Jaime Mayor Oreja (San Sebastián, 1951), exministro del Interior en el Gobierno de Aznar y presidente de la Fundación NEOS, aborda en una entrevista con THE OBJECTIVE tres cuestiones de la situación política española que le afectan directamente: la alianza ETA-Zapatero, tras la publicación en este periódico de las actas de la negociación, que, a su juicio, explican lo que considera una «grave situación de España»; el aborto, con reproches a la formación política en la que militó, el Partido Popular; y la falta de entendimiento entre PP y Vox.
Mayor Oreja afirma que la alianza ETA-Zapatero ha llevado a «España al abismo» y que el PP «no me creyó porque era muy incómodo para mi partido». Asimismo, admite la «enorme tristeza» que le produce «pensar que en el Partido Popular pueda haber una posición en la que se diga que el aborto es un derecho» y califica de «enorme error» la carta de Feijóo fijando esta posición de los populares. El expolítico aboga por un entendimiento PP-Vox y subraya que «a la derecha le cuesta entender los procesos perversos que tiene enfrente». El exministro ha sido recientemente galardonado por la Fundación Jérôme Lejeune con el III Premio Internacional en reconocimiento a su compromiso público y personal con la defensa de la vida.
PREGUNTA.- El aborto ha vuelto al primer plano de la actualidad política cuando era un tema que había quedado zanjado con la sentencia del Constitucional rechazando el recurso del PP. ¿El Gobierno saca este asunto porque es uno de los últimos recursos para movilizar a la izquierda?
RESPUESTA.- El aborto es un debate vivo y ahora parece que están ganando ellos, porque es más cómoda su posición que la nuestra. El aborto no es un derecho y no lo será nunca. Es una moda dominante, igual que la eutanasia o la autodeterminación de la persona. Somos tan estupendos que podemos hacer lo que queremos en cada momento. Estamos llenos de derechos. Utilizan estos debates porque creen que despistan. Es un debate vivísimo, que van a perder, cuando toque, y nosotros tenemos que seguir manteniendo nuestras posiciones. Matar a una persona que va a nacer no tiene explicación, no es un derecho de otro. La madre, por muy madre que sea, no puede matar a una persona que va a nacer.
P.- ¿Por qué está convencido de que no van a ganar esta batalla?
R.- Si decimos que matar es un derecho, estaríamos ante el final de nuestra civilización occidental. La esclavitud también fue una moda dominante en el siglo XVI, especialmente en los países anglosajones, y hoy nos avergonzamos de cómo podíamos tratar a otras personas como esclavos.
P.- ¿Se ha equivocado el Partido Popular al entrar a ese debate?
R.- La carta que ha escrito Feijóo es un profundo error y es evidente que no podrá ser nunca la posición de muchos españoles. Se podrá discutir la excepcionalidad, si hay una legislación determinada, pero el plantearse el aborto como un derecho es un disparate. Nos equivocamos porque somos muchas veces acomplejados de nuestras convicciones. Me produce una tristeza enorme pensar que dentro del Partido Popular puede haber una posición en la que se diga que el aborto es un derecho. Eso no es así.
P.- ¿Se siente más próximo a la posición de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso?
R.- Isabel nos representó a millones de españoles con su posición, con su coraje y con su valentía. No piensa exactamente lo mismo que yo, ni yo lo mismo que ella, pero su posición es, sin duda, una de valor, de coraje, de coherencia con los millones de españoles que apoyan una opción de estas características.
«Me produce tristeza que en el PP se diga que el aborto es un derecho»
P.- ¿Qué tendría que hacer el PP con el aborto si llega a gobernar?¿Situarse en una posición intermedia entre los que lo apoyan sin excepciones y los que lo rechazan?
R.- Ir en la dirección que fue en su momento Alberto Ruiz-Gallardón, buscando un planteamiento que tampoco a mí me parecía que era el mejor. En cualquier caso, hay que revertir el concepto del aborto como derecho, como una cuestión esencial. En el aborto no hay posiciones intermedias ni puntos equidistantes, no cabe una posición centrista, es una equivocación. O se está con la vida o con la muerte.
P.- ¿No cree que esta cuestión tan sensible debería estar fuera de la política?
R.- Creo que no, va a estar en el centro de las sociedades occidentales. Lo está en Estados Unidos y en Europa. La cultura está en trance de crisis, de disolución o de liquidación y lo que hace falta es una alternativa esperanzadora en defensa de la vida, de los fundamentos cristianos de Europa. Hay que mirar al futuro y devolver la esperanza a muchas personas.
