienen 15 minutos para proteger a Lituania de los cazas rusos
La urgencia es vital para interceptar cualquier aeronave o dron sin identificar en los cielos del país báltico

Dos Eurofighter españoles de la misión aliada Vilkas en Lituania. | Foto: Flickr M.Defensa
Un pitido seco y similar al de las alarmas rompe el silencio en la base aérea lituana de Siauliai. En cuestión de segundos, un par de vehículos del contingente español de la misión aliada Vilkas trasladan a toda velocidad a dos pilotos a los hangares. Allí se alinean los ocho Eurofighter que el Ministerio de Defensa ha enviado a este país báltico para proteger el flanco oriental de la OTAN.
Esa zona central de Lituania es un punto caliente entre los aliados y Rusia ya que Moscú envía aviones militares y drones a diario a su enclave de Kaliningrado, la antigua capital prusiana de Königsberg cedida a Stalin tras la Segunda Guerra Mundial. Cada vez con más asiduidad, desde el Kremlin se decide provocar a los Estados bálticos con incursiones furtivas a través de sus espacios aéreos para ver cómo es la respuesta aliada.
En el caso de los cazas españoles Eurofighter, el tiempo que transcurre entre el aviso de la presencia de naves rusas sospechosas y el despegue de la base de Siauliai es de menos de 15 minutos. En ese breve lapso de tiempo, los pilotos comprueban dentro de la cabina que sus 60 computadoras están operativas, mientras en tierra los operadores verifican que los potentes motores rinden al máximo.
Este miércoles se ha realizado un ‘Tango Scramble’ o entrenamiento con motivo de la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la que su homóloga lituana, Dovilė Sakalienė, no dudó en pedir a su invitada que los Eurofighter derriben cazas y drones rusos si entran en su espacio aéreo. «El nivel de esta agresión (rusa) está aumentando, se debería pasar de la policía aérea al concepto de defensa aérea y se debería dimensionar la amenaza real», señaló en una rueda de prensa que fue interrumpida en un momento dado por el zumbido de cazas aliados pasando sobre sus cabezas. Y es que cuando Rusia opta por provocar, la orden que se transmite desde los cuarteles aliados a la base es un ‘Alfa Scramble’.
La salida de los dos cazas del hangar y su recorrido por la única pista de la base antes del estruendoso despegue apenas consume un par de minutos. La urgencia es vital para interceptar cualquier aeronave o dron sin identificar en el espacio aéreo del país de los lagos. Cada caza se eleva a los cielos lituanos con unos segundos de diferencia entre uno y otro. El teniente coronel Francisco Holgado, jefe del contingente español en Vilkas, que significa lobo en lituano, detalla desde tierra a los periodistas que los aparatos tienen una autonomía máxima de 140 minutos para ‘ahuyentar’ a los aparatos rusos y regresar a la base. Si lo hacen a una cota baja, aún en menos tiempo porque el combustible se termina antes.
A diferencia de otras misiones de patrullaje aéreo en el pasado, como la de 2018, en la que el citado Holgado ya participó, ahora un A400M ayuda a los Eurofighter con reabastecimientos en vuelo que les permite estar más tiempo en el aire sin tener que aterrizar. Además, la Hungría de Viktor Orban vigila con sus Gripen de origen sueco otro sector de Lituania.
La misión española cuenta en la actualidad con 154 militares para los ocho cazas desplegados en Vilkas, mientras que el A400M requiere de un mínimo de 40 efectivos que van rotando de forma periódica. Holgado admite que la interceptación más difícil es con los drones, ya que vuelan más bajo, más despacio y generalmente de noche. En muchas veces no da tiempo ni a identificarlos, sobre todo en una zona de Europa en la que la meteorología es adversa y cambiante.
Para los pilotos españoles esta misión es una «gran oportunidad» para su adiestramiento, en una zona de operaciones «óptima» y con una zona de tiro a su disposición. En noviembre, los Eurofighter serán sustituidos por los F-18, un escenario que preocupa a Lituania, ya que el Gobierno español planea transferir dos de los ocho aparatos a la vecina Polonia para la nueva misión Centinela que la OTAN quiere poner en marcha tras el último desafío ruso con drones.
En todas sus misiones de interceptación de aviones rusos en Lituania, los cazas españoles son alertados por el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de Uedem (Alemania), para efectuar el reconocimiento, identificación y, si procede, neutralización de los objetos aéreos que se detectan en su zona de responsabilidad.
«Ya no se necesita permiso político»
Sakalienè hizo hincapié ante Robles que el Parlamento lituano aprobó este martes una nueva legislación que permite «una reacción más rápida» si hay alguna violación del espacio aéreo. «Se va a poder cerrar (el espacio aéreo) de manera inmediata con el fin de que el daño sea mínimo a las personas. Ya no se necesitará el permiso político para el derribo», explicó con firmeza.
La ministra lituana se quejó ante la prensa «de las continuas interferencias» que sufre la aviación civil que sobrevuela Lituania, un hecho que pudo comprobar la propia Robles en su viaje de Madrid a Siauliai. La titular de Defensa replicó a renglón seguido que es «muy consciente» de la actividad rusa en la zona y mostró su «orgullo» por la «gran misión» que los militares españoles «están realizando y que van a seguir haciéndolo».
Sakalienė agradeció la contribución española en la defensa de Lituania tras recordar que nuestro país fue el primer país aliado en mandar aviones de combate al Báltico cuando empezó el patrullaje aéreo de los aliados. Eso sí, dejó claro que Rusia «está poniendo a prueba a la Alianza Atlántica» con la reciente incursión de drones en Polonia. Por ello, destacó que la «solidaridad» de España «es muy importante en este momento» y se ha mostrado convencida de que la nueva misión ‘Centinela’ que la OTAN está preparando no supondrá una merma para su pequeño país. «Los ocho (Eurofighter españoles) van a seguir defendiendo el espacio aéreo de Lituania», enfatizó a los medios con Robles a su lado bien atenta.