Exmiembros del PNV plantean una Aliança Catalana a la vasca ante el alza de la inmigración
Antiguos simpatizantes ‘jeltzales’ estudian presentarse en las elecciones municipales de 2027 en Bilbao

Mitin de Andoni Ortuzar. | EP
El éxito que pronostican los sondeos electorales a Aliança Catalana, unido a algunos problemas de inseguridad que se han producido recientemente en las calles de Bilbao, ha motivado que surjan movimientos en el País Vasco para crear un partido a imagen y semejanza de la formación que lidera Sílvia Orriols. Antiguos miembros y simpatizantes del PNV, junto con agentes de distintos cuerpos policiales, creen que en los últimos años se han acentuado «el caos» en la ciudad debido a la tensión migratoria y que hay nicho electoral a la derecha de los jeltzales para crear una agrupación ciudadana de cara a las elecciones municipales de 2027.
Las personas que están madurando la idea de crear una Aliança Catalana a la vasca, tal y como avanzó El Correo, se muestran insatisfechas con el discurso blando del PNV por lo que respecta a la inmigración. De hecho, calculan que por no afrontar esta cuestión han visto perder dos concejales en 2023 en la capital vizcaína y ha crecido la abstención por la desafección con la política (en 2023 la participación fue del 56,15%, mientras que en 2019 alcanzó el 61,81%).
Si bien el último Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, de agosto de 2025, indica que la criminalidad ha disminuido en Bilbao un 4,51% en el primer y segundo trimestre del año, los delitos contra la libertad sexual, los asesinatos dolosos y los robos con violencia e intimidación han aumentado en la región de 2019 a 2025. En el caso de los delitos de cariz sexual, han incrementado de 668 a 1.150. Los asesinatos han pasado de 37 a 81 en el mismo periodo, mientras que los robos con fuerza subieron de 1.643 a 2.165. Como informó THE OBJECTIVE en exclusiva, el cambio en la metodología de Interior ha rebajado el balance de criminalidad.
Asimismo, la percepción ciudadana de inseguridad se ha ido incrementando. El Estudio de percepción de seguridad y victimización 2024 del Ayuntamiento de Bilbao, elaborado a inicios de este año, reflejaba que la percepción de seguridad ha bajado por quinto año consecutivo, situando la nota media en 5,73. Los barrios donde esta percepción es más pronunciada son Errekalde e Ibaiondo.
Municipales de 2027
Fuentes de Aliança Catalana consultadas por THE OBJECTIVE niegan que haya habido «contactos a alto nivel» con los promotores de esta iniciativa, aunque admiten cierto interés por ver cómo avanza y tejer una eventual alianza en la Unión Europea formando parte de la misma familia o corriente en las instituciones comunitarias.
Aliança Catalana rechaza presentarse a unas elecciones generales, pero muy probablemente concurrirá a nivel europeo para proseguir con sus alianzas internacionales. Como informó este periódico, en su momento ya se reunieron con Alternativa para Alemania y buscan sus propios socios en Bruselas fuera de los partidos convencionales.
En la formación de Sílvia Orriols, no obstante, son escépticos sobre el «éxito» que pueda tener la iniciativa. Consideran que la situación en el País Vasco es menos «urgente» que la catalana por lo que respecta a «la inmigración». Además, se da la peculiaridad que, en Cataluña, el auge de Aliança Catalana también obedece al fracaso del procés y al enfado de una gran parte del electorado independentista con los partidos tradicionales. Tampoco en Bilbao ha habido unos atentados yihadistas como los que golpearon Barcelona y Cambrils el 17 de agosto de 2017.
Mano dura con la inmigración
Lo que está claro es que el planteamiento de estos exafiliados del PNV y otras personas del entorno nacionalista vasco es que debe ser un proyecto «nacionalista», limitado al País Vasco y con un discurso firme sobre la inmigración, más allá del buenismo al que a veces también recurre el PNV cuando habla de «integración». El germen de la idea se basa también en defender «la cultura vasca» y su idioma con un discurso realista sobre la capacidad de atender a los recién llegados tanto en el sistema educativo como en el sanitario.
En estos entornos son conscientes de que el PNV ha perdido atractivo. Mucho voto joven se ha pasado a EH Bildu, y buscan reaccionar con una estrategia y argumentario que se adapte a los nuevos tiempos y a las peculiaridades actuales de la sociedad vasca, sin abandonar los postulados de derecha. Al mismo tiempo, si bien Vox ya abandera este discurso en la región, y el último sondeo de la televisión pública vasca le confiere casi el doble de votos (del actual 2,7% al 4,9%), el hecho de que sea una «fuerza españolista» le resta capacidad de penetrar en los ambientes jeltzales y propios del nacionalismo vasco.
 
        