Vox calcula que un inmigrante africano le cuesta al Estado 423.000 euros a lo largo de su vida
Un informe de Disenso denuncia que la inmigración no cualificada es incompatible con el Estado del bienestar

Ilustración de Alejandra Svriz.
Un hombre de origen africano que nace en España, hace sus estudios en un centro público, empieza a trabajar a los 22 años y cobra el salario medio para alguien de su procedencia (20.060 euros), se jubila a los 66 y cobra la correspondiente pensión. Muere a los 90. A lo largo de su ciclo de vida, su contribución neta al Estado ha sido negativa: –422.946 euros. Esa es una de las conclusiones que arroja el informe La inmigración y su impacto económico negativo en el Estado de bienestar, hecho por la Fundación Disenso, que preside Santiago Abascal, y que ha sido presentado este jueves por Vox en el Congreso de los Diputados.
El documento ha sido elaborado con el objetivo de desmontar el argumentario del Gobierno, que dice que la llegada masiva de inmigrantes es necesaria para salvar el sistema de pensiones. Al contrario, argumenta el think tank de Abascal, «estos inmigrantes también se jubilarán y requerirán pensiones y otros servicios públicos, por lo que es necesario calcular su aportación neta al Estado». Es decir, distinguir entre inmigración cualificada y no cualificada, que tiene un «impacto fiscal negativo».
En este sentido, el informe cuantifica la aportación de cada inmigrante al Estado: los ingresos que suponen vía cotizaciones sociales e impuestos directos e indirectos frente a los gastos que suponen a las arcas públicas. Y plantea tres escenarios. En el primero, un africano llega a España con 18 años, empieza a trabajar inmediatamente y cobra el salario medio para alguien de su procedencia, trabaja hasta los 66 y cobra la pensión hasta fallecer a los 90. Este arquetipo supone un aporte negativo de 158.044 euros.
En el segundo escenario, un hombre de origen africano nacido en España empieza a trabajar con 22 años. Su contribución es de -422.946 euros; si llega con su mujer a los 18 años y tiene dos hijos aquí, la contribución de la familia es de -1.496.502 euros. «La inmigración no cualificada tiende a generar mayores gastos a largo plazo y una contribución negativa. Este es el grueso de la inmigración que ha recibido España», dice el informe presentado por el jefe de Estudios y Formación de Disenso, Ricardo Ruiz de la Serna, y el secretario general del grupo parlamentario de Vox, José María Figaredo.

Las simulaciones realizadas por Disenso indican que para que un inmigrante tenga una aportación positiva a las arcas públicas, su salario medio debe ser al menos de 45.150 euros anuales durante toda su vida laboral. También si llega con 18 años y cobra 31.670. Por lo tanto, teniendo en cuenta que la mayoría de la inmigración no tiene esos estándares, el think tank de Vox concluye que «el coste general de la inmigración es mayor que su aportación, lo que agrava los problemas fiscales del estado de bienestar».
El Estado de bienestar
En la presentación del informe, Ruiz de la Serna subrayó que es «un mito» que la inmigración no cualificada sostenga las pensiones: «El actual modelo migratorio, tal como está planteado, es incompatible con la sostenibilidad del Estado de bienestar». «Las premisas de partida de las estrategias políticas que llevan aplicando en España durante los últimos 40 años son falsas», denunció el abogado en el Congreso.
Por su parte, Figaredo tildó de «falsa» la afirmación de que miles y miles de inmigrantes vayan a garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. El portavoz parlamentario adjunto incidió en que actualmente la tasa de paro entre los inmigrantes legales es del 18%, y asciende hasta el 25 % en la población procedente de África. Por ello, sostuvo que carece de sentido continuar promoviendo la llegada de personas extranjeras «hasta que esas tasas de paro estén a cero».