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Política

Meloni vuelve a adelantarse a Sánchez y pide participar en la reconstrucción de Gaza

Italia quiere enviar a los Carabineros para adiestrar a las fuerzas de seguridad en Gaza y entrar en la Junta de Paz

Meloni vuelve a adelantarse a Sánchez y pide participar en la reconstrucción de Gaza

Pedro Sánchez con Giorgia Meloni en Roma.

Italia mueve ficha para participar en el plan de paz y reconstrucción de Gaza, adelantándose de nuevo a otros países europeos, entre ellos, España. La presidenta del Gobierno de Italia, Giorgia Meloni, ya ha mantenido conversaciones con la Administración norteamericana y con el ex primer ministro británico Tony Blair para contribuir de forma directa a la pacificación de la franja.

Italia ha manifestado su disposición a enviar Carabineros para que colaboren en el adiestramiento de la policía en Gaza si finalmente se llega a un alto al fuego. El Gobierno de Roma también quiere participar en la reconstrucción de la zona, participando de la junta directiva internacional que velaría por la estabilidad. Con este movimiento, Meloni vuelve a adelantarse a Pedro Sánchez, como ya hizo cuando decidió enviar un buque militar para asistir a la Global Sumud Flotilla y después intentar que llevara su ayuda humanitaria a un puerto seguro.

La situación en Gaza pende de un hilo, pero por primera vez en dos años se vislumbra una solución capaz de restablecer la paz. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteó un acuerdo con varios puntos para interrumpir la operación militar de Israel tras los atentados del 7 de octubre de 2023. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha anunciado su disposición para respaldar la iniciativa de Washington, que se compromete a mantener su presencia en la región. La pelota ha pasado al tejado de Hamás, al que Trump ha lanzado un ultimátum de 72 horas para entregar los rehenes y aceptar el acuerdo.

El plan cuenta con 20 puntos, desde la «desradicalización» de Gaza a la «reurbanización» de la franja. EEUU propone a Israel una retirada inmediata de sus tropas tras la devolución de los rehenes escondidos en los túneles de Hamás. A cambio, Israel liberaría 250 gazatíes condenados a cadena perpetua y 1.700 detenidos después del 7-O. El pacto prevé una «amnistía» para los miembros de Hamás, siempre y cuando entreguen las armas y se comprometan a la coexistencia pacífica.

Después del acuerdo, y con la supervisión de Naciones Unidas, se entregarán todas las ayudas necesarias para la población civil y la reconstrucción de la zona. Gaza será gobernada por un gobierno de transición formato por un equipo palestino de corte tecnocrático. Este comité estará compuesto por palestinos calificados y expertos internacionales, bajo la supervisión de una Junta de Paz dirigida por el propio Trump y otros líderes internacionales, entre ellos Tony Blair. En esta junta quiere entrar Italia, según las últimas declaraciones de Giorgia Meloni.

A la espera de que se resuelva la situación, Meloni estaría en disposición de «ampliar» el contingente de Carabineros para «adiestrar a la policía palestina». Italia quiere participar con sus gendarmes en las fuerzas multilaterales de paz que se pretende desplegar en la región. Esto significa que el país quiere formar parte de la junta que se prevé que pueda gobernar Gaza tras la retirada de las tropas israelíes. Y, por ende, que las empresas italianas también participarán en la reconstrucción.

Carabineros en la zona

El movimiento de Italia tiene muchas aristas, según fuentes conocedoras de esta estrategia. Se trataría de ganar visibilidad internacional y, para Meloni, de desarticular las críticas de la oposición, centrada en cabalgar las protestas propalestinas. Al mismo tiempo, la primera ministra ampliaría el radio de acción de la influencia italiana en el tablero estratégico y buscaría el apoyo de las grandes constructoras para la reconstrucción. En cuanto a la presencia de los Carabineros para adiestrar a las futuras fuerzas de seguridad de Gaza, este cuerpo señala a THE OBJECTIVE que suele tratarse de un «recurso ganador».

Italia quiere, sobre todo, adelantarse a los demás países europeos y mostrar su talante pacificador. El pasado miércoles, por ejemplo, Roma acordó llevar a cabo dos operaciones para la evacuación de 152 palestinos que serían trasladados al país transalpino, otra decisión innovadora que revela el interés de influir y anticiparse a otros países, entre los cuales se encontraría España. El Gobierno de Sánchez ha aplaudido de momento la propuesta de Trump, pero ha preferido insistir en la idea de la creación de dos Estados, sobre cuyo punto, en cambio, Italia muestra más cautela. España tampoco ha mostrado interés por formar parte de la Junta de gobierno (el «board», en el término en inglés) y reconstrucción de la zona, mientras que el Ejecutivo italiano transmite que ya se han mantenido conversaciones tanto con la Casa Blanca como con el propio Blair.

Participación en la junta política

Italia se adelantó a España con el envío de una fragata para dar asistencia a la flotilla de Gaza. Meloni se vio obligada a enviar un buque militar, puesto que entre los activistas participan 50 italianos, entre ellos algunos diputados. Su decisión hizo que el Ministerio de Defensa de Margarita Robles decidiese también ordenar al buque Furor zarpar de Cartagena para asistir a los barcos desplazados, que anoche fueron interceptados por la Marina israelí.

Mientras que el Gobierno de Sánchez respaldó activamente la acción de la flotilla, Meloni ha criticado esa misión, la ha tachado de «provocadora» y ha calificado a los activistas de «irresponsables». Italia se puso en contacto con los coordinadores de la flotilla para ofrecer asistencia en la entrega de la ayuda humanitaria en un puerto seguro (el de Chipre) y así frenar una posible escalada de la tensión internacional. Israel se mostró favorable a esa opción, pero los miembros de la flotilla se han negado a plegar sus velas y aseguran estar en disposición de desafiar el bloqueo militar israelí. España tampoco ha decidido ejercer ningún tipo de influencia en este asunto más allá de calificar a Israel de «genocida» e intentar capitanear el grupo de países occidentales críticos con el Gobierno de Jerusalén.

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