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Política

Sumar frena a los que piden elecciones si no hay Presupuestos: «Nadie está en esta línea»

Malestar en Sumar por las palabras del diputado de la Chunta, a quien algunos señalan ya cerca de Podemos

Sumar frena a los que piden elecciones si no hay Presupuestos: «Nadie está en esta línea»

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. | Europa Press

Sumar cierra filas después de que uno de sus diputados, el representante de la Chunta Aragonesista, afirmara que el Gobierno debería convocar elecciones si no puede aprobar los nuevos Presupuestos Generales del Estado. El diputado Jorge Pueyo dijo este martes que «si el presidente del Gobierno no es capaz de traer Presupuestos, debe convocar elecciones». Las palabras de Pueyo han generado un notable revuelo dentro de la coalición que lidera Yolanda Díaz, aunque varias fuentes de los partidos que la conforman quitan hierro a esas declaraciones. Sostienen que Pueyo ha hablado más en clave aragonesa que nacional, y que «nadie está en esta línea». Es decir, que aunque los miembros de Sumar piden a Sánchez que intente aprobar las cuentas, un posible fracaso de esta negociación no debería conducir a un adelanto electoral.

A medida que avanza la legislatura, el grupo de Sumar sufre más divisiones y fracturas. Pero el grueso de los 26 miembros del grupo parlamentario -inicialmente eran 31, pero los de Podemos y una representante de Compromís se han pasado al Mixto- coinciden en que ningún debate presupuestario puede desembocar en un adelanto electoral. Así intentan encorsetar la reflexión de Pueyo a la dinámica política de Aragón, donde el presidente Jorge Azcón está negociando las cuentas regionales. Esta es la lectura que esgrimen desde Sumar para frenar las especulaciones sobre un posible adelanto de las elecciones generales. Aunque en Sumar también algunos alertan: «Es un bluf, pero la Chunta se acerca a Podemos».

Varios representantes de Sumar han aclarado públicamente que el grupo de Yolanda Díaz no contempla ningún escenario electoral, aunque sí reconocen que el Gobierno debe intentar aprobar los Presupuestos. El diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, ha recalcado que «estaría bien no causar alarma». «No hay que engañar a la gente», ha lanzado en referencia a su compañero de bancada, añadiendo que las cuentas públicas son una «herramienta más de planificación de ingresos y gastos», pero que «sin ellos se puede gobernar».

Reuniones discretas con el PSOE

Más Madrid e Izquierda Unida comparten la tesis del diputado de Compromís. Ambos partidos creen que el mejor escenario para el Gobierno es aprobar unas nuevas cuentas, aunque consideran que sería peor tirar la toalla y llevar el país a las urnas. Es más, en Sumar muestran incluso cierto optimismo a la hora de llegar a un acuerdo con todos los socios de investidura. Es cierto que Sumar de momento se está centrando en la relación bilateral con el PSOE, y las fuentes consultadas revelan que entre los dos bloques del Gobierno ya hay contactos y reuniones. Pero no quieren desvelar el contenido de los mismos.

Aun así, Sumar reivindica sus exigencias y deja entender que el PSOE estaría en condición de aceptarlas. Sumar pide, sobre todo, un esfuerzo en las «partidas sociales». Por ejemplo, en la mejora en la prestación universal por crianza, así como en el ámbito de la vivienda, donde quiere frenar los alquileres turísticos y reducir la especulación inmobiliaria. Para Sumar, estas medidas forman parte de sus «líneas rojas» para dar el visto bueno a las cuentas, aunque los escollos principales se hallan en Junts per Catalunya y Podemos.

Los nacionalistas catalanes y los anteriores socios de Gobierno de Sánchez representan el principal obstáculo para que el Ejecutivo pueda tener las nuevas cuentas e interrumpa una etapa que dura desde la pasada legislatura. Junts per Catalunya sigue condicionando su apoyo al Gobierno a la amnistía a los impulsores del 1-O, concretamente a Carles Puigdemont. Sin embargo, el Gobierno carece de los instrumentos para convertir los deseos de los posconvergentes en realidad, puesto que más allá de la redacción de la ley, su aplicación depende de los jueces.

«Que pague quien no los vote»

Podemos representa un capítulo aparte. La formación de Ione Belarra e Irene Montero lleva desde hace meses una estrategia de confrontación con el Gobierno. Su plan consisten en disputar el espacio de la izquierda alternativa y radical a Sumar. Y sus líneas rojas, desde la ruptura diplomática con Israel hasta el veto a incrementar el gasto militar, resultan mucho más difícil de sortear que las del equipo de Yolanda Díaz.

Podemos, además, lleva meses preparándose internamente para un nuevo ciclo electoral. Primero lo esgrimió Pablo Iglesias, y después lo anunció Belarra. Para Podemos, Sánchez estaría tentado de presentar los presupuestos para perderlos, y a partir de allí culpar a los socios de un adelanto electoral que le permitiría adelantarse a los jueces que instruyen varios casos de corrupción vinculados al PSOE y sus dirigentes.

El embrollo presupuestario es de difícil solución. Y algunos diputados de Sumar, en efecto, aluden al realismo a la hora de hacer previsiones. Frases como que existen «serias dificultades» a la hora de desbloquear las cuentas son cada vez más frecuentes. En las entrañas de los partidos que conforman Sumar otros aseguran que los Presupuestos «no van a salir». Pero la estrategia de Yolanda Díaz consiste en forzar a Sánchez a presentarlos igualmente, para «que pague quien no los vote». Es decir, Junts y Podemos. Este es el planteamiento táctico de Sumar, pero con una puntualización: en ningún caso una derrota parlamentaria debería conducir a un adelanto electoral.

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