P.- El aborto es precisamente uno de los principales obstáculos para un acercamiento entre el PP y Vox. ¿Es imposible?
R.- Hay que entender que es lo que tenemos enfrente, que no se ha entendido. Tenemos un Frente Popular, un proyecto político que arrancó hace 20 años y que no diagnosticamos. Lo que pasó en 2018 es que el proceso iniciado en 2004 se hizo Gobierno y el tema está en que cuando, ojalá, Dios lo quiera, pierdan las elecciones, van a seguir. Ese Frente Popular se va a reflejar en el País Vasco. ETA va a reemplazar al Partido Nacionalista Vasco en un plazo de un año y va a extender su dominio a Navarra y a Cataluña. Si gana la suma de las derechas, lo que va a haber es una nueva asociación vasco, catalana y navarra y van a tratar de mantener vivo al Partido Socialista. Incluso querrán mantener a Sánchez. Por eso no entiendo que ellos no comprendan que este es el proyecto que tienen enfrente y no pueden estar en competencia para hacer frente a esta situación. Es demasiado grave y tendrán que pensar qué es lo que se hace si se gobierna, tendrá que haber un proyecto preparado con antelación. No hemos entendido que no derrotamos a ETA, que pactamos con ETA, que Zapatero pactó con ETA un proceso y ese proceso está en el Gobierno y se va a mantener después. Hasta que no se entienda no habrá una capacidad de ofrecer una alternativa.
Jaime Mayor Oreja. | Víctor Ubiña
P.- Este periódico ha publicado las actas de la negociación de Zapatero con ETA. ¿Fue una infamia el precio político que se pagó?
R.- Es la mayor mentira que arrastró a muchos españoles. Todos colaboraron con Zapatero porque al final todos prefirieron decir que habíamos derrotado a ETA. Cuando dijeron que no había precio político era mentira. Se pactó un proceso que es el que estamos viviendo. Todo lo que ha pasado en España deriva de aquel acuerdo. Todo forma parte de lo mismo, incluso hasta el debate del aborto.
P.- ¿La alianza ETA-Zapatero ha sido el cáncer de la política española?
R.- Ha sido, sin duda, lo que cambió radicalmente la historia de España y nos está llevando al abismo. Aquello sepultó la Transición democrática española. Todo lo que está pasando es porque la ruptura gobierna España y sustituye a la reforma. La ruptura no tiene límites. Por eso la corrupción no tiene límites. No se está gobernando España, en la Moncloa hay un conjunto de asesores que solo están haciendo ingeniería social, viendo cómo cambiamos las conciencias de los españoles. No hay ministros, hay simplemente repetidores de consignas, que envían desde Moncloa, y que repiten como papagayos.
P.- ¿Sánchez es el máximo ejecutor de esa alianza de ETA con Zapatero?¿La ha cumplido de la A a la Z?
R.- Por supuesto. Es la continuación de Zapatero. Este proceso era el proyecto con Zapatero, pero en el momento en el que pierde el poder y gana el Partido Popular de Rajoy, la izquierda, con Sánchez a la cabeza, está esperando que ese proyecto se haga Gobierno a través del mal llamado proceso de paz. Ya estamos en una segunda fase, ahora el Gobierno se ha hecho extremista y no tiene límites. Tiene que pagar un precio a ETA
P.- ¿Las actas de la negociación entre ETA y Zapatero que ha publicado THE OBJECTIVE son el testamento político de Zapatero?
R.- ETA asesinaba, pero no mentía. Las actas de ETA dicen siempre la verdad. No necesitaban mentir porque asesinaban, que es la peor de las mentiras. Pero confirman una verdad.
P.- ¿Sánchez está pagando un precio político a ETA?
R.- ETA gobierna a la sombra de un proceso, pero tiene que gobernar a la luz del día el País Vasco y Navarra. Lo que ellos dicen es que vosotros habéis tenido el Gobierno en buena parte por nosotros, pero ahora nosotros tenemos que tener el Gobierno con la ayuda vuestra y ETA gobernará al País Vasco y Navarra. Han conseguido que Navarra sea la vanguardia de ETA. Todo lo que habrá será vasco. El escenario es difícil por eso algunas veces pienso que lo importante es entender las claves de lo que hoy vivimos. Si no se entienden esas claves, el Gobierno será efímero.
«La alianza ETA-Zapatero llevó a España al abismo»
P.- ¿Qué futuro le augura al PNV?
