Los activistas de la flotilla de Colau quieren volver a casa pero que Israel pague el viaje
Israel ha ofrecido a los activistas regresar de manera inmediata o forzar su repatriación entre el próximo lunes y martes

La Flotilla Global Sumud durante su periplo hacia Gaza. | EP
Se prevé que los más de 400 activistas de la Global Sumud Flotilla detenidos por Israel entre el pasado miércoles y jueves vuelvan a sus países de origen en los próximos días. A lo largo de estas horas se están manteniendo conversaciones entre algunos países europeos y las autoridades israelíes. El Gobierno de Jerusalén quiere devolver a los activistas lo antes posible. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Israel les ha propuesto firmar una declaración de expulsión voluntaria, que permitiría a los miembros de la flotilla acudir al aeropuerto Ben Gurion para embarcarse en el primer avión de vuelta, pero pagándose su billete. Los activistas se decantan por rechazar ese ofrecimiento. Tan solo cuatro, todos ellos diputados y senadores italianos, ya han aceptado la repatriación exprés.
La mayoría de activistas preferiría una expulsión forzosa por parte de Israel, lo que implicaría que el gasto de los aviones que repatriarían a los miembros de la flotilla tendría que recaer en Jerusalén, aunque los países que están dialogando con el Gobierno de Benjamin Netanyahu para asegurar la repatriación de los miembros de la flotilla podrían abonar después el pago del gasto correspondiente. De momento, tan solo cuatro integrantes italianos de la flotilla han vuelto a casa, eligiendo la vía exprés de regreso. Se trata del senador Marco Croatti, del Movimiento 5 Estrellas, el diputado Arturo Scotto y la eurodiputada Annalisa Corrado, del Partido Democrático, y la también eurodiputada Benedetta Scuderi, de los Verdes.
La delegación italiana era la más numerosa en cuanto a representantes públicos, por lo que la presidenta Giorgia Meloni se vio obligada a enviar un buque militar para asistir a la flotilla cuando los activistas denunciaron haber sufrido ataques por drones. Aun así, Meloni tachó a la flotilla de «provocadora» e «irresponsable», al tiempo que el presidente Pedro Sánchez decidió ordenar al buque Furor proteger las embarcaciones de la misión «humanitaria». En la delegación española, la figura política de más renombre es la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau.
Dos aviones
Los miembros de la flotilla también han manifestado su intención de que los dos aviones que les devuelvan a Europa viajen hasta Madrid y Londres, descartando Roma. Esta es otra exigencia de los 450 miembros de la flotilla que deberían ser repatriados entre el próximo lunes y el martes. Los detenidos mantienen conversaciones con los consulados de sus países de origen para su identificación, diálogo con abogados y otros tipos de asistencia. En la flotilla hay 49 españoles; es una de las delegaciones más numerosas de los 450 integrantes del grupo.
Israel también se ha comprometido a difundir imágenes y material audiovisual que demuestren que los integrantes de la flotilla no han sufrido ningún tipo de violencia o malos tratos. Las autoridades han transmitido su interés en que la repatriación de los integrantes de la flotilla sea única, es decir, que todo pase por el mismo procedimiento. Se excluye que los participantes de la flotilla sean interrogados o juzgados por las autoridades. El interés de Israel es devolver a los activistas propalestinos cuanto antes, dejando para después la gestión de las ayudas humanitarias (tienen que inspeccionar el material, llevarlo a Gaza y distribuirlo) y, sobre todo, la decisión sobre los barcos secuestrados.
Los integrantes de la flotilla están, por otro lado, incomunicados debido a su detención. Y también debido a la decisión, anunciada por muchos de ellos, de tirar sus móviles al agua cuando los militares israelíes abordaron sus embarcaciones. La prioridad para Israel es ofrecer una vía inmediata a los activistas para regresar a casa, obligándoles a pagar el gasto de este regreso, o aceptar una repatriación forzosa a través de aviones pagados. Este diario también publicó que la Armada española se había ofrecido a devolver los activistas a España aprovechando su viaje de regreso, pero los miembros de la flotilla también han preferido rechazar este ofrecimiento y piden volver en avión.