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Política

Sánchez remata el 'año Franco' con la búsqueda de restos en el búnker antiaéreo de Azaña

El Gobierno autoriza la «investigación del subsuelo» en el edificio de Política Territorial y Memoria Democrática

Sánchez remata el ‘año Franco’ con la búsqueda de restos en el búnker antiaéreo de Azaña

Palacio de Villamejor, sede del Ministerio de Política Territorial. | Europa Press

En pleno impasse del ‘año Franco’ a la espera de las conmemoraciones de noviembre, el Gobierno de Pedro Sánchez ha dado luz verde a un proyecto para buscar restos en el refugio antiaéreo del presidente de la Segunda República durante la Guerra Civil, Manuel Azaña. Concretamente, en el subsuelo del histórico Palacio de Villamejor en el número 3 del paseo de la Castellana, que fue sede de Presidencia del Gobierno antes de la mudanza a la Moncloa en plena Transición y que en la actualidad alberga el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática que dirige Ángel Víctor Torres.

El contrato firmado por el departamento de Torres el pasado 16 de septiembre es una «investigación del subsuelo del refugio antiaéreo del Palacio de Villamejor» en las galerías descubiertas recientemente en los sótanos del edificio durante las obras de rehabilitación del mismo. El presupuesto base de la licitación era de 15.446,73 euros (IVA incluido), pero finalmente se adjudicó por 11.192,5 euros a la empresa madrileña Análisis y Gestión del Subsuelo SL (AGS) de entre tres ofertas recibidas y tras comprobar que la de AGS cumplía con «todas las particularidades técnicas exigidas» y su oferta era la más económica.

El plazo de ejecución será de dos meses, de ahí que su finalización coincidirá con el 50 aniversario del fallecimiento del dictador Francisco Franco y el inicio del reinado de Juan Carlos I que dio paso a la Transición, por lo que en esas fechas se podría anunciar un eventual hallazgo de restos históricos en el búnker que Azaña utilizó para protegerse durante los bombardeos de Madrid.

Las obras de restauración y rehabilitación en el Palacio de Villamejor, que empezaron en febrero del año pasado, sacaron a la luz este búnker aéreo de la Segunda República que estaba escondido y obligó a que la sede de Política Territorial y Memoria Democrática se trasladase a un edificio cercano en la calle de Miguel Ángel.

El ministerio de Torres adjudicó a la empresa Edhinor S.A. las citadas obras de rehabilitación por un importe de 7,28 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses. El objetivo de la reforma era recuperar el estado original del palacio y poner en valor la construcción inicial, con la retirada de los elementos ajenos al palacio que se fueron incorporando al inmueble, así como restaurar el conjunto de las fachadas y cerramientos del edificio, antigua sede del Gobierno entre 1914 y 1977, y rescatar los espacios exteriores como jardines y accesos que formaban parte del conjunto arquitectónico original.

La historia de este palacete empieza a finales del siglo XIX con el marqués de Villamejor, Ignacio de Figueroa, que decidió trasladar su residencia al paseo de la Castellana y ordenó construir este edificio, que terminó en diciembre de 1893. El proyecto constaba de tres fachadas y tenía una planta sótano, en toda su extensión, la planta baja retranqueada sobre la rasante de la calle con una escalinata de acceso y plantas principal, segunda y ático.

El palacio fue vendido años después al infante de España y príncipe viudo de Asturias, Carlos de Borbón y Borbón, donde habitó con su segunda esposa, María Luisa de Orleans, entre 1907 y 1914, época en la que nacieron sus hijas: Dolores, María de las Mercedes y Esperanza. La segunda de estas hijas fue la madre del rey emérito Juan Carlos I, según recuerda Europa Press.

Carlos de Borbón transfirió el edificio al Gobierno de Alfonso XIII para instalar la Presidencia del Consejo de Ministros y en junio de 1914 se promulgó una ley por la que se autorizó su adquisición. Según destaca el Ministerio de Política Territorial, se hicieron famosos los Consejos de Ministros presididos por Manuel Azaña durante la Segunda República. En esa etapa, sus salones fueron reformados con gran lujo, se tapizaron de seda y se decoraron con arañas, cuadros y muebles traídos del palacio de Riofrío.

La llegada de Carrero Blanco en 1941

Tras la Guerra Civil, el edificio se convirtió en sede de la Subsecretaría de la Presidencia del Gobierno, primero con el coronel Valentín Galarza al frente, al que sustituiría en 1941 Luis Carrero Blanco, quien fue ascendiendo dentro del estamento franquista hasta llegar a jefe del Ejecutivo sin mover su despacho del citado palacio.

El arquitecto Diego Méndez fue el encargado de la conservación de la Presidencia del Gobierno desde 1955. Su primera labor consistió en una serie de reparaciones, pero en los años siguientes emprendió algunas reformas interiores sin tocar los salones principales. También proyectó un pabellón que debía adosarse en el lado sur tomando parte del jardín del antiguo palacio Engaña para ensanchar la Biblioteca y el Archivo, que finalmente no se llevó a cabo.

La idea se retomó en los últimos años de la vicepresidencia de Carrero Blanco con la instalación de la cafetería en el nuevo pabellón. Los servicios de Presidencia del Gobierno habían crecido tanto que poco a poco se fueron ocupando otros edificios, como Castellana 5 y parte de Alcalá Galiano 8, amén de otros pisos en un entorno cercano. Poco después del asesinato del almirante a manos de ETA y del fallecimiento de Franco, el Ejecutivo de Adolfo Suárez decidió en 1977 trasladar todas las dependencias gubernamentales al Palacio de la Moncloa por motivos de seguridad.

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