Francisco Conde sustituye a Alberto Fabra para presidir la Comisión de Defensa del Congreso
El expresidente valenciano lo sustituye en la comisión mixta para la Unión Europea

El diputado del PP, Francisco Conde. | EP / A. Pérez Meca
El Grupo Parlamentario Popular ha designado al diputado Francisco Conde como presidente de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, en sustitución de Alberto Fabra. El diputado y expresidente valenciano dejó el cargo después de conocerse que uno de sus hijos trabaja en una empresa del sector. Conde ha renunciado a la presidencia de la Comisión Mixta para la Unión Europea, según el escrito de renuncia registrado por el Grupo Popular, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Fabra pasará a dirigir esta comisión mixta.
Los populares han desvelado finalmente la identidad del diputado que presidirá una de las comisiones que más protagonismo está teniendo en este curso político, como es la de Defensa. Desde que se anunció la marcha de Fabra, había una gran expectación por conocer la identidad del diputado al que la dirección del grupo iba a encomendar esta responsabilidad. La lógica apuntaba a uno de los miembros de la comisión, pero finalmente el PP ha optado por una de las personas más cercanas a Feijóo, como es Francisco Conde. El PP hará cambios en la comisión y tendrá que incorporar a Conde.
Conde fue vicepresidente primero de la Xunta de Galicia y consejero de Economía en Galicia, durante la presidencia de Alberto Núñez Feijóo. En las elecciones de 2023, Conde se presentó a la lista por Lugo al Congreso de los Diputados e incluso se apuntaba a futuro ministro de Economía en un hipotético Gobierno de Feijóo si hubiera podido gobernar, a pesar de haber ganado las elecciones.
La Comisión de Defensa está en el centro del debate parlamentario por la controvertida posición del Gobierno español en el conflicto de Gaza y por su enfrentamiento total con Israel. Igualmente, en esta comisión se fiscalizan los gastos del Gobierno en materia de Defensa, que le sirven para justificar el dos por ciento del PIB que le exige la OTAN.