El exgerente del PSOE se niega a declarar en el Senado sobre la 'caja b' del partido
Ha alegado que también está citado para declarar como testigo en el Supremo la próxima semana

Mariano Moreno, exgerente del PSOE, en el Senado.
El exgerente del PSOE Mariano Moreno, que estuvo a cargo de las cuentas del partido entre 2017 y 2021, ha acudido este jueves al Senado para comparecer ante la comisión de investigación del ‘caso Koldo’. Moreno, que estuvo al frente de las cuentas de Ferraz en los años en los que se concentraron los pagos en metálico y otras irregularidades descubiertas por la UCO, se ha negado a declarar ante la comisión alegando que la semana que viene está citado a declarar ante el Tribunal Supremo como testigo. Este jueves, THE OBJECTIVE revela que Moreno actuó como «espía de Sánchez» en Ferraz, y que fue él quien informó a Moncloa de que Ábalos se estaba «pasando» con los gastos, presentando facturas de hasta 9.000 euros en un solo mes.
Moreno ya había estado frente a la misma comisión de investigación el pasado 15 de septiembre, cuando fue citado a declarar como presidente de Enusa. La empresa pública del uranio en la que fue recolocado como presidente en 2021 cuando dejó su cargo en el PSOE, con un sueldo superior a los 200.000 euros. Pese a que hace un mes sí respondió a las preguntas de los senadores, lo hizo rechazando aquellas que giraban en torno a su papel como gerente socialista. Se limitó a responder las referentes a su cargo actual. Por ello, varios grupos parlamentarios solicitaron de nuevo su citación como exgerente del PSOE para poder incidir en esas preguntas rechazadas por Moreno.
La cita llegó este jueves, pero las respuestas no. Moreno ha leído un escueto comunicado en el que anunciaba su intención de no declarar. «Agradezco su invitación», ha asegurado señalando que «no hay dudas de mi compromiso con la transparencia». Sin embargo, ha dejado claro que no iba a responder a ninguna de las preguntas planteadas por ningún grupo, alegando que ha sido convocado «por el Tribunal Supremo para declarar el miércoles que viene como testigo en relación a la investigación judicial que tiene el mismo objeto que esta comisión». Primero, dice, atenderá la petición del Supremo, y luego estará «a disposición de nuevo de esta Cámara».
Sobres con billetes y la ‘caja b’
De esta forma, quedan sin responder las preguntas sobre si conocía a Carmen Pano, la empresaria que desveló en TO que había entregado 90.000 euros en billetes en la segunda planta de Ferraz. A Moreno, impasible ante las preguntas, le han cuestionado sobre en qué planta se encontraba su despacho en el momento de esa entrega de efectivo en una bolsa por orden de Víctor de Aldama.
Tampoco ha respondido por qué el dinero de la caja se disparó un 240% durante los años referentes a la investigación de la UCO, tal y como ha revelado este periódico. O por qué se enviaba a personas ajenas al partido, como la esposa o el hermano de Koldo García, para recoger dinero en nombre del exsecretario de Organización José Luis Ábalos. O si en el PSOE operó una ‘caja b’ durante esos años, incurriendo en una posible financiación ilegal del partido.
La UCO ha señalado que las cuentas del PSOE no reflejan la totalidad de los pagos en metálico que se emitieron, bajo la condición de liquidaciones de gastos, a diversas personas implicadas en la trama. Por ejemplo, un pago de más de 2.000 euros a Koldo del que Ferraz no había informado en la documentación remitida a los investigadores de la Guardia Civil. «¿Hay gastos que se pasan por alto dependiendo de quién los pase?», le han preguntado a Moreno.
«Espía de Sánchez»
El ascenso meteórico que Mariano Moreno logró en el PSOE en apenas cuatro años no se debió a su indudable afinidad con Adriana Lastra ni a la promoción interna que logró gracias a José Luis Ábalos. Según las fuentes socialistas consultadas por THE OBJECTIVE, su escalada en la jerarquía de Ferraz responde directamente a la decisión de Pedro Sánchez, el secretario general, que tuvo en el joven responsable de la oficina de atención al militante a un aliado fundamental en la carrera a las primarias contra Susana Díaz en 2017 y que, tres años después, se convertiría en el guardián y custodio de los secretos de Ábalos.
Fue él quien alertó a Santos Cerdán («Jose se está pasando con los gastos») tras presentar facturas de 9.000 euros en un solo mes, el que acudió al Ministerio de Transportes para despachar con el propio Ábalos sin miradas indiscretas y quien, tras esos intentos fallidos, acudió a Moncloa para alertar al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE sobre los gastos «excesivos» del secretario de Organización y ministro de Transportes.
Entre octubre de 2016 y mayo de 2017, Mariano Moreno se convirtió en una de las dos únicas «antenas» que Sánchez tenía en el partido tras ser desterrado de Ferraz, 70 en el célebre Comité Federal del 1 de octubre que acabó con la dimisión del secretario general. Fuentes socialistas revelan a este periódico que fue este joven del lobby gay del partido el que acudió a la sede que los partidarios de Sánchez montaron en la calle Marqués de Riscal de Madrid a «colaborar con la candidatura de Sánchez».