R.- ETA será implacable con el PNV. En un medio plazo ETA va a gobernar el País Vasco y Navarra. El nacionalismo vasco sustituyó al tradicionalismo vasco, y ETA sustituirá al nacionalismo vasco. ETA no es solo una organización terrorista, es un proyecto político, cultural, social, que detesta el mundo occidental y, por supuesto, quiere la ruptura de España. El PNV es la expresión de lo que es el nacionalismo, que es un puente, no un edificio fijo. El nacionalismo es un puente y cuando una sociedad se abraza a él, sociedades que son tradicionalistas, católicas, conservadoras, religiosas, al abrazar el puente, al cruzarlo, se transforman en una sociedad que no tiene nada que ver con las que existían en el punto de origen. Son sociedades de extrema izquierda, sin fundamentos, sin valores. Esto es lo que ha pasado en el País Vasco y en Cataluña. ETA le va a dilapidar
P.- ¿Y a Pedro Sánchez?
R.- Sánchez está en manos de ETA, probablemente va a perder el Gobierno y hay quien dice que vendrá un socialista que va a cambiar de raíz el PSOE. Ingenuidades. El PSOE tendrá que pactar con ETA y con Esquerra Republicana de Cataluña en el País Vasco y Cataluña. Es una ingenuidad pensar que el Partido Socialista va a recuperar un líder antítesis de Sánchez.
Jaime Mayor Oreja. | Víctor Ubiña
P.- ¿La derecha ha sido irresponsable por no haberse puesto de acuerdo en este momento que describe tan grave de la política española?
R.- A la derecha le cuesta entender los proyectos perversos que están enfrente de ellos. Es fundamental que las dos derechas, la institucional y la reactiva, no diré cómo, se entiendan, es una obligación. No me atrevo a decir más. No estoy en la política, simplemente, lo que hago es un diagnóstico y decir que estén a la altura de las circunstancias.
P.- ¿Nadie le ha pedido que medie entre PP y Vox?
R.- No es fácil, si tratas de decir: «Quiero mediar», estas muerto. Entonces yo lo que hago es exponer el diagnóstico. Ni me corresponde a mí, ni a nadie, tienen que ser ellos, que entiendan, de verdad, lo que está pasando en España. Ellos tienen que hacer su diagnóstico. Si fueran conscientes de la gravedad de la situación que tenemos delante, no se comportarían así, es decir, no estarían compitiendo. Eso no lleva a ninguna parte. Los españoles lo que queremos es que haya una salida democrática, una solución a lo que tenemos hoy gobernando España.
P.- ¿Es pesimista sobre un entendimiento entre PP y Vox?
R.- Creo que tendrán que tomar conciencia. La izquierda querrá durar lo más que pueda y van a hacer muchas tropelías. Tendrán que ir confirmando la gravedad de la situación replantear de alguna manera su relación.
P.- Preside la Fundación NEOS desde 2021 y trata de ofrecer una alternativa cultural fundamentada en el humanismo cristiano y la defensa de la unidad de España. ¿Ha conseguido su objetivo?
R.- A mí lo que me importa es que los jóvenes, los partidos, los políticos, comprendan la naturaleza del proceso que vivimos. No tengo más aspiraciones y deseo que este diagnóstico, lo compartan quienes no lo compartieron hace 20 años, no me creyeron, pensaban que era un iluminado, una persona que estaba obsesionada con ETA. En 2004 me quedé solo porque era muy incómodo para mi partido hacerme caso. Yo he sido un hombre feliz, pese a todo esto, no tengo ningún deseo de pasar factura a nadie. Pero no quisieron entenderme, la comodidad les pudo. Cuando gobernamos en 2010, prefirieron apoyar el final del proceso de paz para que ETA no volviese a matar. Miraron para otro lado. No negociaron, pero miraron para otro lado. No denunciaron el proyecto y el proyecto volvió al gobierno en 2018.
P.- ¿Está diciendo que el PP miró para otro lado?
R.- Efectivamente.
P.- ¿Se ha arrepentido el PP?
R.- No lo sé, pero creo que fue un error. Uno de los graves errores, porque ese proyecto tendría que haber sido denunciado desde el momento en que se puso en marcha en España en 2004. Pero ya se sabía que algo iba a pasar en 2001, cuando el Partido Socialista entró en la movilización. Primero fue el chapapote del Prestige, después la guerra de Irak, lo mismo que ahora pasa con Palestina. Es la misma movilización de la izquierda. El Partido Socialista aceptó la mayoría relativa del PP en 1996, pero no la mayoría absoluta del 2000. Esa fue la realidad. En el 2001, ya empezó este proyecto de la izquierda y en 2004 se rompe definitivamente la historia de España.