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Política

División en el PSOE extremeño sobre la candidatura de Gallardo por su situación judicial

Dirigentes socialistas de Cáceres le recordaron que él exigió a Guillermo Fernández Vara que se apartara en 2023

División en el PSOE extremeño sobre la candidatura de Gallardo por su situación judicial

Miguel Ángel Gallardo, líder del PSOE extremeño.

La reunión a puerta cerrada de la Ejecutiva regional del PSOE extremeño de este miércoles, en la que se proclamó por unanimidad la candidatura de Miguel Ángel Gallardo como cabeza de cartel para el 21 de diciembre, acabó con críticas hacia este último. Varios dirigentes cacereños pidieron a Gallardo en el debate previo a la proclamación que se apartase de la carrera electoral y diese paso a un candidato que no esté en su situación judicial, según desvelan fuentes socialistas a THE OBJECTIVE.

El más vehemente fue el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, pero no fue el único. Los que tomaron la palabra para criticar a Gallardo le recordaron que este último pidió lo mismo en 2023 a Guillermo Fernández Vara para que no se enfrentase a la popular María Guardiola en las urnas.

Gallardo les replicó que aquella petición de hace dos años al expresidente recién fallecido la hizo «desde el cariño» y afeó a sus críticos dentro del PSOE extremeño que «estaban copiando el discurso de la ultraderecha», según revelan dichas fuentes, quienes hacen hincapié en que hubo «muchas críticas, más de las previstas» contra el ya candidato. Además, subrayan que éstas provinieron de dirigentes cacereños en su totalidad, por lo que el líder regional socialista tiene un problema orgánico en esta provincia.

La proclamación de Gallardo se adoptó por aclamación de los presentes, pero no hubo una votación como tal. El miércoles por la noche, el secretario de Organización regional, Manuel Mejías, defendió la candidatura de su líder tras la ratificación por unanimidad: «No hay ninguna duda de que el líder de los socialistas extremeños es Miguel Ángel Gallardo y va a ser nuestro candidato, estoy convencido de que va a ser el próximo presidente de la Junta». Además, constató cierto «nerviosismo» en el PP de Guardiola. «Estamos viendo los últimos días a un PP asustado, sin rumbo y sin argumento».

El ya candidato del PSOE extremeño deberá lidiar con estas críticas internas cuando elabore las listas electorales, cuyo plazo límite es el próximo 17 de noviembre. THE OBJECTIVE ya adelantó el pasado miércoles que el adelanto de los comicios va a provocar que Gallardo haga una «limpia» de cargos y dirigentes próximos al fallecido Fernández Vara, sobre todo en la provincia de Badajoz. Una de las incógnitas por desvelar es si la papeleta pacense llevará a los cinco socialistas que renunciaron a ser diputados autonómicos para que el expresidente de la Diputación de Badajoz pudiera recoger el acta y aforarse en pleno caso David Sánchez.

Gallardo cambió en mayo de este año al secretario general de los socialistas en Badajoz cuando ya cargaba a sus espaldas con un año del caso David Sánchez, en el que se investiga al hermano del presidente del Gobierno por presuntas irregularidades en su contratación como jefe de artes escénicas en la Diputación de Badajoz. El hasta entonces máximo responsable socialista en la provincia, Rafael Lemus, dio paso a un hombre de confianza de Gallardo, Manuel Borrego, quien ahora va a controlar la elaboración de la lista pacense.

Más reticencias habrá en Cáceres a los deseos del líder del PSOE extremeño. Allí el mando lo ostenta Álvaro Sánchez Cotrina, bien visto por Ferraz para relevar a Gallardo si el 21-D hay una hecatombe en las urnas. En septiembre circularon encuestas internas que dejaban al PSOE en 21 o 22 diputados autonómicos y al PP de María Guardiola al borde de la mayoría absoluta, con un Vox al alza en votos y escaños, mientras que Podemos desaparecía de la Asamblea autonómica.

Un escenario que supondría la caída irremediable del líder socialista en la región, al perder una decena de representantes respecto a la legislatura recién disuelta y tocar suelo en una comunidad autónoma que históricamente ha estado en manos del PSOE. Primero con Juan Carlos Rodríguez Ibarra y luego con el mencionado Fernández Vara. «Los cuchillos están afilados», avisa un dirigente socialista a este diario.

«A Gallardo le viene bien el adelanto»

En todo caso, el equipo de Gallardo lleva varias semanas intentando levantar los ánimos entre sus dirigentes y «con ganas de elecciones». El 10 de octubre, Borrego envió el siguiente lema a un grupo de WhatsApp en el que están sus más fieles: «Recuperemos la Junta para darle decencia a la vida de la gente». Y el pasado viernes, cuando Guardiola amenazó seriamente con el adelanto electoral, tras constatar que el PSOE y Vox presentaban enmiendas a la totalidad a los Presupuestos autonómicos, salió a la palestra con el mensaje de que los socialistas extremeños están preparados para batirse «en unas elecciones para recuperar el futuro de Extremadura».

Tras las traumáticas primarias internas de enero, en las que ganó a la candidata del aparato —Esther Guerrero—, el líder del PSOE extremeño se adelantó la pasada semana a Ferraz, dejando claro que está «más ilusionado que nunca» de cara a los comicios, y con «fuerza y ambición» para que Extremadura cambie de gobierno.

«En el fondo, a Gallardo le viene bien el adelanto. Sabe que ahora se afora con el escaño de pleno derecho, no por fraude de ley como estaba hasta ahora», constató un dirigente socialista, quien ve determinante el papel que adopte el actual delegado del Gobierno, José Luis Quintana, una figura próxima a Pedro Sánchez y que ha dado muestras de distanciamiento en los últimos meses con el líder regional del partido.

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