Zapatero a Puigdemont sobre la corrupción de Sánchez: «Es un montaje, quedará en nada»
En su ultima reunión en Bruselas, el expresidente vaticinó a Junts que «todo se va a desmontar en los próximos meses»

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
No hablaron de Presupuestos, pero sí de corrupción. El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se mostró convencido ante el expresidente catalán Carles Puigdemont de que los casos judiciales que acorralan al Gobierno de coalición socialista son «un montaje» que «quedará en nada». Así se lo afirmó Zapatero a Puigdemont en su último encuentro en Bruselas, según revelan fuentes conocedoras de la conversación a THE OBJECTIVE. «Todo se va a desmontar en los próximos meses», confió el actual negociador de Pedro Sánchez tras ser preguntado por Puigdemont por los casos de corrupción que salpican al Gobierno, al PSOE y al entorno familiar del presidente del Ejecutivo.
Según fuentes de Junts consultadas por este periódico, «Zapatero no habló de lo suyo», en referencia a sus relaciones con Venezuela y los supuestos pagos realizados por la petrolera estatal venezolana PDVSA, pero dejó entrever que todas las causas e informaciones periodísticas que salpican al Gobierno y al PSOE están siendo resultado de una cacería judicial y mediática contra Pedro Sánchez, desde el caso Koldo a la trama de hidrocarburos pasando por el enjuiciamiento del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, la del hermano de Sánchez, David Sánchez, y la investigación sobre la esposa del presidente, Begoña Gómez.
Zapatero confesó a Puigdemont que «no salía de su asombro con lo que se publica» en los medios de comunicación porque, a su juicio, no se corresponde con la realidad y es fruto de una ofensiva judicial contra el Gobierno socialista. Sin embargo, las palabras del ex jefe del Ejecutivo y negociador socialista no calmaron al dirigente de Junts, que fue quien le reclamó información y explicaciones sobre estos casos. Los neoconvergentes auguran que las causas sobre los negocios que ha mantenido Zapatero con el régimen de Nicolás Maduro van a ir «para adelante», motivo por el cual ya no le consideran un interlocutor válido en las negociaciones. Tampoco creen que haya recambio posible.
ZP sale al rescate de Sánchez… y Gómez
El expresidente del Gobierno se ha convertido en el ‘hombre para todo’ de Pedro Sánchez: negociador, gurú electoral y fiel escudero. Este jueves, Zapatero salió en defensa pública de Sánchez tras la decisión del juez Juan Carlos Peinado de que sea un jurado popular quien juzgue a Begoña Gómez por un delito de malversación. Mientras el Gobierno manifestó su «sorpresa y estupor» por una decisión que consideran «surrealista», volvió a ser Zapatero el más elocuente en su defensa: «No hay nada. Nada de nada. Absolutamente. Todos sabemos que las mujeres de los presidentes ayudan en todo lo que pueden porque la tarea del presidente del Gobierno no es escindible de su personalidad. Me parece insólito, absolutamente insólito».
Zapatero alimentó la tesis del lawfare, que encierra la acusación velada a la posible prevaricación judicial: «Todo el mundo sabe que ni Begoña Gómez ni el hermano del presidente Sánchez estarían con problemas si no fuera porque son el hermano y la mujer del presidente». A su juicio, «se ha pasado esa línea» existente hasta la fecha de dejar a los familiares de los mandatarios «fuera del juego político». Se preguntó: «¿Por qué se le llama al Tribunal del Jurado jurado popular? Me sorprende que sea un jurado». Y se refirió a este movimiento de Peinado como «otro caso insólito» de la justicia contra el Gobierno, mientras «el PP se agarra a las togas» ante la ausencia de proyecto por parte de Alberto Núñez Feijóo. «Hagan política, presenten un proyecto a los españoles en vez de agarrarse a las togas. Yo entiendo que el presidente Sánchez les ha ganado dos veces y va a seguir pasando…».
Clima de desconfianza
Al encuentro celebrado en Bruselas acudió también el miembro de la Ejecutiva socialista Juanfran Serrano, quien «no abrió la boca y se limitó a tomar notas». Un perfil del que desconfían en Junts, porque tienen claro que Serrano sigue siendo «los ojos de Santos Cerdán», su anterior interlocutor en el partido socialista, en prisión provisional desde el mes de junio de este año por riesgo de destrucción de pruebas, según el instructor de Tribunal Supremo, Leopoldo Puente. Este último encuentro convocado de urgencia se celebró en un clima de desconfianza y resquemor por parte de Junts, hasta el punto de que Puigdemont «no le dejó a Zapatero hablar de Presupuestos», como en la última reunión en agosto o la cita entre Puigdemont y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa hace dos semanas. En contra de la «cortina de humo» del PSOE, los neoconvergentes desmienten siquiera que se haya hablado de Presupuestos o de Leyes en materia de Justicia (Ley Begoña o Ley Bolaños) «hasta que no se cumplan los compromisos pendientes» en materia de inmigración, amnistía y el catalán en Europa.
La reunión fue un fracaso, al igual que las tres últimas. Lo único que cambió fue el escenario. Bruselas en lugar de Ginebra. Fuentes de Junts explican que el motivo del cambio de emplazamiento fue un problema para desplazar al personal de seguridad de Carles Puigdemont. Al solicitar el encuentro el PSOE una semana antes de lo previsto en Bruselas, el expresidente catalán no podía trasladar a sus escoltas hasta Suiza, motivo por el cual solicitaron al PSOE celebrarlo en la capital belga, donde tuvo lugar 15 días antes la cita con Salvador Illa, también fallida.