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Política

Junts avanza hacia la ruptura con Sánchez: «Estamos ya en ver quién se queda el perro»

Las fuentes dan por hecho el divorcio a la espera de si hay o no terceras personas, es decir, un acercamiento al PP

Junts avanza hacia la ruptura con Sánchez: «Estamos ya en ver quién se queda el perro»

Salvador Illa y Carles Puigdemont en su último encuentro en Bruselas. | Europa Press

Algo está cambiando en el panorama político, aunque todavía no haya cambiado del todo. El presente continuo es relevante porque apunta a una transición que, de momento, no cristaliza en nada concreto, pero que anticipa movimientos en los próximos meses. Según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, la interlocución entre Carles Puigdemont y José Luis Rodríguez Zapatero podría liquidarse en las próximas semanas ante la constatación de su fracaso. En Junts se ha abierto un debate interno sobre si ha llegado el momento de la ruptura. El entorno de Puigdemont es partidario de pedir la cuenta en Suiza y «dar las gracias» a la fundación Henry Dunant y al mediador salvadoreño, Fernando Galindo. Es, si cabe, el único punto de acuerdo con el otro sector neoconvergente, el del secretario general de Junts, Jordi Turull, quien ha fijado de plazo «antes del 21 de diciembre» para liquidar el acuerdo de investidura con el PSOE.

Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que el espacio de diálogo con el PSOE ya se ha roto y que los últimos encuentros en Ginebra y Bruselas han estado encaminados a poner punto y final a una relación infructuosa. «La última reunión fue para ver quién se queda el perro y quién se queda las plantas. Estamos en eso», señalan desde Junts, que comparan esta ruptura con el reparto de los bienes tras el final de una relación amorosa. En palabras de Turull en una entrevista a TVE el pasado viernes, «la relación con el PSOE no es buena, y hace mucho tiempo que no lo es». La clave es si en este divorcio en diferido hay o no terceras personas, es decir, si lo que está en la cabeza de los de Puigdemont es un acercamiento al PP para una moción de censura. De momento, públicamente, lo niegan. Y se limitan a constatar que el idilio de conveniencia con Pedro Sánchez no da más de sí.

Como ha venido informando este periódico, Junts ya había ido avanzando a sus interlocutores gubernamentales y socialistas que no aprobarían «en ningún caso» los Presupuestos Generales del Estado, y tampoco las leyes de Justicia, como la ley Begoña o la ley Bolaños, que eran «prioritarias» para el Gobierno de coalición. Tanto en la reunión con el ministro de Justicia, Félix Bolaños, en julio, como los encuentros con Zapatero en Suiza y Bélgica, y la cita con Salvador Illa y Puigdemont en Bruselas, los interlocutores neoconvergentes dejaron claro que habrá un rechazo a todas esas medidas alegando que «no han cumplido su palabra» sobre los compromisos sellados: la amnistía para Puigdemont, el catalán en Europa y el traspaso «integral» en las competencias de inmigración.

Sánchez «está llegando a su fin»

Sin embargo, se trata de una decisión estratégica. Junts redefine su papel como actor clave en la gobernabilidad nacional desde la convicción de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez «está llegando a su fin» por los casos de corrupción que acorralan al entorno familiar y político del presidente. A la espera de los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en apenas diez días, se ha abierto juicio oral al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, al hermano del presidente, David Sánchez Pérez-Castejón, y el juez Juan Carlos Peinado ha informado de que Begoña Gómez será juzgada por un jurado popular. Por este motivo, fue el propio Puigdemont quien pidió explicaciones por ello en la reunión en Bruselas con Zapatero. Una pregunta a la que el ex jefe del Ejecutivo respondió diciendo que «todo es un montaje» que «quedará en nada» y «se desmontará en los próximos meses».

La realidad es que Junts desconfía del PSOE. El ingreso en prisión de su interlocutor, Santos Cerdán, y la investigación sobre su predecesor, José Luis Ábalos, se suma a las informaciones periodísticas que apuntan al actual ‘recambio’ socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. La formación, que tiene la llave de la legislatura, tiene la convicción de que este último también acabará investigado por la Justicia y no da crédito a su inocencia. En Junts hablan de «cambio de ciclo» que, de momento, se limita a la ruptura con el actual Gobierno, sin que se constate un acercamiento con el PP.

Pese a ello, hay señales de que algo se mueve bajo la superficie. Las cada vez más frecuentes coincidencias de voto con el PP en el Congreso, en cada fracaso parlamentario del Ejecutivo, son una muestra de ello. Y el mensaje de Vox hace diez días abriéndose a votar con Junts una moción de censura contra Pedro Sánchez es otro aviso. El caldo se cocina a fuego lento, mientras en el PP cada vez son más las voces que abogan por una moción de censura. El primer paso, la ruptura de Junts, ya es una decisión tomada. Sólo queda llevarlo a término. A partir de ahí, muchos creen que los acontecimientos podrían precipitarse.

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