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Política

El Gobierno solo cuenta uno de cada tres asesinatos de niños: los cometidos por padres

Desde 2013, 180 menores de 15 años han sido asesinados, de los que 62 han sido víctimas de «violencia vicaria»

El Gobierno solo cuenta uno de cada tres asesinatos de niños: los cometidos por padres

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros. | A. Pérez Meca (EP)

Desde 2013, 180 menores han sido asesinados. Es una cifra que uno ha de obtener por cuenta propia buceando en el Instituto Nacional de Estadística (INE). El Ministerio de Igualdad sólo cuenta los «menores de edad víctimas mortales por violencia de género», y los cifra en 62 a término de 2024. Esto es, solo se interesa por los asesinados por sus padres. Los asesinados por sus madres o por otros autores no cuentan para el Gobierno de España. Es consecuencia de la violencia vicaria.

El Gobierno considera que el «total de menores de edad víctimas mortales» entre 2013 y 2024 es 62.

Este es un concepto inventado por la psicóloga argentina Sonia Vaccaro y asumido acríticamente por el Ministerio de Igualdad durante el mandato de Irene Montero. Los expertos no lo comparten por ser unidireccional (del padre a la madre), acientífico (reduce todos los casos a una única causa) y porque quita el foco de la verdadera víctima, el niño, para ponerlo sobre la mujer. Las madres, sin embargo, no sólo son capaces de ejercer violencia contra los menores, sino que cometen más filicidios que los padres.

A pesar de los datos, el Gobierno se aferra al concepto de violencia vicaria para contabilizar sólo los filicidios paternos. Es decir, que investiga solo uno de cada tres homicidios de menores de 15 años y obvia a dos de cada tres víctimas, de las que se desconoce su agresor, sexo, parentesco, edad, etc. Pareciera que no han existido.

Cifras capadas

En 2013 –el primer año del que se disponen cifras– se asesinaron a 18 menores de edad, pero el relato oficial solo reconoció seis. Lo mismo en 2019: murieron 15, pero el Gobierno solo contabilizó tres: el 20%. A pesar de que en los últimos 11 años los niños asesinados casi alcanzan los dos centenares, estas cifras no constan en ningún registro oficial. Solo conocemos las circunstancias de la muerte de 62: aquellos que fueron asesinados por sus padres en asesinatos de los que disponemos de todo tipo de detalles.

Estos detalles se encuentran en el portal de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, cuya última actualización da cuenta de los pormenores con los que se detallan los filicidios paternos: «La última actualización se corresponde con la confirmación del caso por violencia de género de un niño de dos años presuntamente asesinado por su padre (pareja de su madre) en Valencia el 25 de junio de 2025. No existían denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor».

Del relato a la ley

Así es como el Gobierno capa parte de la realidad de la violencia contra los menores de edad mientras ofrece todo tipo de detalles sobre aquella que le conviene a su relato; uno que se convertirá en ley. El Ministerio de Igualdad ha anunciado este martes un anteproyecto de Ley Orgánica de medidas en materia de violencia vicaria que modificará el Código Penal para castigar con penas de entre seis meses y tres años de prisión a aquellos hombres que agredan a los hijos de la madre para violentar a esta.

En el texto se define la violencia vicaria como «aquella que, con el objetivo de causar dolor o sufrimiento a las mujeres, puede ejercerse sobre: los hijos e hijas o descendientes, personas menores de edad sujetas a su tutela o guarda y custodia, los ascendientes o hermanos y hermanas de ésta, así como su pareja, aunque no exista convivencia». En palabras de Ana Redondo, el fenómeno consiste en «causar dolor o sufrimiento a la mujer a través de personas instrumentales o interpuestas».

La Asociación Nacional de Ayuda a Víctimas de Violencia Doméstica (Anavid) ha criticado esta medida porque «la evidencia prueba que tanto madres como padres pueden ejercer la alienación parental». Y pueden matar a sus hijos. El año pasado, sin ir más lejos, al menos 35 menores fueron asesinados. De estos, 20 fueron matados por sus madres, según Anavid, que hace un recuento independiente basado en noticias de periódicos. Entre los casos relatados hay una asfixia de un bebé en Zaragoza, un degüello en Gandía o un homicidio por sobredosis en Lugo. Estas víctimas no constan en las cifras oficiales, que sólo recogen nueve filicidios cometidos por progenitores varones.


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